Dani Aranzubia fue el primer portero que marcó un gol en jugada en Primera División en España. Y ostenta ese honor aunque el también arquero blanquiazul Jacques Songo’o lo hizo antes. Pero en febrero del año 2000 el tanto del camerunés fue anulado por Pérez Lasa. Una diana ante el Numancia en Los Pajaritos que le habría dado un punto a un Dépor, que ese curso se proclamó campeón de Liga.
Han pasado ya 13 años, pero Dani Aranzubia no olvida el tanto que le hizo al Almería con el Depor el 20 de febrero de 2011. Una diana agónica en el 94 que dio un punto balsámico, en una temporada 2010-11 en la que el Dépor descendió a Segunda. Más de una década después el recuerdo perdura en el meta riojano.
“Es una sensación completamente diferente. Cuando detienes un penalti o haces una parada decisiva en los últimos minutos es tu trabajo. Cuando marcas un gol y eres portero no es lo que tienes que hacer y es muy emocionante y difícil de explicar. Es un recuerdo muy bonito que no olvidaré nunca. No es nada frecuente ver a un portero marcar, yo tuve la suerte de poder hacerlo y todo el deportivismo, no solo yo, lo recuerda con cariño”, admite.
Aranzubia: "Nadie desde el banquillo me dijo nada, fue decisión mía"
Aunque ha transcurrido más de una década es capaz de describir todo lo que ocurrió y reconoce que la decisión de ir al área nació de él. “Recuerdo que había subido en una jugada anterior al gol, creo que en el 92. En esa acción despejan el balón y yo tengo que correr hacia atrás, a mi área. Me llegó a mí justamente el balón, le volví a pegar lejos y ese segundo pelotazo acabó en córner. Volví a subir y ahí es cuando acabó en gol. Nadie desde el banquillo me dijo nada, fue decisión mía. Algunas veces sale bien y esta salió”, aclara.
También le sorprendió a Alberto Lopo ver a su compañero en el área en ese partido. “Nadie esperaba que llegara Dani y marcase el gol de cabeza, nos sorprendió a todos, imagino que a él el primero. En esa acción justamente el balón venía a la zona donde yo estaba y de repente pasó una sombra negra por delante y no sabía ni quién era (risas). Cuando Dani marcó el gol fue una locura”, comenta.
“Son de esas acciones en las que vas a la desesperada, en las que ya no hace falta que nadie te diga nada. Él decidió hacerlo, con un buen resultado. Fue el protagonista, pero la alegría fue para todo el equipo. Estábamos en una situación complicada y salimos un poco airosos ese día”, corrobora.
Aranzubia tiene, además, muy presente esa explosión de felicidad que supuso la celebración y los nervios posteriores. “Si hubiera sido el gol de cualquier otro jugador no habría sido tanta (la celebración). A pesar de que era el empate en el noventa y tantos no se habría celebrado tanto. El hecho de que lo marcase el portero hizo que la gente del banquillo viniese a abrazarme. Era una sensación diferente y recuerdo que de la celebración salí agotado. Tuve que volver otra vez a la portería y me temblaban las piernas de la emoción, del cansancio, de todo... Creo que sacaron de centro y tiraron a puerta directamente, pero el balón se marchó fuera y ya se pitó el final”, dice aliviado.
Lopo: "En la celebración cogimos a Dani entre todos y lo tiramos al suelo, el hombre no sabría ni dónde estaba"
“Me acuerdo de que en la celebración le cogimos entre todos y le tiramos al suelo y el hombre no sabría ni dónde estaba tras ese gol, la situación, todo...Fue un subidón muy importante”, puntualiza Lopo.
El Dépor rescataba un punto ante Almería, que entrenaba entonces José Luis Oltra, y tras 24 jornadas el equipo herculino contaba con 26 puntos y estaba fuera del descenso, que marcaba el Zaragoza con 23. Un punto que en ese momento supo casi a victoria.
“Todo lo que fuese sacar puntos en esa etapa en la que estábamos era importante, pero nadie sabía de la importancia que iba a tener ese gol, quién lo iba a hacer y cómo. Fue una alegría doble para todos: por Dani y por la situación en la que estábamos”, dice el zaguero catalán.
Aranzubia: "Parece que con estas dos victorias seguidas el Dépor sale de la zona de peligro"
Ambos colgaron las botas y actualmente están esperando por nuevas oportunidades profesionales. Aranzubia, tras unos años en Lezama entrenando a los porteros y el año pasado en Segunda con el Amorebieta, ahora mismo no está en ningún equipo, pero sí viendo mucho fútbol. El otro día no se perdió el Dépor-Eibar. En el Eibar tiene a Joseba Etexeberria, “un buen amigo”.
En lo tocante a los blanquiazules se muestra optimista. “Parece que con estas dos victorias consecutivas salen de la zona peligrosa y vamos a ver si dan confianza para ir poco a poco para arriba”, desea el meta. Mientras Lopo, que ya se estrenó como técnico, declara que ahora tiene una perspectiva diferente del fútbol, al haber estado en ambos lados: “Estuve hace un año en la cantera del Espanyol y estoy con ganas de entrenar, a ver si sale una oportunidad. Es muy diferente (el ser técnico). El jugador es egoísta por naturaleza, piensa en él y un entrenador tiene que pensar en el grupo, gestionarlo bien y que funcione. Al jugador se lo dan todo hecho y el entrenador tiene que lograr que al jugador le llegue todo hecho”.
Los dos siguen muy de cerca al Dépor, un equipo que siempre llevarán en su corazón. Aranzubia dice que “era necesario el ascenso después de estos años en Segunda B y en Primera Federación” y ahora lo que tiene que hacer el equipo es “subir a Primera División”, aunque reconoce que “no es fácil”. “Hay muchos equipos históricos en Segunda como el Zaragoza, Sporting, Oviedo, Tenerife...Llevan muchos años ahí y no han sido capaces de ascender. Por lo menos ahora el Dépor está ahí, preparado. Si no es este año que sea el que viene. Al final el objetivo del Dépor por su historia, por su afición es estar entre los mejores, en Primera”.
Lopo: "El Dépor no deja de ser el club grande que ha sido y tiene que demostrar que con el estadio que tiene y su afición tiene que estar arriba"
“El otro día estuve viendo al Dépor, me alegro de que las cosas vayan bien. A ver si con el nuevo entrenador, que conoce la casa, va todo hacia arriba y con confianza. El fútbol ha cambiado mucho, los equipos ya no tienen ese respeto de años atrás de jugar contra un equipo como el Dépor. Ahora al verle ahí abajo parece que es uno más y eso es lo que tiene que cambiar. El Dépor no deja de ser el club grande que ha sido. Tiene que demostrar que con el estadio que tiene y su afición es un equipo que tiene que estar arriba y ojalá que pronto, no sé si este año pero poder pelear para estar en Primera”, desea Lopo.
Ambos van cada vez que pueden a A Coruña y Riazor es una de las visitas obligadas. "Una vez al año suelo pasar por ahí, esta temporada aún no he estado pero suelo ir a Coruña de visita", asegura Aranzubia. Para Lopo es como "una segunda casa". "Viví 8 años allí, estuve genial. Sé que ahora hay vacantes para poder entrenar y ojalá volver ahí a entrenar, me encantaría. Voy a Madrid, a Coruña, a las ciudades en las que he vivido, en las que también hay fútbol y buenos partidos".