El Deportivo acudió al mercado estival en busca de gol, pero la realidad es que en esta primera vuelta liguera las dianas han sido patrimonio casi exclusivo de tres jugadores de la casa: Lucas Pérez, Yeremay Hernández y David Mella.

El tridente blanquiazul ha participado en más del 70% de los tantos deportivistas, bien aportando ellos los goles, como sirviendo asistencias. Más allá de nuevos fichajes que llegaron en verano, como Mohamed Bouldini o Cristian Herrera, el torrente ofensivo ha llegado sobre todo de la mano de la destreza de estos tres futbolistas. “El día que Mella y Yeremay no quieran jugar conmigo, yo me voy y sin problema”, bromeaba Lucas, que mantiene una gran relación y entendimiento, tanto dentro como fuera del campo con ambos futbolistas.

Uno de los capitanes blanquiazules, al igual que el curso pasado, tardó en ver puerta. No fue hasta la jornada 4, en el empate ante el Granada a domicilio. Ya a las órdenes de Óscar Gilsanz el de Monelos volvió a marcar. Un ‘hat-trick’ que no pudo celebrar, pues se lo endosó a su exequipo, un Cádiz que lo recibió como si de un héroe se tratase.

“El Dépor significa mucho para mí. No he devuelto todo lo que me han dado y por eso quiero seguir aquí. Estaré hasta el 2030”, reconocía Yeremay, en un vídeo el pasado mes de abril, cuando ratificó su ampliación de contrato. La selección sub-21 de Santi Denia ya ha contado con él en dos ocasiones, si bien en la segunda el deportivismo contuvo la respiración al ver como regresaba antes de la concentración el pasado mes de noviembre, debido a una lesión en su rodilla.

Por fortuna, el atacante ha mejorado de sus molestias, ha vuelto a entrenar con normalidad y a marcar después de ese receso. Es el actual pichichi blanquiazul, con siete tantos, un gran número teniendo en cuenta que sus funciones en el campo, en principio, no se centran en la finalización.

Asistentes

Le siguen en esta faceta con cinco Mella, con cuatro Lucas Pérez y tres Iván Barbero. Estos cuatro futbolistas también son los que más asistencias sirven a sus compañeros, ese pase que hace feliz al que lo ejecuta, pero sobre todo al que lo recibe. A pesar de las nuevas incorporaciones en la delantera, el monopolio del ataque ha sido casi siempre de este trío de jugadores. Mella y Yeremay, que renovaron este año hasta 2029 y 2030 respectivamente, han tirado la puerta abajo de Segunda.

Su desparpajo, a pesar de su juventud, y en la pesadilla de los rivales. Además, sus ‘diabluras’ se han hecho virales en muchos vídeos compartidos a través de las redes sociales de la propia competición liguera.

Poca incidencia

Aunque con potencial ofensivo ya en sus filas, el Dépor fichó en la ventana veraniega a Bouldini y Herrera, pero ninguno de ellos ha conseguido hacer sombra a sus compañeros. En el caso del ex del Levante solo ha marcado un gol desde su llegada y su presencia se ha limitado, sobre todo, a minutos saliendo desde el banquillo en los que casi nunca ha cambiado el sino del partido. Con menos minutos, pero algo más de incidencia en el juego (2 goles y 1 asistencia) ha completado Herrera, a falta del duelo con el Tenerife, la primera vuelta del campeonato liguero.

Mirando como recambio en las alas el cuadro blanquiazul trajo, en calidad de cedido, al argentino Juan Gauto, procedente del Basilea. Un extremo al que los medios de su país destacaban por su capacidad para hacer gambetas, pero que tampoco ha encontrado el camino de la titularidad.

Aunque en sus pocas apariciones se le ha visto con ganas en el verde, su continuidad en el Deportivo no es segura. El club helvético, propietario de sus derechos y con el que tiene contrato hasta 2028, no está satisfecho con los pocos minutos de los que está gozando en la entidad blanquiazul.
Su destino, de nuevo como cedido, sería en el Argentinos Juniors, de Primera División argentina. Curiosamente fue el equipo en el debutó como profesional Diego Armando Maradona, en el año 1976.

A menos

Cierran los atacantes con los cuenta el equipo coruñés dos futbolistas que han perdido protagonismo con respecto a la campaña pasada: Davo y Hugo Rama.
Ambos sumaron más de 1.000 minutos el curso anterior y en este ninguno de los dos alcanza los 90. Su poca presencia en el equipo invita a pensar en una posible salida, incluso en forma de rescisión.

Davo ha perdido su sitio como recambio para la posición de volante ante la llegada de Cristian Herrera y tampoco es un recurso como ‘falso nueve’, demarcación en lo que lo llegó a ubicar Imanol Idiakez.
En el caso de Rama su presencia es aún más precaria, con solo 70 minutos en sus piernas en liga, además del duelo copero ante el Ourense, en el que el Dépor cayó eliminado.

Sin opciones como extremo, tampoco ha logrado encontrar acomodo en la medular, poblada de efectivos, a pesar de que en pretemporada llegó a ser empleado por el técnico vasco como pivote.
Dos futbolistas que pueden irse en este mercado invernal y que se encuentran en la actualidad muy desconectados del once blanquiazul y de la parcela ofensiva. Un territorio que es coto privado del tridente del Deportivo,  que reza para que se mantenga sano y unido.