En la lucha del Victoria por volver a Preferente, contar con un jugador como David Bandera (León, 1989) es un lujo. Con un pasado exitoso en Segunda B y un partido de Copa del Rey en el Camp Nou en su currículum, el media punta es uno de los últimos representantes de la generación de los ochenta. “Sí, claro que sí”, contesta a la pregunta de si en goles como el del pasado fin de semana ante el Olímpico sigue sintiendo algo especial. Quiere seguir jugando unos cuantos años más, pero ya prepara el siguiente paso y entrena a dos equipos de la base.
Da por bueno el inicio de 2025 que han tenido. “Llevamos dos partidos, Copa contra el Santa Cruz y Liga ante el Olímpico; y hemos ganado los dos. Era importante para nosotros volver a engancharnos ahí arriba y la Copa parece que son partidos fáciles, pero en campo rival siempre es complicado”, argumenta.
Contrasta con un final de 2024 que no les dejó el mejor sabor. “Habíamos hecho una buena primera vuelta, siempre entre los tres primeros, y al perder en la última jornada ante el Orillamar salimos de los puestos de playoff”, recuerda.
Para Bandera, ya asentado en la media punta tras jugar a inicios de curso como delantero por las bajas, la lucha con Orillamar, Sporting Cambre y Cultural Maniños se mantendrá hasta el final.
“Tenemos que encajar lo menos posible, porque en estas categorías es difícil levantar el partido. Mejorar el juego ofensivo, tener algo más el balón, ser un poco más contundentes en área rival e intentar ganar los partidos con más tranquilidad. Estamos sufriendo hasta el final”, apunta.
Tras unos meses en el Victoria, está satisfecho con su decisión. “Estaba muy contento en Sofán, pero vivo aquí en A Coruña y me quedaba un poco lejos. Influyó la relación que tengo con Miguel (Taibo) y que está a cinco minutos de casa, apenas cojo el coche. Quería echar una mano para que el Victoria vuelva a estar mínimo en Preferente”, explica.
“Hablámos antes de firmar sobre que no podía cambiar nuestra relación porque él fuera entrenador y yo jugador. Lo llevamos muy bien, sabemos cuál es nuestro rol cuando estamos entrenando”, comenta Bandera, que fue compañero de Taibo en el Sofán.
Su amor por A Coruña tiene explicación en la temporada 2016-17. “Estuve jugando en el Racing de Ferrol, viví aquí y a mi mujer y a mí nos encantó la ciudad. Después de la pandemia, que estaba en casa en un equipo de Tercera División, decidimos por tema de trabajo suyo venir para A Coruña. Nos gusta la playa, la temperatura, que es muy estable durante todo el año”, detalla.
Desde que está asentado en la ciudad ha jugado en Atlético Arteixo, Sofán y ahora Victoria “para disfrutar del fútbol, divertirme y pasarlo bien más que con un objetivo profesional”.
No duda a la hora de elegir el mejor periodo de su trayectoria. “Diría los años de Astorga en Segunda B, que jugué casi todos los minutos. Marqué 13 y 16 goles. Fue donde mejor estuve, pero en todos los sitios he estado bien. Si echo la vista atrás, estoy muy contento y orgulloso de la carrera que he tenido”, asegura.
Sobre su año en el Racing de Ferrol comenta que, “pese a que la directiva estaba compuesta por personas distintas a las que están ahora”, era un club “que se veía que estaba creciendo poco a poco”.
"Si echo la vista atrás, estoy muy orgulloso de la carrera que he tenido"
Curiosamente llegó al Racing tras una carambola, pues en principio ese curso iba a jugar en Segunda División.
“Cuando estaba en el Astorga firmé en enero con la Ponferradina, que jugaba en Segunda. Me quedé cedido y justo ese año descendieron a Segunda B. Hice pretemporada con ellos, pero me llegó la oferta del Racing de Ferrol, el entrenador contaba conmigo, creía que iba a tener más opciones de jugar y por eso me decanté por ellos”.
Y si el Atlético Astorga fue su mejor etapa, el partido más especial de su carrera lo disputó con la Cultural Leonesa ni más ni menos que ante el Barça en el Camp Nou, en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey 2009-10. Tras el 0-2 de la ida, en el que no participó, saltó al campo en el minuto 70 en un partido que terminó 5-0.
“Fue espectacular, ves lo que es el fútbol profesional. Contra Messi, Xavi, Iniesta... increíble”. Y en el banquillo, Pep Guardiola. Recuerda que tras el partido sortearon las camisetas y le tocó la del defensa mexicano Rafa Márquez.
“Sé que van pasando los años y se va acercando el final, pero no pienso en eso, estoy contento, ilusionado, sin dolores y lesiones. Mientras siga así voy a seguir”, comenta sobre sus perspectivas de futuro mientras entrena al Infantil A y el Juvenil B del Victoria. Uno de los consejos que le da a los jóvenes es que tengan paciencia, que aunque estés en Primera Futgal nunca sabes cuando te puede llegar la oportunidad”.
Pese a que resalta que los jóvenes jugadores se cuidan mucho físicamente, también nota una diferencia con su época en la gestión de las emociones. “Tienen menos paciencia. Si ven que no juegan tres partidos ya se quieren marchar del equipo, se quejan. Cuando yo empecé, ir a entrenar con el primer equipo ya era una alegría enorme. Si tenías que ir a un viaje de seis horas y no jugabas nada, volvías feliz para casa”. Reconoce que le sigue gustando más jugar, pero cuando entrena le “encanta ayudar a los chicos”.
1. Nota a su equipo hasta el momento.
Un 8, porque creo que podemos dar un plus más.
2. Nota a David Bandera.
Un 7. También puedo ayudar más al equipo.
3. Una virtud / Un defecto.
La visión de juego / La velocidad.
4. El mejor jugador de su equipo.
Ahí me pillas... Hay muchos jóvenes con potencial.
5. ¿A qué jugador de otro club ficharía?
Tengo debilidad por Óscar, el presi-jugador del Marte.
6. La mejor plantilla de la Liga.
Victoria.
7. El mejor rival al que se ha enfrentado este curso.
Me gustó mucho el Maniños.
8. La jugada perfecta.
Salir desde atrás, abrir a banda, centro y gol.
9. Una manía los días de partido.
No soy muy de ello.
10. Un deseo para el año nuevo.
Ascender de forma directa y disfrutar de Preferente.