Siempre se mira para la defensa a la hora de valorar el número de goles encajados. 27 lleva el Deportivo en 20 duelos, 1,35 tantos por partido. Una media que los blanquiazules tienen que bajar si quieren poder escalar en la tabla y dejar atrás esa posiciones bajas que hacen pensar más en mantener la categoría que en optar al playoff. Un agujero en el área, cimentado sobre todo en tres problemas: la defensa del balón parado, los centros laterales y las jugadas de estrategia, de las que los rivales han sacado petróleo en muchos partidos contra los coruñeses.
Hasta tres nuevas caras llegaron para la zaga tras el mercado estival de cara a este curso 2024-25, dos para el lateral zurdo, huérfano tras la marcha de Balenziaga, con las altas de Rafa Obrador y Sergio Escudero y el fichaje de Álex Petxarroman, para la banda diestra. De los tres, el que más continuidad y minutos ha tenido ha sido Obrador, cedido por el Real Madrid Castilla, ‘favorecido’ en parte por la baja de Escudero debido a la luxación de su codo izquierdo. Su participación se acerca a los 900 minutos, por los 444 del pucelano, que ha servido 3 asistencias. Por su parte Petxarroman, con 467 en su haber, apenas ha tenido aportación en el equipo, su presencia es intermitente y casi siempre saliendo desde el banquillo.
Mientras, en el caso de Jaime, al igual que la campaña anterior, sigue siendo un jugador ‘comodín’, si bien este año apenas ha jugado 76 minutos y su contribución es muy testimonial en el equipo.
La temporada empezó con los dos ‘Pablos’ en el centro de la zaga, Ximo Navarro por la derecha y problemas por la izquierda, ante la baja de Escudero y el periodo de aclimatación de Obrador. Eso llevó a ver a Mella jugando de carrilero o a Ximo, a banda cambiada.
No acabaron ahí las sorpresas, pues a partir de la jornada seis Dani Barcia pasaba a ubicarse por Martínez en el centro de la zaga, como nuevo compañero de Pablo Vázquez.
El zaguero del Temple se hizo con un puesto en el equipo y se fue consolidando en el once. Diez partidos como titular para el crecimiento de un futbolista que destaca sobre todo por su capacidad de romper líneas con el balón en los pies.
Una inoportuna dolencia cortó el buen momento de Barcia. Una lesión muscular en el recto anterior de su pierna derecha, que lo mantiene en el dique seco desde mediados del mes de noviembre.
“Hablo de que llegue a la vuelta de las vacaciones de Navidad. Está evolucionando bien, no tiene dolor, pero creo que clínicamente es conveniente para todos que se recupere de esa lesión”, comentó recientemente el técnico Óscar Gilsanz. El que pudo volver debido a la baja de Barcia fue Martínez, que reconoció que le había sentado bien tener que ver un par de partidos desde la distancia. “Me vino bien sentarme un poco en el banquillo porque te das cuenta de que hay otros muy buenos también. Si no es por su lesión (en relación a Barcia), yo no entro en el equipo. Que se mejore lo antes posible porque es un chaval que tiene una calidad de locos y yo disfruto viéndolo. Si puedo jugar con él y con Pablo, también disfrutaré”, afirmaba el hispano-galo ante la ausencia de su compañero.
El que de momento mantiene su puesto en el once es un inconmensurable Pablo Vázquez, que ha sido titular en los 20 partidos ligueros, aunque ante el Castellón fue la primera vez que no completó un duelo completo, debido a un problema muscular. Además ya sabe lo que es marcar este curso, aunque su gol ante el Almería no supuso que el Dépor puntuase (2-1).
“Es inadmisible que los de la zona no estemos bien colocados y lleguemos siempre tarde. Cuatro señores rematan cuatro veces solos. Yo, cuando subo a rematar, no me dan ni un centímetro. No estamos siendo competitivos y hay que decirlo, asumirlo y mejorarlo. Esconderlo no vale de nada”, declaraba Vázquez tras la derrota en el duelo de la primera vuelta ante el Levante (2-1). Porque cada saque de esquina en contra es muchas veces una oportunidad de gol para los adversarios, que le han tomado la medida al Dépor en esa faceta.
Un problema que existía en la etapa de Idiakez como técnico y que se mantiene con Gilsanz. El Dépor sufre en centros laterales y balones aéreos ante la envergadura de los rivales, la falta de contundencia de su zaga, que ha evidenciado errores en las vigilancias y marcajes en muchos partidos y en lo poco que se impone por alto, pese a su altura, Helton Leite.
Con el equipo defendiendo muchas veces hundido, debido al empuje del rival, los coruñeses han sufrido para mantener su portería a cero. Concretamente solo lo han logrado en cuatro ocasiones y no se descarta que en el próximo mercado busquen soluciones.
JOSÉ MANUEL AIRA: Hay déficit en la defensa de los centros laterales y en la estrategia |
Hacer un análisis línea por línea es complicado, todas dependen de todas. Los goles encajados no son solo responsabilidad de la línea defensiva. Vistos los números y estadísticas en cuanto a las distancias que defiende el equipo y cómo se expone su línea defensiva no es tan diferente a lo que hacen los otros equipos de LaLiga.
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