La cautela ha sido desde su llegada el santo y seña de Óscar Gilsanz, poco dado a lanzar las campanas al vuelo. Ni siquiera ahora, con el Deportivo en la décima posición, más cerca de soñar con el playoff que temeroso de tener que preocuparse por los puestos de descenso.

Sabe el técnico betanceiro por experiencia que no es bueno mirar más allá del día a día y por eso enfrió los ánimos en la previa del partido que este domingo a las 16.15 horas enfrenta al Deportivo con el Eldense en el Nuevo Pepico Amat. 

“Estamos en un camino ascendente y creo que eso es mucho más importante que el propio resultado”, comentó Gilsanz en sala de prensa, sabedor de que el entorno empieza a soñar con el equipo pudiendo pelear por cuotas más altas que la de sellar, cuanto antes, la permanencia. De momento, con 35 puntos el Dépor tiene que sumar 15 más para tenerla en el bolsillo.

Más complicado lo tiene su adversario, un Eldense ahora mismo a cinco puntos de la salvación y que solo cuenta en su casillero con 25. Los pupilos del entrenador exdeportivista José Luis Oltra tendrían que sumar en estas 16 jornadas al menos ocho victorias y un empate para llegar a esos esperanzadores 50. Cuatro triunfos, tres empates y seis derrotas son sus números como local, 15 de los 39 puntos en juego.

Después de sumar tablas sin goles ante el Oviedo en la pasada jornada, los de Elda necesitan hacer bueno el punto ganando en casa. Un encuentro que, aunque Oltra evitó tildar de final, sí que es vital para las aspiraciones de los alicantinos. El choque de la primera vuelta en Riazor se saldó con un empate. En ese partido Mohamed Bouldini contrarrestó el tanto de Jorquera, ya fuera del Eldense y que actualmente milita en el Moirense portugués.

Tampoco estarán los técnicos que dirigieron ese encuentro, tras sendos ceses de Imanol Idiakez y Dani Ponz. El Deportivo que rinde visita al Eldense esta tarde se parece poco a ese equipo. Y no solo por el cambio de capitán en el banquillo.

Los blanquiazules han sumado nuevas piezas en este mercado de invierno y han perdido jugadores importantes. Eso es innegable. Pero más allá de todo esto están construyendo una escuadra que crece desde la defensa, como muestra que solo han encajado un gol en los últimos tres partidos.
Esa solidez en su área, que era endeblez en el primer tramo liguero, ha ayudado a que todo el potencial y talento que hay en el último tercio de campo brille aún más.

Un Dépor más seguro en su área y que parece que ha dado con la tecla en el ataque. No solo porque coexisten sus ‘tres magníficos: Yeremay, Mella y Soriano’. También porque ha encontrado una interesante alternativa a Iván Barbero en punta con Zakaria Eddahchouri, que tuvo el mejor bautismo posible en Riazor al marcar ante el Almería.

El delantero neerlandés se metió en el bolsillo a la afición deportivista con su espontánea celebración en la grada y mostró un perfil de atacante del que el Dépor adolecía. Un jugador que tira desmarques, que va más al espacio y que es capaz de fabricarse en apenas tres toques un gol.

Unas prestaciones que le han hecho adelantar a Bouldini y que suponen una interesante competencia para el ariete de Roquetas de Mar. Más soldados para sumar a la causa blanquiazul, que puede definitivamente empezar a mirar para arriba en la tabla, tras un inicio dubitativo.
Para ello tendrá que dirimir esta tarde un partido ante un contrincante con objetivos muy dispares.