Cayetano Ros: “En Valencia hay simpatía por el Dépor, el odio no es recíproco”
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Cayetano Ros: “En Valencia hay simpatía por el Dépor, el odio no es recíproco”

Entrevista con el cronista del Valencia durante tres décadas en El País que firmó un reportaje en el que tres jugadores reconocían la prima del Barça por no perder el día del penalti de Djukic
Cayetano Ros: “En Valencia hay simpatía por el Dépor, el odio  no es recíproco”
Cayetano Ros | Las Provincias

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Cayetano Ros fue el cronista del Valencia durante tres décadas en El País. Vivió la gran rivalidad con el Dépor y firmó un reportaje en el que tres jugadores reconocían la prima del Barça por no perder en aquella fatídica noche del 14 de mayo de 1994 en Riazor, la del penalti de Djukic. El periodista también pasó por la redaccón de Levante-EMV y es actual colaborador en Las Provincias, El Confidencial y Onda Cero. Profesor de lengua valenciana en Educación Secundaria, este domingo va con el Elda de su amigo José Luis Oltra.

 

¿Cómo conoció a Oltra?

Somos muy amigos desde que tenemos 13 años y coincidimos en el Valencia infantil. Era el mejor del equipo: un jugador pequeñito, pero con una zurda exquisita.

 

¿Se imaginaba entonces que acabaría como entrenador?

Ya se le veía porque era un niño que anotaba todo y se preocupaba por aprender la táctica. Siempre fue muy listo, desde pequeño, y no me sorprendió que acabase como entrenador.

 

En la temporada 2011-12 llevó al Dépor de vuelta a Primera.

Ha hecho una gran carrera como entrenador en Segunda División y creo que dejó muy buen recuerdo en A Coruña. La afición le quiere mucho.

 

Entre el deportivismo hay cierto optimismo e ilusión tras la vuelta al fútbol profesional. ¿Cómo ha vivido desde la distancia el auge y caída de un equipo mítico en el fútbol español?

Con nostalgia y muchas ganas por ver al Dépor otra vez en Primera. A Coruña es una ciudad preciosa y que vive volcada con su equipo. Además hubo una rivalidad tremenda con el Valencia, con su lado bueno y su lado malo, pero apasionante. Lo viví con mucha intensidad durante mi etapa en El País.

 

“Oltra era un jugador con una zurda exquisita, ya se le veía que iba a ser entrenador porque  anotaba todo y se preocupaba por la táctica”

 

La rivalidad empezó con el penalti de Djukic y la celebración de González.

González lo celebró porque obviamente estaba primadísimo por el Barça. Uno de los jugadores de la plantilla me lo contó y otros dos me lo confirmaron para un reportaje, pero desde el anonimato. Me dieron la cifra: unos 50 millones de pesetas [300.000 euros en total], a tres cada uno [18.000 euros] y además limpios de impuestos. Me contaron que uno de ellos tenía el dinero guardado en la nevera, como en las películas. Durante años nadie dijo nada, pero se acabó sabiendo. Los jugadores lo pasaron muy mal porque cuando iban a Riazor les llamaban peseteros y les tiraban billetes. Pero hicieron lo que debían.

 

El Dépor se dio una alegría un año después en la final de la Copa del Rey que le ganó al Valencia.

Aquí siempre se ha dicho que el Valencia habría ganado aquella Copa porque después del gol de Mijatovic pararon el partido por el diluvio y venía con inercia de remontada. Esos doce minutos fueron una moneda al aire y nada más comenzar marcó Alfredo con un fallo de Zubizarreta en la salida. Es un recuerdo horrible: tengo un amigo al que la policía le dio tres porrazos.

 

Hay otro partido que marca esa rivalidad: el Dépor descendió en 2011 ante un Valencia que no se jugaba nada y ni celebró los goles de Aduriz y Soldado.

Lo recuerdo. Aquí nadie quería que bajase un rival histórico. Yo creo que en Valencia hay simpatía por el Dépor, el odio no es recíproco.

 

Dice que no hay odio, pero un sector de la afición del Valencia sacó una pancarta jactándose de aquellas dos fechas fatídicas para el Dépor: ‘11 y 14 de mayo, nuestro mejor recuerdo’

Siempre hay ultras y gente muy rencorosa, pero el sentir general me parece de una rivalidad desde el respeto y cariño. Es lo que yo percibo como valencianista.

 

Le encanta A Coruña.

Me encantan las ciudades medianas que miran al mar. Recuerdo el olor a salitre, su aspecto señorial y siempre tan viva y alegre a pesar de la lluvia. También por la comida, por supuesto.

 

Y por el SuperDépor. ¿Con quién se queda de aquellos años compitiendo por todo?

Si tuviera que elegir uno me quedaría con Fran. Es la estrella que más me gustaba. Creo que era el más completo, un jugador de la casa que tenía muchísima creatividad, imaginación y calidad y que representa las dos grandes épocas del club y la esencia del Dépor. Fue capitán general durante muchísimos años y dando siempre un rendimiento altísimo. Me apena que no triunfase en la selección: se apagaba un poco. Luego estaban Bebeto, Mauro Silva, Djalminha, Tristán…

 

¿Identifica en la actual situación del Valencia lo que ya se vivió aquí hace años?

Sí, hay una cierta identificación con esos grandes clubes dejados de la mano de dios a los que luego les cuesta tanto subir. Son historias distintas, pero en algo sí se parecen: la afición del Valencia, con el equipo último, penúltimo o antepenúltimo toda la temporada, ha respondido con 40.000 o 42.000 aficionados en cada partido. Son dos ciudades volcadas con sus equipos. La del Dépor es una afición que tiene una pasión tremenda. Y cuando peor están las cosas más le apoya la gente. Recuerdo ese ambiente de Riazor, como un huracán de fútbol antiguo.

 

Ha vivido la evolución del periodismo y su pérdida de prestigio. Defienda la profesión.

El periodismo, en esencia, no ha cambiado. Por mucho que los formatos hayan evolucionado, la esencia sigue siendo la misma: contar buenas historias respetando la verdad y el fair play a la hora de contarlas. Se necesita una formación y un espíritu crítico para diferenciar lo bueno de lo malo, pero creo que sigue habiendo mucho buen periodismo. Solo hay que buscarlo.

Cayetano Ros: “En Valencia hay simpatía por el Dépor, el odio no es recíproco”

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