“El ciclismo tampoco lo viví como un sueño, hay gente que lo vive cien por cien como eso. Para mí era un hobby, en el que tenía la ilusión de llegar a profesional. Este sueño se cumplió y después se cerró un ciclo”, comenta Gonzalo Rabuñal, que recuerda cómo vivió su retirada, de forma abrupta, en 2010, debido a la desaparición del equipo Xacobeo Galicia.
“Muchos corredores estábamos en negociaciones y nos cogió por sorpresa cuando ocurrió. Hubo quienes firmaron más barato, otros se reubicaron y en mi caso la verdad no me vi con ganas de seguir peleando”, aclara.
Y eso a pesar de que por entonces estaba en un gran momento en su carrera deportiva, con 26 años. “Durante esa última Vuelta a España hice ‘top 30’ y tenía ofertas. Luego algún equipo cerró de forma brusca. El ciclo estaba cumplido”, incide Gonzalo.
Admite que su progresión como profesional fue exponencial, pero que entendió en 2010 que era el momento de dejarlo y buscar nuevos caminos. “Hice cuatro años de menos a más (comenzó en 2007). Yo veía como cada año iba mejor y de golpe no quería dar un paso para atrás”, comenta el exciclista.
Se encontró con la compresión de los suyos ante esta decisión que suponía un gran cambio de rumbo en su vida. “Mi entorno veía lo que me esforzaba, que los dos últimos años di un paso muy grande en resultados…Pero cuando no hay nada que hacer y no está en tu mano, a otra cosa”, afirma Rabuñal.
No hay un poso de amargura en su voz, aunque sí puntualiza que alguno de sus compañeros vivieron situaciones complicadas porque tuvieron que bajarse de la bicicleta. “Al final depende de cada persona. Ahora está más instaurado y creo que es necesaria la figura del psicólogo deportivo. Nosotros no teníamos y hubo compañeros que lo pasaron mal. Yo fui bastante positivo, no lo pasé mal. Justo en diciembre de ese año, en el que me quedaba sin equipo, firmé una hipoteca y me puse a reformar una casa con mi padre. Se acabó esa época (del ciclismo) y había que buscarse la vida”, asevera. Y eso fue lo que hizo, continuar hacia adelante y seguir vinculado al mundo de las dos ruedas. “Estuve en varias tiendas, después un periodo en el paro. En total sobre 6 años en el mundo de la bici. No es que tuviera malas experiencias con clientes, que suele ser lo que más quema, pero el horario comercial no me acababa de cuadrar”, dice.
Llegó entonces una nueva vuelta de tuerca para Gonzalo. “Pensando en años posteriores, que amplié familia (tiene dos hijos) , me surgió el tema de empezar con la jardinería. Comencé en Arce, desde abajo y estuve unos años en mantenimiento en el Ayuntamiento de Arteixo. Ahora estoy en la sede central de Inditex”, apunta. No se ha desligado del ciclismo y colabora cada año junto a Ezequiel Mosquera, que fue su compañero de equipo, en O Gran Camiño. “Te diría que los exciclistas profesionales de Galicia, en mayor o menor medida, alrededor de un 50% de los que podemos estamos esos días metidos. Yo estoy en la zona de montaje y desmontaje de metas, es lo que me queda de contacto con el profesionalismo. También en una asociación de Arteixo en la que organizamos BTT y Trail. Me gusta hacerlo y sé por donde van por los tiros, pero si la gente supiera todo el trabajo que da y todo lo que implica y mueve alucinaría”, expone. En el caso de O Gran Camiño “solo en la zona de meta estamos sobre 50 personas. Y luego alrededor de 200 personas de EME Sports (la empresa de organización de eventos de Mosquera). Unos marcan la carrera por delante, otros por detrás, estamos los de meta... Cuando voy es una desconexión de la familia. Son cuatro días en los que apenas duermes, montas la meta, llegan los corredores y hay que desmontarla rápido porque cuanto más tardas, peor”, enumera.
Para el recuerdo un día en el que le entró nostalgia: “No era mucho de ir a carreras antes de ser profesional sí de verlas, pero no en directo. Después de dejarlo o dejarme el ciclismo a mí, mejor dicho, tardé unos cinco años en ir a ver una. Un año en el que la Vuelta acabó por la zona de los Ancares fui a verla y fue el primer día que me dio esa sensación de pena, de vacío. Pensé ‘por qué poco podía seguir estando aquí. Fue el único día que me pasó. De regreso en el coche fue el día que dije ‘Joder, qué pena, que bajón’”.
Carrera fugaz y brillante |
Gonzalo Rabuñal Ríos (Arteixo, 1984) debutó como profesional en el equipo Xacobeo Galicia en 2007. Su primera bicicleta había sido una BH California, mientras que para competir debutó con una Bianchi 603, color verde turquesa y con letras en violeta.
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