“El triatlón ha sido lo mejor que me ha podido pasar”. Con esa frase tan contundente responde David Castro Iglesias a la pregunta de qué supone para él un deporte minoritario que descubrió en 1990 de casualidad y del que es pionero.
“Descubrí el triatlón en los años 90. En esa época era un deporte mucho más minoritario y menos conocido que ahora. Eran los inicios. Yo lo vi en mi barrio, en Los Castros, me llamó mucho la atención y me animé a probarlo”, rememora David Castro.
Como indica, había mucho desconocimiento sobre esa disciplina y apenas había entrenadores, por lo que se preparaba practicando por separado los tres deportes que componen esta disciplina: atletismo, natación y ciclismo.
“En aquella época era un poco una aventura porque para entrenar no sabías muy bien qué hacer. Te acercabas a un club de atletismo y entrenabas con ellos. Luego ibas a nadar por ahí. Y andabas en bici con otra gente. Hacías un poco de cada deporte de manera individual y luego lo juntabas todo”, señala el herculino.
Poco a poco, el deporte se fue profesionalizando y entró en el programa olímpico en el año 2000. En esa época, el coruñés, a pesar de que ya era uno de los mejores de España, no pensó en que pudiera dedicarse plenamente al triatlón.
"Nunca pensé que fuera a vivir del triatlón"
“Para mí era un hobby. Me enganchó, pero nunca pensé que fuera a vivir de esto o que podía llegar a ser olímpico. Yo entrenaba y competía porque me gustaba. De hecho, nunca di el paso de dedicarme plenamente al triatlón porque me decía que tenía que trabajar y buscarme la vida de otra manera", asevera.
Ese pensamiento surgió porque venía de una familia humilde en la que el dinero hacia mucha falta. Por suerte, perseveró y pudo tener una gran carrera en esta disciplina.
“Yo soy de familia humilde y que no entrase dinero en casa era complicado. Entonces, el tema de trabajar siempre estuvo presente en mi mente. Aún así, dediqué mucho tiempo, aposté por ello y tuve mucha suerte. Me fui rodeando de gente que me fue apoyando. La Federación también ayudó mucho porque apostaba para que este deporte creciese”, comenta el extriatleta.
Sin embargo, a pesar de poner todo de su parte no pudo cumplir su sueño de ir a los Juegos Olímpicos. No por su desempeño, sino porque la política no quiso que fuesen tres gallegos a la cita más grande del deporte.
“Era una época en la que estaba muy metida la política y no interesaba que fuésemos tres gallegos. Estábamos Javi Gómez Noya, Iván Raña y yo. A Javi lo dejaron de lado por el tema del corazón. A mí me tenían ahí pero no quisieron apostar por mí a pesar de tener casi los mismos puntos que el triatleta que fue. Es una espinita que todavía tengo clavada”, dice David Castro.
Fue en ese momento en el que empezó a pensar en la retirada. No solo por esa decepción, sino por una lesión que sufrió en el femoral y por el nacimiento de su hijo en 2007.
“Cuando nació mi hijo me replanteé muchas cosas. Al tener un hijo, una lesión grave y estar cerca de los 35 años busqué otro tipo de distancia para seguir compitiendo. Además, volvió a aparecer el tema de trabajar, que siempre lo tuve en la cabeza. Poco a poco fui dando pasos para dejar la alta competición”, apunta.
Se marchó a Valencia y continuó entrenando. Sin embargo, la Federación le pidió que ayudase a otros triatletas y él aceptó sin saber que acababa de descubrir otra profesión.
“Estando en Valencia hice trabajos de entrenador para la Federación y también de coordinador en el centro de triatletas. Todo estaba enfocado en el entrenamiento de otras personas y en el mío propio. Todo eso me sirvió para hacer algo de dinero”, indica.
Tras un breve paso por Galicia, se mudó a Madrid con su esposa y decidió crear una escuela llamada Trisinfronteras en la que ayuda a cerca de 80 niños y 50 adultos.
A pesar de ese éxito, David Castro va a volver a casa, A Coruña, para llevar a cabo un nuevo proyecto en el que pretende potenciar este deporte.
“Para el próximo año, nos vamos a A Coruña por el trabajo de mi mujer y tengo la idea de dejar la escuela de El Molar y hacer algún proyecto nuevo en A Coruña. Todavía no sé si crear otra escuela o hacer otra cosa para que el triatlón sea más conocido”, arguye.
Y es que este deporte le cambió la vida y todo lo que espera es ayudar para que le ocurra lo mismo a otras personas.
“El triatlón ha sido lo mejor que me ha podido ocurrir. Me cambió la vida y me la sigue cambiando. Los deportes minoritarios te dan muchísimo, no a nivel material pero sí a nivel de experiencia y conocimientos”, concluye.
Un pionero del deporte |
David Castro Iglesias (A Coruña, 1975) es un pionero del triatlón no solo en Galicia sino en España. El coruñés es uno de los deportistas gallegos más laureados de esta disciplina tanto a nivel nacional como internacional.
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