Básquet Coruña-Granada. Faltan 5:22 para el final del segundo cuarto. El visitante Giorgi Bezhanishvili anota su segundo tiro libre. En la pugna por el rebote, Atou Diagne se cae sobre el parqué con tanta mala suerte que apoya su espalda sobre la pierna izquierda de Trey Thompkins. El estadounidense deja la pista cojeando y se tira con gestos de dolor. Se encienden las alarmas en el banquillo coruñés. El fisioterapeuta Bruno Camblor, el preparador físico Gus Gago y el doctor Carlos Lariño salen disparados hacia la escena. Allí ya están Aleix Font y Olle Lundqvist. También Diagne. Thompkins se levanta a duras penas y corre sobre su pierna derecha hacia los vestuarios. Le siguen Lariño y Camblor. La primera exploración apunta a un esguince del ligamento lateral interno en la rodilla izquierda. Las pruebas médicas de este lunes confirman el diagnóstico. Nadie le va a quitar dos o tres semanas de baja, pero puede ser alguna más. ¿Volverá a vestir Thompkins la camiseta del Leyma?
"Al descanso estaba bastante cabizbajo y afectado", reconoció Diego Epifanio nada más acabar el partido contra el Granada, que el ala-pívot finalizó en el banquillo con una bolsa de hielo para rebajar la inflamación. "Después de la victoria ya estaba más contento, pero evidentemente sigue preocupado. Tenemos que prepararnos para competir sin él, pero seguro que va a trabajar para volver con nosotros. Ojalá que sea lo menos posible", deseó el entrenador.
En la baja de Thompkins subyacen varias cuestiones. Su situación contractual le ata al Básquet Coruña solo hasta el final de esta temporada. El futuro más inmediato del equipo, que en tres semanas podría estar matemáticamente descendido si no gana en Tenerife (sábado 26 de abril), Zaragoza (miércoles 30) o contra el Barça (jueves 8 de mayo) en el Coliseum, tendrá un peso importante en la decisión de los servicios médicos y del jugador.
Sin opciones de lograr la permanencia, su regreso a las pistas se antoja un riesgo innecesario pensando en su próximo contrato, ya sea en otro equipo ACB o en Europa. Todo cambiaría si el Leyma ganase uno o más de los siguientes partidos y recortase la diferencia con sus rivales por la salvación, Andorra, Bàsquet Girona, Bilbao Basket y Lleida, todos con cuatro victorias más que el equipo coruñés.
En la posible vuelta del ala-pívot a la competición entra en juego el historial de una maltrecha rodilla izquierda, que ya soportó dos lesiones graves en su breve etapa NBA y cuando vestía la camiseta del Real Madrid. El jugador nacido de Nueva York y criado en Lithonia (Georgia) sufrió, después de su curso de rookie en Los Angeles Clippers, una contusión ósea en la misma rodilla, dolencia que le dejó dos años en el dique seco. Pese a los rumores acerca de su retirada definitiva del baloncesto, encontró acomodo en Europa. Y de qué forma.
Su explosión con el Nizhny Novgorod ruso le abrió las puertas del Real Madrid, donde ganó 13 títulos. El final de su etapa en la 'casa blanca' estuvo marcado por una enigmática artroscopia en la rodilla izquierda (el club nunca reveló el alcance real de la lesión) en mayo de 2021. Desde entonces solo jugó 16 partidos más con el equipo español antes de salir por la puerta de atrás después del incidente con Thomas Heurtel en Estambul. Posteriormente pasó por el Zenit y el Estrella Roja antes de su fichaje bomba por el Básquet Coruña.
¿Qué pierde el Leyma sin Thompkins? Epi no podrá contar en lo próximos partidos con el tercer máximo anotador del equipo (12,4 puntos de promedio, solo por detrás de Heurtel y Brandon Taylor, los dos con 12,9) y su mayor amenaza para abrir el campo. Y es que el '33' es el líder del equipo y el top-20 de la ACB en promedio de triples (42% con 1,9 aciertos en 4,5 intentos por encuentro).
Pero el estadounidense es mucho más que un tirador. Es uno de los jugadores más finos y productivos de la Liga en el poste bajo, una solución habitual del Leyma en los momentos claves de los partidos (presenta un 58,% de acierto en tiros de dos), y también una pieza de kilos y centímetros para proteger el aro (promedia 3,8 rebotes, solo por detrás de Goran Huskic, Atou Diagne y Beqa Burjanadze).
"La salida de Trey nos condiciona porque durante muchos minutos no hemos tenido a uno de nuestros mejores jugadores en la pista. Hemos estado bastante bien en la defensa del uno contra uno y del bloqueo directo, pero lo que más hemos echado de menos con la ausencia de Trey es cuando ellos han podido pisar la pintura con sus exteriores, meter canastas e ir a la línea de los tiros libres", sorprendió Epi con una loa a la importancia del estadounidense en defensa, que no es precisamente uno de sus puntos fuertes.
Burjanadze dio un paso adelante en la rotación, la solución natural, aunque no la única de cara a los siguientes compromisos: "Hemos intentado suplirlo primero con Beqa, que ha hecho un gran partido y luego hemos rotado con Karlis [Silins] al cuatro", explicó el técnico.
La lesión de Thompkins llega en el peor momento, cuando mejor estaba el jugador (antes del sábado encadenaba 20 puntos contra el Breogán, 17 en Valencia, 24 contra el Girona y 22 en Málaga) y cuando más necesita el Básquet Coruña su experiencia y caudal anotador en la pista. "Era ahora cuando había entrado en la armonía del equipo y se encontraba en su mejor versión. Esperemos que sea lo menos posible. Toco madera", zanjó Burjanadze.