Los laterales del Dépor, de secundarios a protagonistas: Petxa sigue gris y Tosic crece
lll
17º-23º

Los laterales del Dépor, de secundarios a protagonistas: Petxa sigue gris y Tosic crece

Los laterales del Dépor, de secundarios a protagonistas: Petxa sigue gris y Tosic crece
Álex Petxarromán (izquierda) y Nemanja Tosic, laterales del Deportivo, conducen el balón durante el partido reciente ante el Cádiz en Riazor | Fotos: Patricia G. Fraga/Quintana

Usuario

Álex Petxarroman y Nemanja Tosic han pasado de secundarios a protagonistas por exigencias del guion. El Deportivo vive en las últimas semanas una de esas historias en las que dos jugadores llamados, en principio, a tener un rol complementario han acabado expuestos al primer plano de la competición. Les tocaba ofrecer otro perfil, resolver una urgencia, pero el escenario los ha colocado bajo los focos. Y sus actuaciones, como generalmente ocurre en el fútbol, están llenas de matices.


Petxa y Tosic han sido dos de los nombres propios en los dos últimos partidos del Dépor, ambos resueltos con victoria y, sobre todo, con la portería a cero. Dos laterales que llegaron a Riazor con trayectorias, condiciones y expectativas muy distintas, y que ahora comparten una misma circunstancia: ser titulares en un tramo decisivo de la temporada por necesidad más que por elección.


Porque las lesiones y las ausencias empujaron a Óscar Gilsanz a recurrir a ellos, los únicos laterales sanos de la plantilla a la espera de la recuperación de Rafa Obrador y con Ximo Navarro y Sergio Escudero con bajas prolongadas. Y aunque el resultado colectivo —dos triunfos ante Racing de Ferrol (0-1) y Cádiz (1-0) y ningún gol encajado— legitima las decisiones del técnico betanceiro, el análisis individual de sus partidos dibuja un paisaje desigual. El rendimiento de ambos ante el Cádiz, último gran examen superado por el Deportivo, revela luces y sombras. Dos perfiles opuestos, dos historias diferentes. Además, cabe destacar que existe una cuestión externa a lo puramente futbolístico que sobrevuela todo y se presenta como otro factor a tener en cuenta.

 

El peso de las expectativas

Las expectativas funcionan como un marco invisible que siempre está presente, consciente o inconscientemente, a la hora de valorar la actuación de un jugador. Y en el caso de Petxa y Tosic, esa diferencia también tiene un papel importante para entender la percepción de sus actuaciones.


El futbolista donostiarra llegó a A Coruña el pasado verano con un cartel de futbolista asentado en Segunda División. El Deportivo pagó un traspaso por él, apostó por un lateral derecho que venía de sumar minutos con regularidad en la categoría de plata en el Andorra y que acumulaba un recorrido interesante en su carrera. Su perfil, además, ofrecía características diferentes a las de Ximo Navarro, su competencia natural, y se presentaba como un recurso para un equipo que quiere ser protagonista: criterio con balón, capacidad de asociación y lectura táctica, aunque con un asterisco en su desempeño en tareas defensivas. No obstante, era un refuerzo pensado para dar un salto de calidad en esa posición.


Nemanja Tosic, en cambio, aterrizó en Riazor en el mercado de invierno como un recurso de emergencia. Su llegada respondió a la lesión de Escudero y al deseo del club de incorporar un lateral izquierdo de un perfil defensivo, diferente a Obrador, capaz de sostener al equipo en contextos de sufrimiento. Así lo explicaron Fernando Soriano y Óscar Gilsanz en sus primeras declaraciones sobre el serbio. El jugador cedido por el Zurich suizo venía con la etiqueta de especialista defensivo para aportar en el juego aéreo y ser un comodín más en caso de actuar con defensa de tres centrales. Además, su estreno como suplente en Elda, breve pero flojo, rebajó todavía más las expectativas sobre él.


Sin embargo, el paso de las semanas ha ido cruzando las trayectorias y las expectativas de ambos. Petxarroman no está consiguiendo responder a lo que se esperaba de él, mientras que Tosic está creciendo en confianza y empieza a ofrecer un rendimiento sólido en los parámetros que le corresponden. El partido contra el Cádiz, en ese sentido, fue un buen reflejo de ese cruce de caminos.

 

Petxa, irregular

El partido de Álex Petxarroman ante el Cádiz volvió a dejar la sensación de un jugador que no termina de encontrarse con su versión óptima. No fue una actuación calamitosa, pero sí cargada de detalles preocupantes. Especialmente en fase defensiva, donde vivió una noche con ciertos apuros.


En ataque, el lateral derecho dejó alguna acción aislada interesante. Participó en el gol del Deportivo y puso un par de centros con buena intención y ejecución, uno de ellos precisamente previo al tanto de Mario Soriano. Su lectura del juego sigue siendo una de sus virtudes e interpretó bien los espacios a ocupar para potenciar que Mella pudiese recibir con ventaja para encarar. Además, Petxa también fue un apoyo para los mediocentros en la creación subiendo su altura y adentrándose por el carril interior. 

 

Petxarroman patricia g fraga
Petxarroman presiona a Ontiveros en el duelo ante el Cádiz Foto: Patricia G. Fraga


No obstante, en salida de balón volvió a protagonizar un error grave que estuvo a punto de costar caro al equipo tras un pase de tacón innecesario. Un fallo que hizo recordar a su equivocación contra el Burgos en Riazor y que de nuevo alimenta las dudas sobre su evolución.


Además, en defensa volvió a evidenciar la diferencia en la comparación con Ximo. El Cádiz orientó parte de su plan ofensivo a castigar las bandas y, en ese escenario, Petxarroman sufrió. Le costó contener a De la Rosa, un jugador joven, recién llegado al fútbol profesional, que le hizo pasar una mala noche. Se comió varios amagos, perdió disputas físicas incluso teniendo ventaja y, aunque salvó un gol por estar bien posicionado y estuvo atento en algunas coberturas, volvió a dejar más sombras que luces en una actuación que, eso sí, despertó opiniones encontradas entre la afición.

 

Tosic, al alza

Distinto fue el partido de Tosic, que dejó una actuación sobria, discreta, pero eficiente. Cuajó un partido ajustado a lo que se le pide a un jugador de su perfil. Apenas pisó el campo rival, pero defensivamente fue un muro difícil de superar.


El serbio supo interpretar bien las situaciones defensivas, aguantó los duelos individuales y se mostró fuerte en las disputas físicas. Cuando el Cádiz buscó cargar su banda, se encontró con un futbolista sólido y que demostró capacidad de reacción en los primeros metros ante los intentos de regate del rival. Además, en el juego aéreo fue un seguro, ganando prácticamente todos los duelos (cuatro de cinco).

 

Tosic quintana
Tosic conduce el balón ante Rubhén Sobrino en el duelo ante el Cádiz | Foto: Quintana


Su actuación es todavía más meritoria si se tiene en cuenta el contexto. Porque el Cádiz no es un rival sencillo. En su banda aparecieron jugadores con la velocidad de Rubén Sobrino y el talento Óscar Melendo, futbolistas con experiencia y capacidad para generar problemas. Pero Tosic supo esquivarlos con solvencia.
 

Sus limitaciones en ataque volvieron a ser notorias, pero al menos supo ser un apoyo para el extremo. “Creo que sin ser un lateral tan profundo sabe adaptarse muy bien posicionalmente con Yeremay. Estamos muy satisfechos con él”, comentó Gilsanz tras el partido. Su escaso bagaje ofensivo es un peaje asumible si en defensa cumple con nota. Y ante el Cádiz, lo hizo.


La historia de Petxarroman y Tosic en el Deportivo es, de alguna manera, un ejemplo de cómo funcionan las dinámicas en el fútbol. Las expectativas lo condicionan todo y, además de lo puramente futbolístico, también es esencial comprender el contexto psicológico de ambos. Petxarroman sigue sin alcanzar el nivel esperado y continúa luchando contra su rendimiento en el pasado, las expectativas y la comparación con Ximo. Tosic, con la mochila vacía de presión, está creciendo en silencio, tras un punto de partida mucho más bajo, y poco a poco se está ganando por méritos propios el hecho de aumentar el margen de confianza sobre él.


A la espera de la recuperación de Obrador o de algún giro de timón por parte de Gilsanz, ambos seguirán siendo importantes en este tramo final de la temporada y seguirán expuestos. Pero por ahora, el Dépor ha conseguido algo fundamental con ellos: mantener la portería a cero. Y Petxa y Tosic, cada uno en su medida, tienen parte de responsabilidad en ello. 

Los laterales del Dépor, de secundarios a protagonistas: Petxa sigue gris y Tosic crece

Te puede interesar