Pablo Martínez, ‘Pama’, como le llaman sus compañeros, celebraba con rabia el ascenso a Segunda el pasado domingo ante el Barça Atlètic, el séptimo de su carrera, empatado así en gestas con Salva Sevilla, talismán de los ascensos.
Una proeza para añadir a su hoja de servicios para un central muy querido en el Deportivo, que finaliza contrato el 30 de junio y es el único del once de gala blanquiazul cuya continuidad no está confirmada.
El zaguero nunca ocultó que su objetivo era subir, tras haberlo conseguido en numerosas ocasiones en Francia. La primera vez lo había logrado en el curso 2008-09 con el Mallorca B, que entonces militaba en Tercera.
Después llegarían tres ascensos en la misma entidad, en el Entente Sportive Pays d’Uzes, club fundado en el 2005 que lograba escalar cinco divisiones desde su nacimiento hasta el 2013. Pablo Martínez celebraba tres ascensos hasta llegar a una categoría similar a la actual Primera Federación.
A continuación, contribuía en la 2010-11 al ascenso del Martigues. No acababa ahí su papel importante, en este caso, en la promoción del Gazélec d’Ajaccio, que pasaba de jugar en la 3ª categoría a la Ligue 2. Martínez disputaba ese curso 33 partidos, a veces ejerciendo de lateral, posición que ha ocupado con el Deportivo cuando el equipo lo ha necesitado.
Sus siguientes retos profesionales le llevaban a las escuadras del Angers, Estrasburgo, con el que ganaba la Copa de la liga, y el Nimes.
El séptimo ascenso en su cuenta personal lo ha conseguido con el Depor, que ha encontrado en la dupla entre este y Pablo Vázquez a la pareja de centrales más solvente de Primera Federación. Queda ahora que ‘Pama’ despeje la incógnita de si continúa o no en el Depor.