Del pozo se sale: seis ejemplos para creer en el milagro del Básquet Coruña
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Del pozo se sale: seis ejemplos para creer en el milagro del Básquet Coruña

Media docena de equipos con igual o peor récord que el Leyma tras la jornada 20 evitaron el descenso
Del pozo se sale: seis ejemplos para creer en el milagro del Básquet Coruña
Gus Lima celebra una acción durante un partido en el Coliseum | acb Photo/Mónica Arcay

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Nada es imposible. Querer es poder. En el deporte y en la vida abundan los manidos lemas publicitarios y las cursis sentencias motivacionales. El Básquet Coruña se agarra al trabajo y a los números, algo más tangible, para creer en la permanencia. Colista de la ACB en el parón de febrero por la Copa del Rey y las ventanas FIBA con un récord de 4-16, tiene media docena de ejemplos para confiar en la remontada. Seis equipos con igual o peor récord que el Leyma  tras la jornada 20 acabaron sacando la cabeza. La historia reciente de la Liga dice que mientras hay vida, hay esperanza.
 

Bajo el actual formato de 18 equipos y dos descensos por temporada que se instauró en 1996 —salvo dos cursos de 17, uno de 19 y el año del covid, sin promociones—, la ACB ha sido testigo de grandes reacciones tras la pausa por la Copa. Es el caso del Fórum Valladolid 2002-03, el ViveMenorca 2006-07, el Cajasol Sevilla 2008-09, el Divina Joventut 2017-18, el Bilbao Basket 2020-21 o el BAXI Manresa 2022-23, historias de supervivencia con héroes de carne y hueso.
 

La primera remontada se produjo hace ya 22 años a orillas del río Pisuerga, la casa de un equipo mítico y con enjundia, el Fórum que en los 80 y 90 brilló con figuras como Sabonis, Schmidt, Trumbo, Tijonenko o el malogrado ídolo local Lalo García. Nada que ver en la temporada 2002-03: inició el curso con un 2-9 que anticipó la salida del entrenador Chus Mulero y la llegada de Luis Casimiro.
 

“Ese año las pasamos canutas. Casimiro fue trampeando y enderezando el rumbo a base de refuerzos y de jugar como al fútbol: a no encajar (risas). En muchos partidos se refugiaba en la zona y permitía tiros liberados. La gente no lo entendía, pero salvó al equipo”, rememora Miki de Pablos, jefe de Deportes en el diario pucelano El Norte de Castilla.
 

El periodista señala el fichaje de Pablo Laso como una de las claves en la permanencia, un Pablo Laso en su ocaso como jugador tras casi dos décadas en la élite. “Casimiro necesitaba un veterano que pegara cuatro voces en el vestuario, lo fichó más como capitán que como base. Los que hacían los puntos eran Óscar Yebra, muy buen jugador, pero un tipo peculiar; Mike Iuzzolino, un escolta bajito, de recibir y tirar, y Amal McCaskill, que había dado positivo por marihuana”, evoca De Pablos.

 

Impuesto revolucionario

En Valladolid se rumoreaba que el exalcalde León de la Riva (1995-2015) influenció más de una vez en la recaudación de fondos para la permanencia del Fórum en la ACB. “Era súper forofo. Cuando había problemas, dicen que levantaba el teléfono para convencer a alguna empresa de que pusiera dinero para fichar a uno o dos americanos. El impueso revolucionario del baloncesto era una coña habitual en Valladolid”, ríe el periodista. Con la política de por medio o no, el equipo pucelano se salvó con un récord de 7-7 en los últimos catorce partidos y un balance final de 11-23.
 

El recuerdo más fresco está en el Nou Congost. Hace solo dos años, el Manresa de Pedro Martínez llegó a la jornada 20 con tres victorias por 17 derrotas —récord inferior al actual del Leyma— pero a solo una de la permanencia que entonces marcaba el Real Betis (4-16) y no dos como las que separan al Básquet Coruña de sus rivales por la salvación.
 

“La gente daba al equipo por desahuciado y de repente... Llegaron muchos jugadores nuevos, empezaron a ganar partidos y cambió la dinámica por completo. Fue bastante milagroso, casi nadie daba crédito”, recuerda Carles Jódar, periodista local y narrador de El Ganxo en los partidos del equipo catalán.
 

Al contrario que en Valladolid, el Manresa confió desde principio a fin en el mismo técnico. “La gente se aferraba a Pedro Martínez, que presionó para cambiar la plantilla. Llegaron jugadores como Martinas Geben o Devin Robinson, que fueron diferenciales. Los partidos de casa también fueron muy importantes. El ambiente del pabellón cambió: pasó de la depresión a la fiesta”, añade Jódar, que hace suya una reflexión de Ibon Navarro, entrenador de Unicaja. “Siempre explica que en las temporadas ACB hay dos momentos diferenciales: la primera vuelta y lo que viene después de la Copa, que es cuando cambian las dinámicas”.

 

Cuatro más

El citado Pedro Martínez que salvó al Manresa también fue protagonista en la reacción del Cajasol Sevilla, que en la ACB 2008-09 con 17 equipos pasó del 4-16 al 10-22 en las últimas 14 jornadas, lanzado por el fichaje del estadounidense Clay Tucker (17,5 puntos por partido en once apariciones). Dos años antes, el técnico Ricard Casas, los norteamericanos Chris Moss, Paul Shirley y los balcánicos Marino Bazdaric y Mario Stojic levantaron al Menorca del 4-16 al 12-22. 
 

Con un idéntico balance salió del pozo el histórico Joventut en la temporada 2017-18, liderado por la irrupción del base argentino Nico Laprovittola, que en 17 partidos promedió 16,4 puntos y 6,9 asistencias. En la campaña poscodiv con una Liga de 19 equipos, el Bilbao esquivó el descenso con una reacción menos espectacular, del 4-16 (colista) al 10-26 (17º), sin cambio de entrenador (Álex Mumbrú) pero muchos movimientos en el mercado. De una u otra manera, hay motivos para creer.

Del pozo se sale: seis ejemplos para creer en el milagro del Básquet Coruña

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