El Leyma Básquet volvió a perder delante de los suyos, una afición que durante gran parte del encuentro ante el Gran Canaria clamó contra los árbitros, harta del peaje –y algo más– que está pagando el equipo de Diego Epifanio en su condición de novato en la ACB. Una realidad, dura e injusta, que mantiene al BC en el farolillo, ahora a dos triunfos de distancia del penúltimo, tras el triunfo del Granada contra el Bàsquet Girona.
Con la doble novedad de Lima, regreso a una convocatoria y cinco inicial, saltó el equipo naranja al parqué. Y mejor plantado en defensa, también por la presencia de Lundqvist. Pero con un missmatch claro: Barrueta vs Brussino. Del cual se aprovechó el espigado alero argentino para dar la iniciativa al conjunto insular (2-5).
Un triple suyo y otro de Homesley abrieron el primer hueco de dos canastas (12-17) y obligaron a Diego Epifanio a gastar su primer tiempo muerto. Aunque no logró variar la dinámica. El esloveno Samar, paisano de su técnico, (re)debutó en la ACB con un acierto desde larga distancia, seguido de un gran movimiento de Pelos en el poste.
Primera luz roja (14-22) para un Leyma sin puntos desde el arco (0 de 4 en este periodo). El francés repitió tras dos libres de Burjanadze y un canastón de Heurtel, crossover mediante, cerró un primer cuarto donde la diferencia (20-24) la marcaron los triples que sí enroscó el Granca (4 de 9).
Dos puntos de pillo, bajo el aro, de Jakovics, inauguraron el marcador del segundo cuarto. Y un triple de Barrueta, el primero del Básquet Coruña en seis intentos, lo apretó al máximo (25-26).
Pero Brussino volvió a hacer pupa ante la defensa del Papi. Enlazó un 2+1 con un triple. Shurna agregó dos dianas desde 4,60 metros y el conjunto de Jaka Lakovic logró su mayor superávit de la primera mitad (25-34).
Epi devolvió a pista a Thompkins y a Lundqvist. El estadounidense se encargó del ataque y el sueco de la defensa. Su hiperactivad le hizo llegar a todos los rincones de la pista, secó a Brussino y lanzó varios contraataques que devolvieron al Leyma al rebufo (36-40).
La parte negativa, que siempre la hay, vestía de gris y naranja. El trío arbitral señaló cuatro faltas a los locales en los primeros dos minutos y 28 segundos.Tres de ellas muy protestadas por la afición coruñesa. Una censura que se repetiría antes del descanso, con una dudosa falta contra Lundqvist y una posible a Thimpkins en el triple final. Gritos de "fuera, fuera". Al finalizar el periodo (39-42) y cuando los colegiados volvieron a cancha antes del tercero. No sería la última vez. Ni la penúltima. Ni siquiera la antepenúltima.
Silbidos y abucheos fueron también la banda sonora del tercer cuarto. Aunque la música buena la pusieron Heurtel y, sobre todo, Homesley. El francés dirigió con maestría, asistió y anotó. Pero desde el 4,60, mientras que el escolta visitante las metió de todos los colores. Sobre en penetraciones por la derecha de la defensa naranja y, lo que es peor, desde el arco.
Una exhibición a la altura de las que en el Coliseum se marcaron antes Sam Dekker (Joventut) y Rubén Domínguez (Bilbao Basket). Nada más y nada menos que 16 puntos, casi la mitad de los que metió el Gran Canaria en estos 10 minutos (23-34).
En medio del solo de guitarra de Homesley volvieron los pitos y abucheos a los árbitros, muy sibilinos con los contactos solo en una mitad de la cancha. Más "fuera, fuera" tras una antideportiva vía vídeo pedido por Lakovic. Y más cuando castigaron a Diuagne con una discutible cuarta personal. Y unos poquitos más tras un contacto sobre Huskic susceptible de ser penado con dos libres.
La clase de Heurtel, que conectó muy bien con el Jokic de los Pobres, hizo que el Leyma llegase al final del tercer acto sin entregar la cuchara entera (62-76).
El Coliseum resucitó con un parcial inicial de 5-0, con dos libres de Huskic y triple de Scrubb. Un tiro lejano del base galo se salió tras dar varias vueltas al aro, el mismo destino que el pameo posterior del pívot balcánico. Cuando no es el día...
Y de esa ación doblemente desgraciada nació una nueva protesta, por una antideportiva, más que cuestionable, de Heurtel a Salvó. Salvó convirtió los dos libres. Pero el problemón vino después: dos triples de Homesley (69-84). Epi paró el partido, claro. Y la consigna pareció clara: triples.
Los lanzó Barrueta, sobre todo, pero también parte del resto de jugadores naranjas. Una sucesión de varios errores condujeron el partido a la sentencia, porque Pelos y Thomasson si pasaron el balón por el aro (75-93) desde la larga distancia.
Los del Papi llegaron demasiado tarde. Y únicamente sirvieron para aplicar una capa de maquillaje a la décimo quinta derrota liguera del Básquet Coruña. De la que su desacierto y su laxa defensa fueron casi tan culpables como un –otro– arbitraje infame en tu propia casa.
Otro palo en este corto febrero. De días y partidos, solo dos por la Copa del Rey y las ventanas FIBA. El objetivo es remontar en marzo, contra rivales de la liga por la pemanencia.
Ah, y bronca final a los árbitros.
Leyma Básquet Coruña, 90-Gran Canaria, 98 |
Leyma (20+19+23+28): Lundqvist (4), Taylor (15), Barrueta (17), Lima (0), Thompkins (7) –cinco inicial– Scrubb (8), Jakovics (2), Huskic (10), Diagne (13), Heurtel (12), Burjanadze (2). Gran Canaria (24+18+34+22): Albicy (7), Brussino (20), Shurna (8), Tobey (6), Thomasson (11) –cinco inicial– Homesley (25), Kljajic (0), Conditt (4), Salvó (4), Pelos (7), Samar (3), Massamba Diop (3). Árbitros: Perea, Torres, Lucas. Incidencias: partido de la 19ª de jornada de la ACB disputado en el Coliseum ante 7.297 espectadores. |