El Básquet Coruña visita este domingo uno de los feudos más complicados de la ACB. El pequeño y ruidoso Nou Congost, con 5.000 asientos y una media de 4.890 espectadores por partido esta temporada es el fortín del Bàsquet Manresa, campeón ‘milagro’ de la Copa del Rey en 1996 y la Liga en 1998. El equipo catalán suma este curso ocho victorias y solo dos derrotas como local, un récord que solo superan los cinco primeros clasificados: Real Madrid, Unicaja, Tenerife, Valencia y Joventut.
Por contra, el Leyma acredita solo dos triunfos en diez partidos lejos de A Coruña. Los dos en Cataluña, eso sí, contra el Lleida y el Girona. La victoria de la pasada semana, en casa también contra el Lleida, cortó una racha de nueve derrotas que, si no empezó el 7 de diciembre en el Coliseum ante Manresa (74-89), vivió un punto de inflexión en aquel partido, marcado por la lesión de Lima nada más empezar.
El equipo de Diego Epifanio ganó la semana siguiente en Girona, donde también cayó lesionado Scrubb. A partir de ahí encadenó nueve partidos sin vencer, acuciado por la falta de efectivos. El mediático fichaje de Heurtel ha cambiado la cara del equipo: tiene un líder claro y un jugador diferencial sobre el parqué, un base que mejora a todos sus compañeros. El francés dejó detalles contra UCAM y Gran Canaria, explotó con 18 asistencias ante Joventut y, después del parón por la Copa del Rey y la ventana FIBA, guió el triunfo ante Lleida junto a Taylor y Huskic.
A la llegada de Heurtel, que ha rechazado una reciente oferta de Euroliga y seguirá en A Coruña hasta el final de la temporada, se sumaron en las últimas semanas las incorporaciones de Núñez, el alero dominicano nacido en El Bronx, y Silins, el pívot letón que cubre la baja de Lima. La ausencia del brasileño, que tiene licencia de formación, obliga a convocar a los otros cuatro jugadores de cupo en la plantilla: Diagne, Font, Burjanadze y Álex Hernández. Epi tendrá que realizar dos descartes: Silins, Núñez y Lundqvist, que ya se quedó fuera contra el Lleida, son los que tienen más boletos.
Colista de la competición con 5-16 en el casillero, el Básquet Coruña intentará encadenar dos triunfos por vez primera esta temporada para igualar al Granada (perdió en Málaga) y el Lleida (juega en casa ante el Zaragoza), los dos con 6-15, y responder a la victoria del Girona sobre el Joventut, 7-15. La empresa no será fácil en el Nou Congost, donde han caído Valencia, Unicaja, Barça o Joventut, por ejemplo, y solo han ganado Andorra y Baskonia, los dos en diciembre.
Sexto clasificado con uno de los presupuestos más bajos de la categoría (entre tres y cuatro millones de euros la pasada campaña), el Manresa se ha consolidado en la zona noble de la ACB, jugando la Copa en tres de los últimos cuatro años, además de firmar otras dos presencias en los playoffs por el título (este curso apunta a la tercera). Su gestión es un ejemplo de cómo construir un equipo top sin hipotecarse.
Y tiene una identidad propia muy acentuada sobre el parqué: físico y duro en defensa y con gusto por correr cuando tiene el balón. No en vano, lidera la Liga en ritmo (80,9 posesiones por cada 40 minutos) y es el segundo mejor en la estadística de eficiencia defensiva (recibe 104 puntos por cada 100 posesiones, un registro que solo mejora el Real Madrid).
Además es primero en cuatro apartados estadísticos: tiros libres anotados (18,6 por partido y 76,9% de acierto), faltas recibidas y cometidas (22,8 a favor y 24,6 en contra) y pérdidas (14,8). También destaca en rebotes totales y ofensivos (es top 3 con 36,8 capturas por partido y 12,52 en el aro contrario) y recuperaciones de balón (top 4 con 8,6 robos de promedio).
Más allá de los números, el equipo que dirige el gallego Diego Ocampo se emplea al límite del reglamento y lleva a sus rivales a su terreno: “Es muy meritorio lo que consigue Manresa con su energía y su actividad. Los demás tenemos que aprender a jugar con eso, pero también es cierto que su nivel de contactos y el nuestro no son para que acabemos igual de faltas. Normalmente no suelo protestar mucho, pero creo que había razones”, valoró Epi tras la derrota en el Coliseum del mes de diciembre. “Es un equipo difícil de arbitrar”, insistió el pasado viernes en la rueda de prensa previa al partido del Nou Congost.
La energía del cuadro catalán está personificada en algunos de sus jugadores más destacados: los estadounidenses Derrick Alston Jr., élite de la ACB en valoración (17,8 por partido) y puntos por partido (16,8) y claro favorito a mejor debutante en la competición, y Cameron Hunt, segundo anotador del equipo y uno de sus mejores triplistas, el principito del baloncesto español Mario Saint-Supery, cedido por Unicaja y que en su primer año en la categoría ya se ha ido por encima de 15 puntos en cinco partidos (ya metió 17 en el Coliseum) o el belga Retin Obasohan, líder de la Liga en faltas cometidas (3,5 por encuentro) y décimo que más recibe (4,1), aunque este último es duda, como Massa y Traoré.