Solo una canasta y dos tiros libres en los últimos 5:32 de partido se antojan insuficientes. Son los que anotó el Básquet Coruña en el clutch-time, término que nació en la NBA para definir los cinco minutos finales del último cuarto (o la prórroga) con una diferencia de cinco puntos o menor. El Leyma encajó un doloroso 13-4 en ese periodo, otro desenlace ajustado a la basura, como en Granada, en Lugo, en Badalona o en casa contra el Unicaja, el Joventut, el Valencia, el UCAM, el Gran Canaria, el Breogán y el Girona. En once de las 22 derrotas el margen es de diez puntos o inferior y en casi todas se repite el mismo patrón: apagón en el último cuarto.
Son esos minutos decisivos los que le pasan factura al equipo de Diego Epifanio. Y eso que en La Laguna llegó con empate (79-79) a los cinco finales gracias a un triple de Ingus Jakovics. Desde ahí hasta la bocina, solo cuatro puntos: un tiro libre del propio Jakovics (82-80 y 4:24 en el reloj), otro acierto desde los 4,60 metros de Beqa Burjanadze (82-81 y 2:51) y una bandeja de Brandon Taylor (87-83 y 1:06).
“Hemos llegado al final con opciones, pero fallamos muchos triples y ellos han estado muy acertados. Quizá si nos hubiese acompañado un poco más la suerte con los porcentajes le habríamos puesto las cosas más difíciles a La Laguna”, lamentó Epi al término del encuentro.
Sus jugadores fallaron en el clutch-time los cuatro intentos desde más allá del arco: dos de Aleix Font, uno de Phil Scrubb y otro, ya a la desesperada, de Burjanadze. Por su parte, el Tenerife firmó tres aciertos en cuatro lanzamientos: el quinto del enchufado Tim Abromaitis (82-79), el primero de la noche para Marcelinho Huertas (85-81) y el lapidario de David Kramer (90-73) a falta de únicamente 46 segundos para el final del partido.
Y eso que el escolta alemán, especialista del equipo canario y uno de los mejores tiradores de la ACB con un 41,4% de promedio, estuvo por debajo de sus números con 3 de 12 en triples. “Nos ha faltado acierto, especialmente a David, aunque ha anotado el triple decisivo y eso es una buena noticia”, valoró Txus Vidorreta.
El entrenador local resaltó el buen papel del Básquet Coruña en las Islas Afortunadas: “Tenían que darlo todo y así lo han hecho con acierto en ataque y complicándonos nuestros ataques con unas defensas que habitualmente no han utilizado y les ha dado muy buenos resultados”, analizó.
El plan de Diego Epifanio y sus jugadores funcionó durante buena parte del partido, minimizando el impacto de la pareja que forman Huertas y Gio Shermadini y permitiendo tiros abiertos que no pasaron por el aro. “Tengo que felicitar a mis chicos porque creo han hecho un partidazo en un campo muy difícil ante un gran equipo, pero están bastante apenados”, desveló el técnico burgalés.
“Hemos hecho muchas cosas bien a nivel defensivo, intentando ponérselo difícil a La Laguna. Creo que en la primera parte, con buenos porcentajes de tiro, ha sido más fácil mantenernos en la lucha. En la segunda hemos empezado fallando mucho y ellos han estado muy acertados desde el perímetro”, analizó Epi, que incidió en un epílogo mejorable.
“Ha habido esa opción, que podíamos haber robado la pelota e irnos en el contraataque, pero no hemos estado muy acertados y ellos sí. Para nosotros duele mucho porque estamos muy necesitados de victorias y creo que la puesta en escena y el planteamiento de los chavales ha sido excelente. Cuando ves que tienes opciones en un campo tan difícil como este siempre te duele más y, sobre todo, porque creo que el trabajo de la semana había sido muy bueno”, zanjó el entrenador del Leyma.
Sin tiempo para lamentos y sin margen de maniobra –la diferencia de cuatro victorias se antoja irremontable con solo seis partidos por jugar–, el Básquet Coruña vuelve a casa pensando ya en el próximo compromiso: el miércoles 30 de abril a las 20.00 horas en el Príncipe Felipe de Zaragoza, el partido aplazado de la jornada 27.