“Una de las políticas que queremos seguir es también acercar un poco la comunicación al aficionado. Intentar explicar al deportivista lo que estamos trabajando”, así se expresaba Álex Bergantiños en zona mixta el pasado 26 de agosto, al término el partido inaugural liguero del Deportivo ante el Rayo Majadahonda.
El excapitán blanquiazul y entonces consejero de la entidad, ejercía un rol de portavoz del Depor como una forma de tener más cercanía con el seguidor, a través de su figura, muy respetada. Hablaba de que en el palco había pasado “muchos nervios”. “Es un poco como cuando era jugador y estaba en el banquillo, que lo sufres más. Es la nueva etapa. Lo iré llevando mejor”, esperaba el de la Sagrada, que en su comparecencia también criticaba los problemas de retransmisión de FEF TV o la importancia que iba a tener la cantera en el equipo blanquiazul.
Bergantiños, que fue propuesto como consejero del Depor hace poco más de un año, el 8 de julio de 2023, dejará su cargo en la próxima Junta de Accionistas del 26 de junio. Su presencia, que comenzó con fuerza en aquella zona mixta, se fue diluyendo en el Depor y tuvo como momento cumbre la despedida de Ian Mackay.
Bergantiños fue el único consejero que estuvo presente el pasado 10 de enero en la comparecencia de prensa, sin preguntas, que convocó el portero en Riazor, tras la rescisión de su contrato.
Álex se sentó al fondo de la sala de prensa, posicionándose junto a los jugadores que ese día arropaban al arquero. Pocos, ya que el acto coincidió con un entrenamiento en Abegondo. El de la Sagrada salió en las fotos al lado de Lucas Pérez, uno de los capitanes, junto al resto de portadores del brazalete: Pablo Martínez, Diego Villares y Mikel Balenziaga, además de Jaime y el delegado Pablo Barros. Esa era la última aparición pública de Bergantiños relacionada con el Deportivo. Hasta ese momento se le podía ver no sólo en el palco durante los partidos, sino también siguiendo a pie de campo multitud de entrenamientos en Abegondo.
Completaba su presencia con actos en los que era homenajeado, como cuando fue nombrado embajador del pescado y marisco de Laxe, el pasado mes de noviembre o visitando el CEIP López Seoane, junto a las futbolistas Paula Monteaguado y Cris Martínez, del Depor Abanca, y la alcaldesa Inés Rey.
A partir de la salida de Mackay, Bergantiños dejó de acudir al palco de Riazor y pasó a ubicarse en la grada, en una esquina de Tribuna Superior, en la que seguía los encuentros en Riazor junto al resto de su familia. Su presencia se fue difuminando, pero desde el club herculino no se le quiso dar publicidad, hasta que su ausencia fue muy evidente.
Se hizo notoria ya el día del ascenso, con las celebraciones a pie de campo, tras al triunfo ante el Barça Atlètic y el recordatorio, micrófono en mano, de Lucas Pérez. “Quiero dar las gracias a todos, pero también a Álex Bergantiños, que se lo merecía y me quiero acordar también de Ian Mackay, que es un deportivista y coruñés como el que más, también se lo merecía y quiero acordarme también del doctor Lariño”, exclamaba Lucas mientras se empezaban a descorchar las “Estrellas” en el verde herculino.
Unas palabras que, a la vista de la renuncia de Álex, cobran aún más significado. No estuvo en la recepción de la Diputación, ni en la de la Xunta o la visita de Abanca. Y, tras las tiranteces entre Depor y Ayuntamiento, cuando por fin se produjo la recepción, tampoco estuvo en el balcón municipal.
Su renuncia hizo correr ríos de tinta pero el director general del Deportivo, Massimo Benassi, quiso quitar importancia al hecho y darle normalidad a su salida. “El año pasado se le hizo un homenaje muy bonito en el Teresa Herrera. No hay ningún problema. Son temas profesionales. Hay veces que se encaja en una posición y hay veces que no. No es que no encaje en la estructura del club, por supuesto que encaja. Así se lo hicimos saber”, aclaró, admitiendo al ser preguntado que se le había ofrecido ser ayudante en las categorías inferiores.
Como último movimiento, Bergantiños estampó su firma en el balance de situación con fecha 31 de marzo de 2024 formulado por el Consejo de Administración. Pero quizá su epílogo fue meses antes, cuando en enero, del lado de los jugadores, se despidió y arropó a Mackay.
Un chico para todo |
Bergantiños era algo más que un capitán en el Deportivo. Un jugador que llegó a ejercer en tres posiciones distintas en un partido. Fue en noviembre de 2012, en la derrota ante el Levante (0-2) en el que, por necesidades del encuentro, comenzó de mediocentro, pasó a ejercer como central y acabó como portero.
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