El Deportivo es mejor invitado que anfitrión en estas primeras diez jornadas ligueras. Los de Imanol Idiakez, con diez puntos en su casillero, han logrado el mismo botín de unidades tanto en casa como a domicilio (5). Pero, si miramos más allá de esos números, nos encontraremos con que los blanquiazules muestran como visitantes mejoras en algunos registros.

Es el caso del número de goles marcados: siete han logrado lejos de Riazor, por tan solo dos en su campo. Como contrapartida han encajado el mismo número, por solo dos en el estadio herculino. Además, los puntos cosechados lejos de casa se han conseguido en plazas, teóricamente más complicadas, como Granada o Elche. Y el Dépor ha hincado la rodilla en el territorio de un Huesca que en la actualidad ocupa plazas de playoff y en Córdoba, en El Arcángel, un feudo en el que, de momento, nadie ha podido sumar de tres.

Una ‘manita’ fuera

La mayor goleada y de momento única del curso que protagonizó el conjunto blanquiazul fue lejos de A Coruña, en el Carlos Belmonte contra el Albacete (2-5). Un partido en el que, paradójicamente, el Dépor tuvo solo un 41% de posesión, pero en el que fue capaz de aprovechar los espacios para que tanto Yeremay como Mella volasen y asistiesen a sus compañeros para endorsale una ‘manita’ a los albaceteños.
“Tenemos un gran recurso con espacios, gran contraataque, transición...”, reconoció el técnico Imanol Idiakez antes del partido contra el Eldense en Riazor. 

Porque, independientemente de que el conjunto blanquiazul quiera tener la posesión y ser protagonista, la realidad es que no está incómodo robando alto y atacando rápido, aprovechándose de la velocidad de sus bandas. Mientras en Riazor los equipos se cierran, esperan atrás y no permiten jugar por dentro, lejos de su feudo el conjunto de Imanol Idiakez se está encontrando con más huecos por donde hacer daño ante equipos que, en su campo, quieren mandar. 

Y con más metros para recorrer, en juego más de transición y menos posicional, el Dépor encuentra más y mejor a sus ‘jugones’. Como contrapartida, ha encajado más goles como visitante (7) que en casa (4). Solo ha dejado una vez su puerta a cero a domicilio, en el pasado encuentro en el Martínez Valero. 
En tres ocasiones ha recibido dos tantos (en sendas derrotas con Huesca y Córdoba) y en la victoria con el Albacete y un gol encajó en el empate frente al Granada.

En Riazor, el Dépor logró dejar su arco inmaculado en el triunfo con el Racing de Ferrol y en las tablas con el Málaga. Y solo el Burgos fue capaz de marcarle dos goles en la que es, hasta ahora, la única derrota en campo coruñés. 

No tendrá este jueves una tarea sencilla el plantel blanquiazul en un estadio en el que el Levante se mantiene invicto. Dos victorias, ante Eldense (3-1) y Almería (4-2) y empates con Cádiz (1-1) y Oviedo (0-0). Ocho goles a favor y cuatro en contra para la escuadra que entrena Julián Calero. Un rival con quince puntos en su haber, instalado en el noveno puesto y que, a priori, está en las quinielas para lograr el ascenso a Primera División.

Enfrente estará un Deportivo que, aunque en general se está mostrando irregular, presenta mejores números de goles marcados cuando es visitante, un problema que está lastrando al equipo en casa. En ese registro es mejor el Deportivo lejos de Riazor.