Antonio Hidalgo (Granollers, Barcelona, 1979) ha cambiado la historia reciente de la SD Huesca. El técnico cogió el equipo altoaragonés en octubre de 2023 cuando era penúltimo en Segunda con solo siete puntos en diez jornadas y la permanencia en riesgo. Sin embargo, logró transformar la dinámica y lo salvó en la penúltima jornada. Casi un año y medio después, compite en la zona alta, soñando con metas mayores.
Su trayectoria como entrenador ha seguido una evolución ascendente tras una larga carrera como futbolista, sobre todo en Segunda División, destacando en el Tenerife y el Sabadell. En este último es una figura clave: primero como jugador y luego como técnico, logrando un histórico ascenso a Segunda en 2020, aunque acabaría descendiendo un año después. Tras dirigir al Sevilla Atlético, recibió la llamada del Alcoraz, donde ha logrado una transformación notable en poco tiempo.
Desde su llegada, el equipo sumó 42 puntos en 32 partidos, siendo el duodécimo mejor de Segunda en ese tramo de la pasada campaña. A pesar de las dificultades económicas, llegó a decir el pasado diciembre que “el 6 de agosto no sabíamos si el equipo iba a poder competir”, ha construido un bloque fiable y sólido, con un balance de 27 victorias, 20 empates y 18 derrotas en 65 partidos, ganando el 41,5% de ellos.
El sello de Hidalgo es la solidez defensiva. El Huesca dejó en la 2023-24 su portería a cero en un total de 20 partidos y Álvaro Fernández logró un récord de imbatibilidad de 856 minutos. En el curso actual, ya suma 11 partidos más sin encajar entre Liga y Copa. Para potenciar esta fortaleza, Hidalgo consolidó un sistema de cinco defensas, donde ha sido clave la adaptación como central del cercedense Miguel Loureiro, lateral de formación.
El propio Loureiro explicó a DXT Campeón en una entrevista antes de la jornada 2 que Hidalgo había convertido al Huesca en una roca: “Somos un bloque moi forte defensivamente, é o aspecto principal do equipo. Facémoslle os partidos moi incómodos ao rival”. Además de los integrantes de la zaga, Hidalgo ha impulsado el rendimiento de jugadores como Óscar Sielva, Iker Kortajarena o Patrick Soko, entre otros.
Su trabajo se encuentra actualmente en punto culminante con una racha histórica: 12 partidos sin perder, igualando el mejor registro del club en Segunda. Con 28 puntos de 36 posibles, superó incluso la marca del Huesca de Anquela en 2016-17, que llevó al equipo a su primer playoff de ascenso. Ni los Huesca de Rubi (2017-18) ni de Míchel (2019-20), que lograron ascender, lograron una racha similar.
A pesar de los números, Hidalgo mantiene un discurso prudente: “Tenemos que seguir siendo humildes y trabajar como hasta ahora”. Con el presupuesto más bajo de Segunda, el equipo sigue superando expectativas. De hecho, en la primera vuelta ante el Deportivo solo tenía 18 fichas profesionales.
Su éxito no ha pasado inadvertido y el Valladolid intentó ficharlo tras destituir a Pezzolano, pero Hidalgo dejó claro su compromiso: “Estoy centrado al cien por cien en seguir con los jugadores”.
El catalán ha convertido al Huesca en un equipo sólido, fiable y competitivo. De luchar por la permanencia ha pasado a mirar hacia arriba, con una identidad clara basada en la solidez defensiva. Su historia en El Alcoraz seguirá escribiéndose, pero su impacto ya es innegable.