Algo más de seis minutos para el final del partido. 93-69 en el marcador. El Manresa tiene la victoria en el bolsillo. Karlis Silins entra por el centro como un tráiler, pisa la pintura y se cuelga del aro por encima de Emanuel Cate. El póster del pívot letón en su debut ACB es lo más positivo del Básquet Coruña en el Nou Congost. Diego Epifano rescata además los primeros y los últimos minutos de su equipo en la pista.
El nudo gordiano son las pérdidas (20, segunda peor marca del curso) y la defensa exterior (su rival anotó 17 triples en 39 intentos). Merece un aparte Thomas Heurtel, con su mejor anotación desde que llegó (19 puntos), pero una pobre carta de tiro (5 de 16), 5 pérdidas y la sensación de hacer la guerra por su cuenta.
“Creo que empezamos bien, entendiendo lo que teníamos que hacer y cómo teníamos que trabajar. Al final del primer cuarto empezamos a tener problemas con las pérdidas, el rebote y cuando no éramos capaces de atacar bien nos penalizaron. Luego ha sido una constante”, lamenta Epi.
El base francés entra con buen pie al parqué y empata el partido con un triple en su primer intento (19-19). El frenético ritmo del Manresa y su nivel de actividad e intensidad en defensa le descentran. Busca explicaciones y se pierde en las protestas. Deja la cancha con un lapidario 47-30 tras su primera y desafortunada rotación: 5 puntos, 1 pase de canasta, 3 pérdidas y 3 faltas en 10 minutos de juego antes del descanso.
En el tercer cuarto anota 5 puntos consecutivos nada más salir a la pista para acercar al Leyma en el marcador (68-56). Asume el liderazgo, esta vez en primera persona y sin demasiado acierto: en la segunda mitad lanza 14 veces y anota solo 4, además de otros 3 desde la línea de personal. Termina el encuentro con 19 puntos, 6 asistencias y 5 rebotes, además de 5 balones perdidos y 4 faltas, una de ellas antideportiva por un codazo sobre Obasohan.
“Tengo que verla porque es antideportiva pero creo que hay algo más, y seguro que tiene la nariz rota, lo van a tener que operar”, se lamenta Diego Ocampo. El técnico del Manresa repite dos veces en sala de prensa un mensaje que parece dirigido a las protestas de Heurtel y algo más: “En ningún momento nos hemos quejado, que era lo fácil”. Se la tenía guardada el entrenador ourensano al Básquet Coruña por la reclamación (vídeo incluido) hacia el arbitraje después del partido de la primera vuelta en el Coliseum.
Lo cierto es que las decisiones de los colegiados no tienen incidencia en el marcador final del Nou Congost. Más influencia tiene la defensa del Manresa sobre las figuras del Leyma, los tres con peor más/menos del partido, estadística que refleja la diferencia para cada jugador entre los puntos anotados y los puntos encajados por su equipo estando él en pista: Trey Thompkins (-15), Brandon Taylor y Heurtel (los dos con -13).
Con -6 termina Silins, que en casi 13 minutos de juego aporta media docena de puntos, todos en la zona (ni rastro de su tiro exterior), 2 rebotes y 1 tapón. En el debe, un par de despistes en la defensa del bloqueo y continuación y una mejorable serie en la línea de personal (0 de 3).