Pitadas, la grada que se vacía y primer enfado en Riazor
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Pitadas, la grada que se vacía y primer enfado en Riazor

La afición acabó disgustada con el partido del Dépor ante el Burgos
Pitadas, la grada que se vacía y primer enfado en Riazor
Seguidores del Dépor este sábado en Riazor. Foto: Patricia G. Fraga

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Hacía mucho tiempo que no se veía pero este sábado en Riazor muchos se marcharon antes de que hubiese terminado el partido. Acababa de señalar el colegiado del encuentro penalti sobre Sancris, cometido por Barcia y en algunas gradas los aficionados enfilaban las bocanas de salida del estadio.


En el descuento había los que no querían quedarse a ver cómo el Dépor terminaba de desangrarse, después del error cometido unos minutos antes. No es habitual que los seguidores blanquiazules se retiren del campo antes de tiempo, pero para algunos era suficiente. Se ahorrarron la pitada final. No fue la única. Ya después del fallo de Petxarroman parte de los aficionados optaron por mostrar su descontento silbándole al lateral derecho, sin esperar a la resolución del duelo. 


No era la mayoría, pero esa música de viento retumbaba en el feudo herculino. Terminó el encuentro y la grada mostró, a pleno pulmón, su descontento con la primera gran pitada de la temporada. Podría parecer que llegaba muy pronto, pero la afición mostraba así su hartazgo, tras un encuentro insulso y una mala racha de resultados. 


No había empezado así la tarde. Aunque con la menor asistencia de Riazor en lo que llevamos de curso, con algo más de 22.500 seguidores. Especialmente ruidosos eran los del Burgos, que se hacían notar. Subían los decibelios cuando la megafonía anunciaba a Lucas Pérez, Mella y Yeremay y asomaba algún silbido al escucharse el nombre de Imanol Idiakez. Aplausos también para el campeón mundial sub-19 Jacobo Copa, que en la previa lucía la elástica blanquiazul, se besaba el escudo y se fundía en un abrazo con el de Monelos.

 

Canto colectivo


Las dos hinchadas cantaron al unísono contra Tebas y el fútbol moderno, por los partidos entre semana. El Dépor, cuando juegue ante el Albacete el próximo viernes, habrá sumado ya tres de siete en ese horario. Y se desplegó una pancarta sobre ese “odio al fútbol moderno”. Y ante la inoperancia del Dépor a la hora de hilvanar juego llegó el manido cántico sobre la falta de testiculina. Duró poco, porque pronto volvían las arengas.


Porque, aunque reciba poco, la afición coruñesa aún se levantó para animar ante los últimos arreones del Dépor. Y todo antes de que los goles, casi ‘in extremis’, enmudeciesen y enfadasen a Riazor. 

Pitadas, la grada que se vacía y primer enfado en Riazor

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