Ian Mackay, que vive un buen en el Eldense, donde ha jugado los últimos seis partidos ligueros, reconoció, al ser preguntado en sala de prensa, que le había molestado no aparecer ni en la camiseta, ni en la bufanda conmemorativa que ha sacado el Deportivo, tras lograr el ascenso a Segunda división.
"Que hagan lo que quieran, es la realidad. Pasé página desde que me fui de allí, no me parece bien, es la realidad, siendo capitán como fui y siendo de allí pero ellos tendrán sus motivos de por qué lo hacen. Yo no voy a pedir explicaciones, si ellos no creen conveniente que yo no salga en eso pues ya está", aclaraba en una comparecencia de prensa en Elda.
En ambos productos tampoco aparecen Pablo Muñoz, cedido en enero por el Atlético Baleares, pero que pertenece al Depor y que llegó a tener minutos, ni Alberto Retuerta, que jugó dos partidos, se desvinculó en el mercado de invierno, al igual que Mackay, y que logró el ascenso a Primera Federación con el Hércules.
Sí que quiso quedarse con el recuerdo de Lucas Pérez, durante sus palabras en el campo tras el ascenso, en las que se acordó de él, Bergantiños y el doctor Carlos Lariño. "Al final me quedo con el trato de mis compañeros para decirme que eso (el ascenso) también era mío, todos mis compañeros (se lo dijeron). Muy agradecido a Lucas, principalmente, porque fue el que lo hizo delante de todo estadio. Él sabe que fui partícipe de eso, él sabe cómo lo pasé y que ayudé todo lo que pude mientras estuve allí", aclaró.
También admitió que actualmente estaba feliz en Elda, después de haber sufrido los sinsabores de su salida del Depor, y que estaba volviendo a disfrutar. ". Que se me juzgara por un partido solo (en referencia al duelo con el Castellón) me fastidiaba bastante y la gente que me conoce y que sabe de fútbol sabía que no era justo y que se me identificó por un partido que me salió mal, que estuve muy mal y ya está. Ya conseguí pasar página de eso, estoy volviendo a disfrutar del fútbol desde que vine aquí y estoy muy agradecido de que el club me diera la oportunidad y siguiera confiando en alguien que parecía que estaba defenestrado", subrayó el cancerbero.
Espera ahora conseguir cuanto antes la meta de la salvación con su trabajo diario. "Intento cada semana ayudar al equipo en lo que pueda para conseguir el objetivo, que es la salvación y que está muy cerca. Ojalá podamos conseguirlo esta semana ¿Si estoy disfrutando? Pues sí, mucho. No sólo porque juegue o no juegue, desde que llegué aquí volví a sentirme futbolista, querido y feliz otra vez y es lo más importante para un futbolisa. Que la cabeza le funcione es fundamental y tengo la suerte que desde que estoy aquí es así".