Al Dépor se le escapa el playoff por abajo
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Al Dépor se le escapa el playoff por abajo

Al Dépor se le escapa el playoff por abajo
Omenuke Mfulu, centrocampista del Deportivo, durante el partido reciente ante el Tenerife en Riazor | Foto: Patricia G. Fraga

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El empate sin goles ante el Tenerife (0-0) cerró el capítulo de enfrentamientos del Deportivo frente a los cuatro equipos que actualmente ocupan los puestos de descenso en Segunda División. Y el balance, tanto por las cifras como por la última actuación en Riazor contra el conjunto insular, deja un regusto amargo. En esos ocho partidos —dos contra cada uno de los cuatro últimos clasificados— el conjunto coruñés apenas ha sumado 13 de los 24 puntos posibles. Poco más de la mitad ante rivales que, a lo largo del curso, han evidenciado enormes dificultades para competir con regularidad.


El promedio blanquiazul frente a Cartagena –ya descendido–, Racing de Ferrol –que puede caer en la próxima jornada–, Tenerife y Eldense se queda en 1,63 puntos por encuentro. No sería un mal dato en términos absolutos ante otro tipo de rivales, pero sí lo es en el contexto de una competición tan ajustada como la Segunda División y frente a adversarios que no han salido del pozo en toda la segunda vuelta. De hecho, ni siquiera es el mejor registro en una suerte de ‘miniliga’ entre esos cuatro equipos y el Dépor. El Eldense, con 14 puntos en esos mismos duelos, supera al conjunto herculino.


A falta de seis jornadas, el Deportivo se encuentra en mitad de tabla, alejado del sufrimiento de la zona roja y también con demasiada distancia respecto al sueño de alcanzar la promoción. Con 50 puntos, once por encima del descenso, la permanencia está prácticamente asegurada. El objetivo inicial, por tanto, se ha cumplido con solvencia. Sin embargo, la posibilidad de engancharse a la pelea por el playoff —a ocho puntos de distancia— se antoja improbable. No es solo una cuestión de puntos, sino también de dinámica, calendario y sensaciones. Y en esa distancia entre lo conseguido y lo soñado, el rendimiento contra los equipos en apuros ofrece una explicación tan clara como desaprovechada.

 

Balance del Dépor

Frente a los cuatro últimos clasificados, el Dépor no encontró continuidad ni una identidad reconocible. Más allá de los dos triunfos ante el Racing de Ferrol —ambos por la mínima y en partidos de escaso brillo con sendos tantos de Yeremay—, no fue capaz de vencer en ninguna de las dos vueltas ni al Eldense ni al Tenerife. Contra los alicantinos, empató en Riazor (1-1) tras igualar un gol inicial de Joel Jorquera con un tanto de Moha Bouldini, mientras que cayó con claridad en el Pepico Amat (2-0) en uno de los partidos más deslucidos del curso. Aquel día, el equipo de Óscar Gilsanz fue superado de principio a fin por un Eldense dirigido por un viejo conocido, José Luis Oltra. Dos goles, uno de penalti transformado por Masca y otro de Javi Llabrés tras una contra mal defendida, certificaron una derrota sin paliativos.

 

Depor resultados


Tampoco contra el Tenerife hubo forma de romper el guion. Dos empates sin goles en dos de los encuentros más planos del Deportivo en toda la temporada. En el duelo de la primera vuelta, jugado con retraso por el aplazamiento inicial debido a una alerta por temporal, el equipo coruñés fue mejor en el primer acto y desperdició varias llegadas claras, incluido un penalti errado por Yeremay. Pero se diluyó tras el descanso, hasta el punto de que el Tenerife, aún limitado, llegó a dominar el tramo final. En Riazor, el pasado domingo, la versión del Dépor fue aún más espesa: impreciso, precipitado y sin ideas. No remató ni una sola vez entre los tres palos. El equipo de Álvaro Cervera, con más voluntad que recursos, incluso llegó a reclamar dos penaltis e inquietó la portería defendida por Helton.


El mejor momento del Dépor ante los equipos en descenso se vivió en Cartagonova en la primera vuelta. Allí firmó un 1-5 arrollador con Mella y Yeremay inspirados y desatados. Pero el encuentro de vuelta, condicionado por la temprana expulsión de Ximo Navarro, mostró otra cara. Aunque llevó el control, el Dépor cometió errores que permitieron al Cartagena ponerse dos veces por delante. Tocó empatar por partida doble (2-2) en un partido que dejó dudas, aunque con la particularidad del gran esfuerzo realizado tras jugar desde el minuto 7 en inferioridad numérica.


Así, con este recorrido, el Dépor cierra sus duelos ante los cuatro últimos con una sensación agridulce. No es solo cuestión de números, sino de haber perdido la oportunidad de marcar diferencias en momentos y contextos que, sobre el papel, parecían favorables. El Deportivo fue competitivo en muchos tramos del campeonato, tuvo una notable evolución defensiva, recuperó la solidez, mantuvo una línea casi sobresaliente a domicilio y firmó partidos meritorios ante equipos de mitad de tabla y de la zona noble. Pero en el análisis global, su falta de contundencia ante rivales más débiles ha sido un lastre.

 

Comparación con el top 6

Al comparar su desempeño con el de los equipos que sí pelean por el ascenso, la diferencia es todavía más evidente. Todos los conjuntos que ocupan las seis primeras plazas de la clasificación tienen, sin excepción, mejores registros ante Eldense, Tenerife, Racing de Ferrol y Cartagena. El Elche, actual líder, es curiosamente el que peor promedio presenta: 1,88 puntos por encuentro, aún por encima del 1,63 del Dépor, cuando ya ha disputado sus ocho partidos contra los cuatro de abajo.

 

Depor


En el extremo opuesto aparece el Granada, que la pasada jornada venció al Cartagena (2-3) y cerró esta serie con 21 puntos de 24 posibles. Su media de 2,63 por partido explica en buena parte su reenganche a la pelea por el playoff, que no pisaba desde la primera vuelta. El resto de equipos del top 6 todavía tienen algún enfrentamiento pendiente, pero sus datos son igual de elocuentes. El Oviedo (4º) suma 2,43 puntos por partido de media y solo le queda jugar contra el Tenerife. El Levante (2º), con un partido pendiente también ante los chicharreros, se sitúa en 2,29. El Racing de Santander (3º), que debe medirse aún a Cartagena y Eldense, presenta un promedio de 2,17. Y el Mirandés (5º), que cerrará la temporada en Cartagonova, promedia 2 puntos exactos.


La diferencia no es anecdótica. Sin ir más lejos, los ocho puntos de margen que separan a Deportivo y Granada en este tipo de partidos marcan el paso entre la zona media y la pelea por el ascenso en una categoría tan igualada. El conjunto blanquiazul ha aprobado en numerosos aspectos durante el curso, pero no ha logrado dar ese salto de competitividad ante rivales vulnerables. Y es en esa falta de instinto o inspiración —cuando el calendario ofrecía la oportunidad de sumar con mayor facilidad— donde puede haberse esfumado la posibilidad de soñar con cotas algo mayores. 

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