Deportivo y Eibar se reencuentran el próximo lunes después de cinco años y ocho meses sin verse las caras. En aquella ocasión coincidieron en Primera División, una categoría a la que habían ascendido de la mano cuatro años antes.
Temporada 2013-14. El Deportivo vive su verano más ajetreado en varias décadas. Las telarañas campan a sus anchas en la caja fuerte de la Plaza de Pontevedra, hipotecada por la temporada anterior, en la que el equipo no consigue mantenerse en Primera. Los jugadores denuncian al club por impagos. Casi 110 años de historia están a punto de desaparecer el 31 de julio de 2013. La AFE echa un cable para evitar el descenso administrativo y la más que probable disolución.
La pretemporada se ve influida por la situación económica. El Dépor incluso viaja con la plantilla y el entrenador del Fabril, José Luis Devesa, a un amistoso en Portugal. Aranzubia, Zé Castro, Valerón y Riki se van. Los fichajes llegan tarde y con cuentagotas. Son Culio, Rudy, Wilk, Borja Bastón, Antonio Núñez y Luisinho. También vuelven viejos conocidos como Fabricio y Arizmendi. Lendoiro pretende al delantero Geijo, pero los administradores concursales no autorizan la operación. Sí permiten, el último día de mercado, la llegada de un veterano campeón del mundo: Carlos Marchena. Fernando Vázquez continúa en el banquillo.
El Eibar viene de realizar el camino inverso. Recién ascendido de Segunda B, al cuarto intento, después de tres playoffs fallidos, ya bajo la batuta de Gaizka Garitano y al cabo de tres durísimas eliminatorias ante Alcoyano, Oviedo y Hospitalet. Bajo la presidencia de Álex Aranzábal ya había nacido el concepto Another football is possible (Otro fútbol es posible). A Ipurua llegan en aquel ilusionante verano jugadores clave como el ‘10’ Jota Peleteiro, el volante Diego Rivas, el ‘comandante’ Morales o un futuro deportivista, Albentosa.
Ninguno de los dos equipos comienza el campeonato con buen pie. Tras la sexta jornada, el Dépor ocupa la decimotercera posición con tres victorias y tres derrotas. El Eibar es decimoquinto después de dos triunfos, dos empates y dos tropiezos. Las distancias, sin embargo, son escuetas. Lidera la tabla el Recreativo con cuatro puntos sobre los coruñeses y cinco sobre los guipuzcoanos.
El Dépor cambia el paso en la 12ª jornada. El giro llega con la ‘Marchilena’, el célebre tanto de remate acrobático del central sevillano en Riazor ante el Real Madrid Castilla (2-0). A ese triunfo le siguen otros tres, en el Nuevo Colombino (0-1), ante el Mallorca (3-1) y en El Toralín (0-1). Los blanquiazules se cuelan en puestos de ascenso directo tras el triunfo en Huelva. Ya no volverán a bajarse de ahí. De Ponferrada salen en lo más alto de la tabla.
A los azulgranas les cuesta un poco más. Tras la 9ª jornada coquetean con los puestos de descenso. Pero siete victorias entre la 10ª y la 19ª jornada los embalan hacia los puestos de privilegio de la clasificación.
Entre esos encuentros llega el duelo directo de la primera vuelta. Jornada 18. El Dépor es líder con 33 puntos. El Eibar, sexto, ocho puntos por debajo. Los armeros se imponen (2-1) gracias a un doblete de su ‘9’, el corpulento Mikel Arruabarrena (min. 39 y 84). El tanto de Luis Fernández (min. 89) llega tarde para los herculinos.
Estamos en diciembre y son semanas para la polémica. Lendoiro se hace a un lado. Aterriza Tino Fernández. La situación económica del Dépor, que se ve obligado a vender al argentino Culio por 300.000 euros, no le impide cerrar nada menos que cinco incorporaciones en el mercado invernal. Llegan Toché, Rabello y Sissoko y vuelven Salomao y Lopo. Tanta novedad mosquea hasta a Gaizka Garitano, que no entiende cómo LaLiga permite semejante gasto a un club administrado concursalmente.
La lesión de gravedad del portugués empaña la victoria en Riazor ante el Hércules (3-2), en la 28ª jornada. El club reacciona y consigue la cesión de Diego Ifrán, sexta incorporación en plena temporada.
Los blanquiazules caen en Anduva una semana después. Es su única derrota entre la 26ª y la 35ª jornadas. Es entonces, con el 0-3 en Son Moix, cuando el deportivismo vislumbra el regreso a la división de honor. El Dépor es líder con 63 puntos, cinco más que el Eibar y nueve por encima de Tenerife y Las Palmas, que marcan los puestos de playoff tras el Barça B, tercero y que no puede luchar por el ascenso.
Sin embargo, el Dépor tropieza estrepitosamente en Riazor ante la Ponferradina (0-3), derrota a la que suma tres empates consecutivos, en el Ángel Carro (2-2), en Mendizorroza (1-1) y en el primer match-ball, ante el Eibar en Riazor.
El choque directo de la segunda vuelta, a solo cuatro jornadas para la conclusión, presenta al Dépor en cabeza con 64 puntos y el Eibar segundo con 62. Un triunfo deja a los coruñeses con nueve puntos sobre los puestos de playoff con doce por jugar. Riazor es una fiesta cuando Ifrán bate a Irureta (min. 17) después de una gran asistencia de Sissoko, pero enmudece con el empate del excéltico Jota Peleteiro (min. 62), en una acción de estrategia. Y pudo ser peor, aunque la sangre no llegó al río.
El Deportivo conserva el liderato, pero tras perder en Soria este pasa a manos del conjunto armero que, tras batir al Alavés, celebra en Ipurua su primer ascenso a la máxima categoría. El Dépor certifica el regreso a la élite una semana después, en la penúltima jornada, frente al Jaén. Marchena (min. 28) lleva al fondo de las mallas el rechace del larguero a un libre directo de Ifrán.
La derrota en la última jornada en Girona (3-1), además de salvar del descenso a los catalanes, da la primera plaza a los vascos. Un premio secundario después de un ascenso de la mano, inédito para unos e imprescindible para otros.