Un récord en La Mancha. El 2-8 del Dépor en Albacete
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Un récord en La Mancha. El 2-8 del Dépor en Albacete

Un récord en La Mancha. El 2-8 del Dépor en Albacete
Djukic, autor del 0-1, golpea el balón ante la presión de Zalazar (i) y Sotero (c) en el Albacete-Deportivo del 18 de junio de 1995 | CEDIDA POR LA TRIBUNA DE ALBACETE

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“Es un partido atípico, pero tenemos que ir a ganar”. Y vaya si fueron a ganar. Las palabras de Miroslav Djukic en la previa se transformaron en la mayor goleada del Deportivo a domicilio en Primera División. Hace casi 30 años de aquel Albacete-Dépor (2-8), un encuentro histórico en la vigilia de otro que todavía lo fue más.


18 de junio de 1995. Se disputa la última jornada del campeonato liguero. El Deportivo ya es subcampeón. El Real Madrid había cantado el alirón. Suma seis puntos más (55) que los coruñeses (49), que a su vez aventajan en cinco a sus inmediatos perseguidores, Betis y Barcelona (44). Aquella goleada es el último triunfo deportivista que vale dos puntos. Los tres actuales se instauran al inicio del siguiente curso.
 

A los deportivistas les espera una cita histórica solo seis días después: su primera final de Copa del Rey. “El Deportivo es un equipo grande y tiene la obligación de salir a ganar siempre y dar buena imagen”, añade el elegante líbero serbio. Pero el vestuario coruñés, claro, tenía una prioridad.
 

Deportivo y Albacete se habían cruzado en pocas ocasiones. Es la quinta visita oficial al feudo manchego. Los blanquiazules nunca habían ganado en el Carlos Belmonte: tres derrotas en sus tres primeras visitas (1985-86 y 1990-91 en Segunda y 1991-92 en Primera) y dos empates después, 1992-93 y 1993-94.
 

Los manchegos llegan de caer ante el Valencia en las semifinales de Copa. Tras empatar en Mestalla (1-1), sucumbieron en el Carlos Belmonte (1-2). En el campeonato están con la soga al cuello. Una derrota puede enviarlos a disputar la promoción. La victoria o el empate ante los coruñeses significa la tranquilidad para los pupilos de Benito Floro. “El Albacete debe dejarse de especulaciones y ganar o, como mal menor empatar”, zanja en la previa, en la que manifiesta que “no cree en los paisanajes de los equipos”. Celta y Compostela están inmersos en la lucha por evitar la promoción.
 

El metódico preparador asturiano inicia su segunda etapa en Albacete con la temporada ya comenzada. Un coruñés ilustre, el dorado Luis Suárez, arranca el curso a los mandos del ‘Alba’. Sin embargo, dimite horas antes del primer partido de Liga, contra el Celta, pero aún así se sienta en el banquillo. A la conclusión del choque se hace oficial su renuncia.
 

El Albacete ya no es el ‘Queso Mecánico’. Floro ya no tiene en sus manos a Luis Gabelo Conejo, aquel portero que rezaba arrodillado antes de cada partido. Ni a los laterales-extremos Geli y Menéndez. Tampoco al eterno capitán Catali. Apenas Coco, Zalazar, Manolo y Antonio sobreviven con respecto al plantel que cuatro años antes logra el histórico primer ascenso a la división de honor, a la par que el Dépor, el mismo día del incendio de Preferencia.
 

Arsenio piensa en la Copa. Deja en casa a Bebeto. Y en el banquillo a López Rekarte, Donato, Fran y Claudio. Mauro Silva está lesionado. Casi nada.
 

Los nervios traicionan de salida al Albacete. Djukic abre el marcador en el minuto 8 con un tanto memorable. Un futuro deportivista, Molina, defiende la meta albaceteña muy adelantado, como durante toda su carrera. ‘Djuka’ lo ve y patea un libre directo desde campo propio, cerca de la línea divisoria. El guardameta llega a tocar la pelota en su carrera hacia atrás pero no acierta a evitar el tanto.
 

Diez minutos después, el búlgaro Ivaylo Andonov equilibra las fuerzas, culminando con un duro derechazo desde la media luna una combinación local por la izquierda. Al borde del descanso, Manjarín adelanta de nuevo al Dépor. Otro golazo. Pepinazo desde 30 metros que se cuela como una exhalación por la escuadra derecha de la portería manchega. Quizá pudo cambiar la película en la jugada siguiente. Nenad Bjelica la tiene botando a la entrada del área, supera a Liaño, vendido, en su desesperada salida. Pero el balón se estrella en el travesaño.
 

El 1-3 llega a los diez minutos de la segunda mitad. Un clamoroso error de Manolo, que pisa el balón cuando arranca en el lateral derecho entre Julio Salinas y Aldana, lo aprovecha el ariete vasco, que marca con un potente zurdazo cruzado.
 

El Albacete se vuelca. No le queda otra. Un balón colgado desde la izquierda se queda corto y muerto al borde del área. Zalazar –el padre del exdeportivista Kuki– lo empalma con su tradicional virulencia para llevarlo al fondo de las mallas. Minuto 57, 2-3 en el marcador.
 

Diez minutos después, llega la sentencia. No es un gol. Es la segunda amarilla a Tomás. El central cedido por el Barcelona atropella a Salinas delante del banquillo blanquiazul. En los siguientes nueve minutos, el Deportivo marca nada menos que cuatro goles. Primero, José Ramón volea a puerta vacía, en claro fuera de juego, una dejada de Alfredo, que devuelve la pelota desde el segundo palo tras centro de Fran. Después, Donato fusila a Molina con un zambombazo marca de la casa desde la frontal del área, previa dejada atrás de Fran. Más tarde, Manjarín recibe un milimétrico pase en profundidad del ‘10’ –aquel día ‘15’, pues salió en la segunda parte– y supera en el mano a mano al portero valenciano, pese a que toca la pelota. El colofón a los diez minutos más locos del ‘SuperDépor’ lo pone Julio Salinas. Fran evita con un sombrero la enésima salida de Molina y el cuero le queda botando al ‘9’ para empujarlo desde el punto del penalti con la única oposición de un defensa bajo palos.
 

El octavo y definitivo gol llega en el minuto 89. También lleva la firma del delantero vasco, que desvía un perfecto servicio raso desde la izquierda de, quién si no, Fran.
 

En la sala de prensa, Arsenio recuerda a los medios albaceteños lo que le había ocurrido doce años antes frente al Rayo. “Algo tan estrepitoso como aquello es lo que hoy le ha pasado al Albacete”, sentencia.
 

El 2-8 del Carlos Belmonte se suma a las victorias del Compos –equipo al que se unirá José Ramón, según anuncia a la conclusión del partido– ante el Tenerife (2-0) y del Celta en Las Gaunas (0-3). El golaveraje particular manda a los manchegos a la promoción, frente al Salamanca de Juanma Lillo. Después de ganar 0-2 en el Helmántico, el ‘Alba’ se derrumba en su guarida, donde encaja un 0-5 en la misma noche en que el 

Dépor levanta en el Bernabéu su primera Copa del Rey.
 

El Albacete baja. Aunque fugazmente. Sevilla y Celta descienden administrativamente a Segunda B por no entregar en tiempo y forma el aval presupuestario de sus cuentas. Los manchegos y el Valladolid son repescados para dejar la liga en 20 equipos. Después, hispalenses y olívicos son readmitidos por la LFP para dar forma a la inédita ‘Liga de 22’. 

Un récord en La Mancha. El 2-8 del Dépor en Albacete

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