El técnico Óscar Gilsanz presentó un equipo para dar continuidad al once y al dibujo y el Deportivo y es normal, no iba e entrar como un elefante en una cacharrería. El Dépor mostró un gran acierto ante el actual colista de Segunda, pero al que hay que hacerle cinco goles y los blanquiazules los marcaron.
También tuvo mérito cómo salió el equipo al campo. Vimos mejor a jugadores como Villares, al que le favoreció la disposición del Dépor, con Lucas y Soriano descolgándose en el medio campo y una posición menos hundida de los laterales.
Estos no se iban tampoco tan arriba, por lo que no tenían que hacer tantos esfuerzos defensivos. Además Gilsanz interpretó en el 1-3 la importancia de cerrar el partido y por eso optó por ese doble lateral, dando entrada a Petxarroman.
Óscar es amigo mío y lo aprecio y su continuidad tiene que estar por encima de haber ganado 1-5. Aunque hubiese perdido ante el Cartagena eso no me haría cambiar de opinión sobre su capacidad. Las valoraciones de la gente del fútbol suelen ser prudentes y estoy convencido de que él está tranquilo y ha dado mérito también a los jugadores.
Solo ha tenido tres sesiones, hay pocas cosas que se puedan cambiar, puedes tocar algunas, pero él también quiso darle continuidad o no mover muchas piezas.
Puede que el rival pudiese ser el apropiado para estrenarse, pero no le quita ni un ápice de valor a lo que hizo Gilsanz. No sé que pasará, si se tomarán decisiones o no, o si están ya están tomadas o si seguirá. Si continúa, los exámenes van a venir más adelante, no creo que por este partido ni el equipo ni él tengan la nota final de temporada.
Se hablaba de que el Dépor no tiene gol y ha marcado más de diez goles fuera de casa, por lo que tenemos que ser prudentes en nuestras valoraciones. Hace falta tener más tiempo para que se note la mano del entrenador y ver cómo evoluciona el equipo. Ojalá que pueda continuar al frente del Dépor, con cautela y tranquilidad.