Z. Regueiro / J. L. Cudeiro
Riazor acogerá entre cuatro y seis partidos en el Mundial 2030. La confirmación de A Coruña como una de las sedes del evento se espera conocer a finales de esta semana, un hito que supondría que la ciudad herculina acogiese por segunda vez partidos de un Mundial (la anterior ocasión fue en el de España en 1982, cuando albergó tres citas). En 2030, favorecida por el nuevo formato, será sede de más partidos y además de hospedar partidos de la fase de grupos, también podría ser el escenario de al menos un encuentro correspondiente a los dieciseisavos de final de la competición.
¿Por qué se produce este cambio de escenario? Todo nace con la modificación en el formato de la competición por parte de la FIFA. En el Mundial de 1982 hubo 52 partidos y a partir de la próxima cita intercontinental, en 2026 (la vigésima tercera edición, que se disputará en México, Estados Unidos y Canadá) se celebrarán 104 partidos y competirán por primera vez 48 selecciones.
En el calendario de esa cita se preveé que las sedes con menos partidos, las mexicanas de Monterrey o Guadalajara, reciban cada una cuatro duelos. Las sedes de la anfitriona principal, Estados Unidos, con menos presencia llegarán a seis (Kansas City o Seattle).
Y es que esta competición tendrá el mismo diseño. La cuestión a dilucidar ahora radica en el número de sedes. Inicialmente se habían planteado un total de 20, con 11 para España, 6 en Marruecos y 3 para Portugal.
Y a mayores la FIFA deberá confirmar que Argentina, Paraguay y Uruguay reciban un partido en cada país, como guiño al centenario mundialista en el cono sur, más concretamente en el país charrúa
Pero, ante el estupor de los dirigentes marroquíes, portugueses y de la FIFA, las ingerencias gubernamentales a través del Consejo Superior de Deportes han paralizado la decisión sobre las sedes tras plantearse que Vigo y Valencia, que ahora están en el banquillo de candidatas, se una al equipo titular de once sedes designadas por la comisión federativa tras un proceso de evaluación.
Portugal no muestra mayores reticencias, pero es Marruecos el que quiere una contaprestación. Y exige un peaje que podría ser incluso albergar la final—que parece destinada para el Santiago Bernabéu— o al menos una semifinal.
Una vez llegue la ratificación de A Coruña como ciudad sede, el siguiente frente será el de acometer las necesarias obras de remodelación en Riazor. Estas comenzarían antes de que acabe 2025 y se prolongarían durante al menos tres años. Entre las acciones a realizar, la más evidente tiene que ver con la ampliación del actual aforo en 48.015 plazas, repartidas en tres bandejas en todas las gradas.
Además sería necesario acometer cambios en los aledaños del estadio. El proyecto contempla que la calle Manuel Murguía se soterre y quede peatonal.