“Ganar, ganar, ganar y volver a ganar”. El Básquet Coruña tiene que hacer suyo el lema de Luis Aragonés. Con el agua al cuello, cinco victorias en 24 partidos y solo una en los últimos trece, el colista de la ACB (5-19) no puede fallar más. La noche del sábado recibe a un rival directo en la asfixiante carrera por salvar la categoría. Visita el Coliseum un Bàsquet Girona con tres triunfos más en el casillero (8-16) y que suma seis desde la llegada de Moncho Fernández, el revulsivo del equipo catalán.
El acicate del Leyma debería ser Thomas Heurtel, el mediático y talentoso base francés que en siete partidos con la camiseta naranja promedia 14,3 puntos y nueve asistencias. Es el líder indiscutible sobre la cancha y la figura que todo equipo necesita para salir de una situación tan acuciante. Sin embargo, solo ha celebrado una victoria desde su llegada, la que logró hace cuatro jornadas ante el Lleida (97-84), también en el Coliseum. Le siguieron tres derrotas, en Manresa (104-89), la especialmente dolorosa contra el Breogán en casa (98-106) y una más esperada en Valencia (127-81).
Diego Epifanio disparó las alarmas en la rueda de prensa previa al partido: “Todos los jugadores están trabajando, menos Thomas, que no puede hacer las sesiones con el equipo. Está haciendo un gran esfuerzo de trabajo con la ayuda de los servicios médicos y de los recuperadores”. ¿Alguien duda de que Heurtel se vestirá mañana de corto en el decisivo choque contra el Girona? Pues eso. La incógnita está en si saldrá de inicio, como en la Fonteta, donde jugó la primera mitad al completo y casi 35 minutos en total, una paliza.
Epi probó en el último partido su enésimo quinteto de salida, con la entrada del francés y la sorpresa de Ángel Núñez, inédito hasta el momento. El dominicano del Bronx solo dispuso de cinco minutos. Ha tocado casi todas las teclas el entrenador burgalés, que alaba el compromiso y el profesionalismo de su plantilla en tiempos tan duros.
La condición para el técnico vuelven a ser los cupos, esos jugadores con licencia de formación en España. En la convocatoria tiene que haber cuatro: Atou Diagne y Beqa Burjanadze son fijos. Debe elegir otros dos entre Álex Hernández, Aleix Font –el papel de ambos es residual– y Gus Lima –lejos de su forma ideal, no entró la pasada semana–. El rompecabezas se resuelve con otros dos descartes: Olle Lundqvist ya lo fue en los últimos cuatro encuentros e Ingus Jakovics se cayó de la lista en Valencia.
Los 12 escogidos por Epifanio tendrán que redoblar su impacto emocional y físico sobre el parqué ante un rival que precisamente ha crecido desde la intensidad defensiva y la agresividad en el rebote ofensivo. Moncho Fernández ha dotado al Girona de carácter y confianza. Sin grandes nombres, pero con piezas como Juani Marcos, Pep Busquets, Maxi Fjellerup, Martinas Geben o Juan Fernández, ha salido del pozo en el que se sumió tras la derrota en la primera vuelta contra el Leyma (81-98).
Los dos equipos han cambiado mucho desde aquel 14 de diciembre. En el banquillo de Fontajau mandaba Fotis Katsikaris –destituido esa misma noche– y en el Básquet Coruña jugó como titular LJ Figueroa –baja dos semanas después– y aún no había llegado ninguno de los tres fichajes invernales: Heurtel, Núñez ni Karlis Silins.
Epi sorprendió con un quinteto pequeño y mucha energía de salida para domeñar a los locales. El acierto desde la línea de tres mató el partido antes del descanso. El Leyma necesita más que nunca buenas dosis de puntería y valor para lograr una victoria que se antoja absolutamente necesaria para seguir soñando. A su favor jugarán las 8.000 gargantas que ansían continuar un año más en la ACB.