El Leyma es una caricatura (127-81)
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El Leyma es una caricatura (127-81)

Demolido y exhausto el Básquet Coruña apenas aguantó medio partido ante un Valencia que pasó el rodillo
El Leyma es una caricatura (127-81)
Brimah supera a Silins para hacer un mate | acb Photo - Miguel Ángel Polo

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La misión era poco menos que imposible, pero incluso en este tipo de complicadas encomiendas importan las sensaciones. Las que emite el Leyma son preocupantes. El técnico busca alternativas y ya semeja que lo hace a la desesperada. El Diego Epifanio que mide la rotación y el minutaje no compareció ayer en Valencia. Tiró de Heurtel y Thompkins, sus dos mejores jugadores, hasta donde llegase. Igual era otro el día para hacer algo así. Fue como contener un océano con las manos. Al final entró el agua por todas partes (127-81). El equipo se ahoga.
 

Todo se manejó entre agonías, la colectiva porque dos veces amagó Valencia con escaparse en el marcador y en la segunda llegó a mandar por quince puntos (44-29), pero dos veces se rebeló el Básquet Coruña; la individual porque Epi decidió que Heurtel jugase, a la antigua usanza, los veinte minutos de los dos primeros cuartos. Ni siquiera pestañearon ambos cuando el galo cometió la segunda falta a ocho minutos del descanso. Así que allí estuvo en todo momento este Napoléon del baloncesto para liderar las operaciones desde su Elba particular. Podemos preguntarnos que hace Heurtel en el colista de la ACB, sí. También debemos tratar de buscar una respuesta a como es posible que el equipo no convierta todo el caudal que le ofrece en victorias.
 

El caso es que el Básquet Coruña aprendió a sobrevivir en un partido en el que una vez más le castigó su escaso bagaje defensivo. Hay pasajes en los que el equipo se abandona a un juego digno de uno de estos modernos All-Star de verbena. Y en el intercambio de golpes no deja de salir mal parado. Subyacía, al menos en esos minutos, el talento y el alma, valores que expuso en Valencia para recuperarse cada vez que el rival les golpeaba. Hasta que todo se cayó. Lo hizo de inicio después de que Epi sorprendiese con la titularidad de Ángel Núñez, que pasó de la grada a la pista para estrenarse con tres triples que golpearon el aro. Ese cero de tres en poco más de tres minutos le envió a las catacumbas del banquillo después de que Sestina ofreciese la otra cara de la moneda y se desatase en un festival de triples. Cuando Diagne recibió un monumental tapón que abrió el camino para el 15-4 a favor de los locales, Epi paró el partido y sentó al senegalés y a Núñez. La respuesta fue un parcial de 4-10 que dejó al Leyma a cinco puntos del rival y dos triples, uno de Barrueta (el único de los diez que intentó en todo el partido) el otro de Thompkins, que se pasearon por el aro sin besar la red.
 

Aquel primer tiempo solicitado por Epi llegó después de que Valencia no hubiese fallado tiro alguno. Esa es la realidad que tiene al Básquet Coruña donde esta, la de un equipo pinturero en ataque, agradable de ver porque no solo ofrece ramalazos de la inmensa calidad de algunas de sus piezas sino que le gusta correr y acabar las jugadas en los primeros segundos de la posesión. Pero no tiene la vis defensiva necesaria para competir a estos niveles. Así que se abocó a hacer la goma en el partido, aliviado cuando Valencia cometía errores, castigado cuando le entraban los triples. Por momentos se movieron entre porcentajes vecinos al 60% desde la larga distancia. Los tipos son unas máquinas. “Vamos a hacer las cosas con disciplina”, les cantó el coach Pedro Martínez cuando se salieron del carril. Así que entre imprecisiones, aciertos, carreras y agonías el primer cuarto murió con un 26-17 tras triple de Heurtel y una buena defensa, al fin, del Leyma en la última jugada.


El mago galo regresó con fuerza tras el breve receso. Anotó un triple, lanzó al equipo al galope y hasta que Sestina volvió a castigar el partido se movió entre ventajas locales de seis y nueve puntos, también entre los eternos problemas para defender el bloqueo directo en la cabeza de la bombilla. Heurtel volvió a levantar al equipo cuando el excelente Jean Montero llevó la diferencia a quince puntos. Un parcial de 2-12 puso el marcador en 46-41 en la recta final del segundo cuarto. De nuevo tuvo el balón en sus manos el Leyma para anotar un triple que cerrase aún más la ventaja local, pero lo asumió Taylor y marró. La contestación local no se hizo esperar, tampoco las evidencias que retrataban al equipo de Epi, permeable siempre para conceder canastas fáciles. En la Fonteta se repartieron más bandejas que en el mejor de los caterings.
El 53-44 del descanso le daba vidilla al Leyma, pero todo se cayó en el tercer cuarto. Valencia exhibió ahí su poderío. No flaqueó, aprovechó al máximo su excelente rotación, que jamás baja el nivel y le ofrece matices diferentes al equipo para controlar todo tipo de situaciones y se disparó a un alucinante 42-19 en diez minutos que deja un dato espeluznante: un equipo que permite 42 puntos cada diez minutos está en una proyección de 168 por partido. Así es imposible.
 

A Heurtel le apagaron la batería cuando a falta de un minuto para acabar el tercer cuarto le pitaron una técnica. Para entonces su equipo ya estaba derrotado. Se quedó laminado el Básquet Coruña tras un inicio esperanzador que pronto frenó Valencia, que se acomodó a un partido amable. Primero se disparó a un 65-48 tras un parcial de 10-0 edificado por Jovic, que ofreció minutos de calidad en los descansos de Montero.
 

Quedaban seis minutos y medio de tercer cuarto y ahí ya no hubo quien reviviese al equipo. Heurtel lo había jugado todo. Thompkins mucho más de lo que le medía hasta ahora el entrenador. No hubo más. Empezó el festival valenciano con mates, triples y carreras siempre con ese punto de suficiencia en el que jugadores y grada se toman la paliza de manera rutinaria. 18 triples de 37 embocó Valencia, pero hay una estadística que hace especial daño, la del 83% de porcentaje en tiros de dos puntos (25 de 30), demasiadas canastas sencillas. 


Demolido y exhausto el Básquet Coruña se abocó a un final amargo ante el que debe exigirse una reacción.

 

Ficha técnica

VALENCIA (26+27+42+32): Badio (12), Puerto (17), Jones (9), Costello (11), Sestina (11) –cinco inicial– Reuvers (10), Pradilla (8), López-Aróstegui (6), Montero (18), Jovic (5), Brimah (8), Ojeleye (12).

 

LEYMA (17+27+19+18): Núñez (2), Taylor (16), Diagne (1), Heurtel (16), Thompkins (17) –cinco inicial– Scrubb (2), Huskic (3), Font (2), Barrueta (9), SIlins (11), Hernández, Burjanadze (8).

 

ÁRBITROS: Caballero, Sánchez Mohedas y Alcaraz.

 

INCIDENCIAS: Partido de la 24ª jornada disputado en el Pabellón Fuente de San Luis ante 5.986 espectadores. 

El Leyma es una caricatura (127-81)

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