El Deportivo Liceo sigue vivo en la Champions, al menos 50 minutos más. La derrota ante el Óquei Clube de Barcelos (4-6) en una gran noche europea ante unas 2.500 personas en el Palacio de los Deportes de Riazor complica el acceso a la Final Four, terreno vedado desde 2012. El equipo coruñés entró en el juego de su rival, ritmo trepidante y a cara descubierta. El decano del hockey portugués exhibió músculo y pegada, los coruñeses lo contrarrestaron con carácter y ramalazos de talento, pero a cada golpe se encontraron una réplica. Y, lo más importante, olvidaron su versión más sólida y defensiva. Pese a todo, cayeron de pie y la eliminatoria se decidirá el jueves 3 de abril al otro lado de la raia, en la majestuosa pista del Municipal de Barcelos.
Ni un minuto aguantó el Liceo con la portería a cero. Sabían Juan Copa y sus jugadores el peligro de las transiciones rápidas. Una cosa es la teoría. Otra es la práctica. Los portugueses vuelan. Parece que juegan al hockey hielo. Rompieron una y otra vez a la defensa local con la potencia de Danilo Rampulla, Pol Manrubia y Miguel Rocha en el uno contra uno, pero el 0-1 fue obra de Luís Querido.
A los 34 años cerró el círculo que había iniciado en el mismo parqué coruñés hace ya 18 años, cuando su padre, el extécnico verdiblanco José Querido, le hizo debutar con el primer equipo en un partido contra el Cerdanyola. En su tercera etapa en el Barcelos, once temporadas en total, ahora con el brazalete de capitán, es el líder defensivo y emocional de O Maior de Portugal.
Querido lanzó y finalizó el contragolpe que abrió la lata y rompió los esquemas de Juan Copa en 30 segundos de partido. Salió pegado a la valla, se apoyó en Rocha que entraba por todo el centro de la pista y se la cedió a Rampulla. El argentino asistió a Querido, que remachó a la red totalmente solo en el segundo palo y se fue directo hacia el medio centenar de ruidosos e inagotables fieles lusos. 0-1.
Tiró de orgullo el equipo coruñés, como siempre, y rozó el empate con un gran disparo de Dava Torres al larguero. Fue un espejismo: la primera mitad fue azul oscuro Barcelos. Al Liceo le costó contener las embestidas del gallo, que avisó dos veces más por mediación de Rocha, máximo goleador en Europa y en Portugal, un killer que suma 61 dianas este curso. Poca broma. A la tercera no perdonó. Aprovechó un pase de Rampulla ante la mirada de Dava y Nil Cervera, contemplativos ante una jugada tan estudiada.
Con 0-2 irrumpió otra vez el carácter del Liceo, esta vez encarnado en la figura de César Carballeira, que levantó a los más de 2.000 espectadores que se dieron cita en el Palacio con un gol de pura raza, la del chaval del colegio que creció soñando jugar en las grandes noches europeas con el equipo de su vida y que hace dos años rechazó una suculenta oferta del Barcelos.
Otro espejismo: el 1-2 dio paso a un tramo vertiginoso, ideal para el Barcelos, comodísimo en el ida y vuelta y en el tres contra dos. Aparecieron los porteros: el internacional argentino Conti Acevedo frustró con la careta un remate de Dava y Serra reaccionó a varias llegadas visitantes. También juegan los postes, que evitaron uno más de Rocha. No respondió Serra a un palazo de Manrubia que entró cerca de la escuadra. El exliceísta levantó las manos en señal de disculpa hacia la grada que le acogió durante su cesión de seis meses hace dos años. La ley del ex. 1-3. Tampoco reaccionó Martí a un remate de Rampulla en el área tras una bola colgada por Vierinha. 1-4 al descanso.
Meritoria fue la segunda mitad del Liceo, con un 3-2 favorable, pero insuficiente para completar la machada. Salió a relucir su ADN desde el saque de centro con un golazo de Cervera de disparo lejano. No corrían ni 30 segundos en el reloj. El equipo coruñés y su afición se revolvieron, pero el Barcelos sacó una protestada tarjeta azul para Bruno Saavedra, capaz de lo mejor y lo peor. Rampulla no encontró el hueco ante Serra y los verdiblancos defendieron con éxito la inferioridad.
Tras recuperar al cuarto jugador, el propio Bruno firmó el 3-4. Faltaban 18 minutos. Más que suficiente para soñar, pero el pichichi Rocha despertó al Palacio con un remate de primeras que sorprendió a su defensor y también al portero. 3-5. Otra vez dos goles de ventaja. Y tres en la enésima transición de vértigo, que esta vez culminó Pedro Silva. 3-6. Parecía la sentencia, pero nunca den por muerto al Liceo. Jacobo Copa firmó el cuarto con suspense y arengó a la hinchada, una vez más enganchada con su equipo, convencida en las posibilidades de remontada. No fue así: el partido agonizó con una bajada de revoluciones y dos equipos que llevaron el hockey a su máxima expresión.
El renovado proyecto koruño demostró que está listo para pelear en la gran escena continental, pero también mostró cierta bisoñez y se le notaron las costuras ante un rival poderoso, diseñado para ganarlo todo y que tendrá que hacerlo este año ante la previsible fuga de talentos: Manrubia se marcha al Porto, Rampulla al Sporting y el Benfica pretende al portero Acevedo. La semana próxima, en Barcelos, el súper equipo luso espera con recelo al joven e impetuoso Liceo, que todavía se permite soñar.
Liceo 4 - 6 Barcelos |
Deportivo Liceo: Martí Serra; Nil Cervera, Arnau Xaus, César Carballeira, Dava Torres -cinco inicial- Jacobo Copa, Fabri Ciocale, Bruno Saavedra. |
Óquei Clube Barcelos: Conti Acevedo; Pol Manrubia, Danilo Rampulla, Luís Querido, Miguel Rocha -cinco inicial- Pedro Silva, Daniel Oliveira, Vieirinha. |
Goles: 0-1, min.1: Luís Querido. 0-2, min.6: Miguel Rocha. 1-2, min.9: César Carballeira. 1-3, min.13: Pol Manrubia. 1-4, min.17: Danilo Rampulla. 2-4, min.26: Nil Cervera. 3-4, min.32: Bruno Saavedra. 3-5, min.34: Miguel Rocha. 3-6, min.38: Pedro Silva. 4-6, min.40: Jacobo Copa. |
Árbitros: Ulderico Barbarisi y Massimiliano Carmazzi. Mostraron tarjeta azul a Bruno Saavedra, del Liceo (min.27). |
Incidencias: Partido de ida de los cuartos de final de la WSE Champions disputado ante unos 2.500 espectadores. |