El ascenso a la ACB del Basquet Coruña ha provocado un nuevo 'boom' baloncestístico en la ciudad, muy parecido al que generó, tanto aquí como en el resto del país, la medalla de plata de la selección española masculina en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984.
La gesta del plantel entrenado por Diego Epifanio, que llevará el timón también el debut de la marea naranja en la máxima categoría nacional, tras ser renovado el pasado miércoles, ha disparado lo que podría etiquetarse como 'Leymanía'.
Y es que, ante la incertidumbre de en qué recinto jugará sus partidos el equipo, el club herculino se vio obligado a lanzar no una campaña de abonados, si no una campaña de reserva de abonos.
Y es que en las primeras 48 horas de vigencia, las reservas superan las 3.500. Una barbaridad, teniendo en cuenta que esa cifra está lejos de la media de asistencia al Palacio de los Deportes de Riazor durante más de dos tercios de los encuentros del curso 23/24.
La reserva implica un desembolso de 10 euros, que se descontarán del abono una vez que se confirme la adquisición del mismo. En caso de no seguir adelante con el registro, el solicitante perderá dicha cantidad.
Los precios de los abonos están a expensas de dónde jugará el Basquet Coruña. La directiva quiere Riazor, pero las exigencias de la ACB en varias materias obligan a una reforma bastante profunda.
La otra opción es el Coliseum, pero sus casi 10.000 asientos para baloncesto se antojan demasiados para cubrir y poder generar un ambiente que no resulte demasiado frío, aunque al ritmo que van las reservas...
Eso sí, también hay que contar, y esta es la potencial cara negativa, con que habrá gente que se eche atrás finalmente si considera los precios fuera demasiado elevados.