‘Hagamos historia’. El lema del Leyma Basquet Coruña se ha hecho carne. De primera calidad, como la ternera gallega. Más de medio siglo después, la orquesta magistralmente dirigida por Diego Epifanio toma el testigo del legendario Bosco, cuya batuta en pista llevaba Quique Caruncho, posteriormente primer presidente en la vida de la entidad que hoy ha derribado la puerta de la máxima categoría nacional.
Aquel Bosco fue el primer equipo gallego que alcanzó la superelite española y disputó una única temporada, la 1968/1969, en la entonces llamada Liga Española de Baloncesto (las mismas palabras que dieron lugar al acrónimo LEB). Lo hizo con el apellido –comercial– Revoltosa.
Como revoltoso, en grado sumo, ha resultado ser este Basquet Coruña que, aunque estaba en boca de todos el pasado verano, su cotización navegaba ligeramente por detrás de la de transatlánticos de lujo como el Estudiantes, el Miraflores Burgos, el Gipuzkoa, el Real Betis y el Fuenlabrada, estos dos últimos, los ángeles caídos de un cielo que ahora alcanza el Leyma.
Revoltoso y regular. Porque a pesar de que no tomó el liderato ‘de verdad’ hasta la jornada 21 –encabezó la tabla también en la 3 y en la 4–, ya no lo soltaría hasta el minuto 40 de su trigésimo cuarto y, gracias a Dios, último partido de su curso. Mandar en una competición tan dura y encarnizada como ha sido la primera parte de esta LEB Oro durante la mitad menos una de la jornadas es un mérito que añadir a una campaña trufada de ellos.
Pese a que el Leyma dependía de sí mismo, pero también lograría el objetivo si Lleida ganaba al Menorca, los naranjas salataron al parquet del Javier Imbroda muy enchufados. Y 10 minutos más tarde que en Barris Nord y en Alicante, donde jugaba el otro candidato al ascenso directo, el Burgos.
Un problema con la tablet de la mesa de anotación otorgó una (teórica) ventaja extra al Basquet Coruña: acabar su partido sabiendo qué había sucedido en cancha catalana.
El duelo en Melilla arrancó con triple de Mulero, el principal soporte, sobre todo por su agresividad al atacar el aro en penetración, en un acto inaugural que continuó con un parcial de 0-9. Con Huskic como poste repetidor, los de Rafa Monclova tuvieron muchas dificultades para frenar al ofensiva del líder.
La entrada en pista de Burjanadze, muy enchufado, y de Diagne, un muro en defensa, acabó de asentar al Leyma, que con un triple de Barrueta rozó la decena de renta (14-23), la misma distancia que reflejó el marcador al final de los 10 primeros minutos (16-25). Tan buena noticia como el 26-14 en Lleida.
El parón no le sentó bien a los de Epi, que no sólo encajaron un 5-0 de salida, sino que estuvieron los 4 primeros minutos sin un punto que echarse al coleto. Rompió la sequía una asistencia del georgiano que Aleix Font, tras un corte de manual, depositó en el aro.
Un espejismo. Los locales, con Briki dirigiendo y anotando y Varence haciendo caja desde el arco, fueron limando la diferencia, hasta acercarse a una sola canasta (25-27), justo cuando Lleida se alejaba del Menorca (45-29).
Minutos en que la única alegría naranja fue el tapón sideral –tercero de su cuenta– de Diagne a Menéndez cuando se disponía a machacar. La jugada de la noche. Varence, con un triple, dio al Melilla el mando (28-27), que no tenía desde el 3-0 inicial, obligando a Epi a parar el partido por segunda vez en 3 minutos.
Los suyos salieron del tiempo muerto con un parcial de 0-4, antes de que Varence acertase de nuevo desde la larga distancia. Sin embargo, el Basquet Coruña ya tenía otra cara, muy parecida a la del primer periodo, y con un parcial final de 0-7 se fue al descanso con 2 puntos menos de superávit (31-38) que en el primer parón largo.
Además, las noticias desde Barris Nord eran inmejorables: el Lleida empezaba a arrollar al Menorca (60-40), restando todo atisbo de relevancia al acercamiento del Burgos en el Pabellón Pedro Ferrándiz de Alicante (42-40).
Con más medio pasaporte para la ACB en el bolsillo, el Leyma pasó por el tercer cuarto prácticamente como un fantasma. Empezó encajando un parcial de 9-2, con dos triples de Arcos y uno de Varence, forzando a Epi a gastar un tiempo muerto tras poco más de 2 minutos.
El base local sumó un nuevo acierto desde el arco (43-40). Pero en el festival de no triples no podía faltar Barrueta. ‘El Papi’ enroscó 2 consecutivos para devolver el oxígeno a los pulmones del líder.
Sin embargo, fueron los dos únicos aciertos lejanos del Leyma en este cuarto, que el Melilla cerró con 7 triples, aunque con un solo punto de ventaja (48-57), ya que en el tramo final del periodo Diagne salió al rescate de la marea naranja. El pívot senegalés empezaba a opositar seriamente al MVP del duelo, cuando desde Lleida se confirmaba prácticamente el ascenso con el contundente 81-53 en el marcador. Burgos, ya fuera de la ecuación, vencía por una canasta a su rival levantino (60-62).
Diagne sumó un punto más para su premio virtual del mejor jugador del encuentro. Otro tapón, el cuarto en su cuenta, en la primera posesión de un periodo final que arrancó con esperanza para el Melilla, puesto que el Estela Cantabria rozaba la remontada en la pista del Amics Castelló.
Y ello tal vez encorajinó a los pupilos de Rafa Monclova, que pusieron más ganas que los naranjas. Una falta antideportiva de Pablo Hernández a Mulero derivó en la máxima renta local hasta ese momento (64-59). Buljan anotó a continuación, pero sin sumar el libre adicional.
El Leyma parecía fuera del partido, pero el que acabó fuera antes de tiempo fue el Decano, el único equipo que ha participado en las 28 ediciones de la LEB Oro. Llegó la noticia del triunfo del Amics Castellló, que confirmaba el descenso en la pista –por segundo curso seguido– del conjunto norteafricano. Y casi al mismo tiempo, un triple de Aleix Font que daría alas al posteriormente campeón de la temporada regular.
El escolta catalán añadió una canasta más, tras un libre de Barrueta por una técnica al banquillo local. Buljan y Arcos, con dos aciertos por barba desde el 4.60, y Douvier –cuarto máximo anotador de la competición–, con una de sus escasas canastas ayer, mantuvieron por delante al Club Mellilla Baloncesto (72-70).
Hasta ahí. Diagne volvió al escenario para adueñarse del parquet, después de que Aris, desde el arco, colocase a los naranjas por delante. El gigante de Dakar se agigantó más que nunca. Redondeó el repóker de tapones y cerró el marcador con un mate.
Unos minutos antes, exactamente a las 22.49 horas, momento del final del partido en Lleida, el Basquet Coruña se había convertido en el sexto equipo gallego –el segundo de la ciudad de A Coruña– que alcanzaba la cima del baloncesto masculino español. Un día para la historia. Una noche para la fiesta, para el renacer del deporte de la canasta en nuestra ciudad. Que sea para quedarse.
Melilla, 74-Leyma Basquet Coruña, 80 |
Melilla (16+15+27+16): Marjanovic (7), Lepichev (0), Arcos (16), Mulero (9), Varence (14) –cinco inicial– Figueroa (0), Van Dyke (10), Javi Menéndez (0), Briki (4), Buljan (6), Douvier (8). Leyma (25+13+19+23): Aris (10), Huskic (2), Barrueta (19), McDonnell (4), Galán (7) –cinco inicial– Jakovics (6), Diagne (13), Pablo Hernández (0), Aleix Font (11), Alex Hernández (2), Burjanadze (6). Incidencias: Partido de la 34ª y última jornada de la fase regular de la LEB Oro, disputado en el Pabellón Javier Imbroda. |