Han pasado ya dos largos meses del epatante debut del Básquet Coruña en la ACB. Aquel triunfo ante el Real Madrid con un triple ganador fue una declaración de intenciones. El novato está en la élite para jugar. Y para agradar. Así lo entiende su afición, que ha respondido en cada tarde de baloncesto poblando las gradas del Coliseum. Hoy toca, después del fútbol, otra noche especial ante un clásico como el Manresa (21.00 horas, Movistar + Deportes 3).
El equipo catalán se ha ganado el apelativo de histórico por su regularidad en la élite –51 temporadas– y el título de campeón que logró por sorpresa en 1998 –también tiene una Copa del Rey–. En aquellos playoffs se erigió en un matagigantes –eliminó a los tres mejores de la fase regular: Estudiantes, Real Madrid y en la final al Tau–, un sobrenombre que le va al pelo también esta temporada.
El conjunto que dirige el ourensano Diego Ocampo –único entrenador gallego al frente de un equipo ACB esta campaña– ha celebrado tres de sus cinco victorias, todas en casa, contra equipos punteros: Valencia (77-73), Unicaja (109-69) y, la última jornada, Barça (85-72). Eso sí, no sabe lo que es ganar lejos del Nou Congost. Perdió en Girona (84-80), Lleida (83-81), Madrid (86-61) y Tenerife (94-86).
Precisamente el Leyma logró su primer triunfo como visitante el domingo pasado en Lleida, el tercero de la temporada. Ahora vuelve al Coliseum, donde jugará al abrigo de su afición cuatro de los próximos cinco partidos en el plazo de un mes, desde hoy hasta el 5 de enero. Es el momento de hacerse fuerte en casa y lograr un puñado de victorias para poner tierra de por medio con la zona de descenso.
La explosión anotadora de Trey Thompkins en Lleida (32 puntos y 36 créditos de valoración, MVP de la jornada), el gran momento de Brandon Taylor (líder de la Liga en asistencias) y el acierto desde la línea de tres son los argumentos más convincentes del Básquet Coruña, que contará con toda la plantilla ante el Manresa, salvo desagradable novedad de última hora. “Hay un virus en el vestuario y tres jugadores han mostrado síntomas, vamos a ver si no les afecta”, desea Diego Epifanio.
El técnico burgalés destaca la energía del Manresa, un bloque muy físico y con gusto por jugar rápido. “Es un equipo que no para, roba balones y mete canastas cuando no lo esperas, tienes que aguantar todo el rato sus contactos, que aprovechan para correr... y eso te castiga mentalmente. Tenemos que ser muy duros porque Manresa exige mucho, no tanto a nivel baloncestístico y táctico, sino a nivel de energía y concentración. Es un equipo que desgasta mucho a los rivales y si te paras a lamentarte por los errores te destrozan: a Málaga le pasaron por encima y también ganaron a Valencia y Barça”, advierte.
El equipo catalán está en la élite de la ACB en los apartados de rebotes –es el segundo en totales con 39,67 por partido y el primero en defensivos, con un promedio de 26,67–, tapones –cuatro por encuentro, más que ninguno– y tiros libres –solo La Laguna le supera en tiros convertidos, 19, y porcentajes, 80%–. Sus puntos débiles son el control del balón y el tiro exterior: lidera en pérdidas (16 por partido) y tiene el peor acierto de tres (30,2%).
La estrella en el Nou Congost tiene nombre y apellido reconocibles: el debutante Derrick Alston Jr. sigue los pasos de su padre, uno de los integrantes de la plantilla que conquistó el título de Liga en la temporada 1997-98. Alero estadounidense muy potente, debuta a los 27 años en España con unas prestaciones que asustan: es top-3 en la lista de anotadores (16,4 puntos por partido) y top-10 en valoración (17,1).
“Es un todoterreno que hace de todo: juega al ‘3’ o al ‘4’, traslada el balón, puede tirar de tres, puede jugar bloqueos directos como manejador o bloqueador, mucho close out, mucho uno contra uno... Cuando te enfrentas a jugadores así es más importante nuestro trabajo mental para entender cómo tenemos que defender, pero no solo a Alston”, avisa Epi.
Y es que en Manresa están dos de los mejores bases españoles de la Liga, según el técnico del Básquet Coruña: “No me la quiero jugar del todo, pero posiblemente tengan la mejor pareja de bases nacionales de la competición”. Son el veterano Dani Pérez, héroe en el triunfo ante el Barça con 22 puntos y un valor seguro en la dirección de juego, y el joven Mario Saint-Supery, la figura que viene, un adolescente cedido por Unicaja, con un físico privilegiado y un talento todavía por descubrir.
Diego Ocampo, que no podrá contar una semana más con el uruguayo Santiago Vescovi por un esguince de tobillo y que tendrá que realizar un descarte antes del partido –Chuba Ohams u Ondrej Hustak tienen todas las papeletas–, se mostró orgulloso por la irrupción del Leyma en la máxima categoría del baloncesto nacional.
“A Coruña siempre ha sido una ciudad de fútbol y de hockey, por lo que jugar en el Coliseum es muy especial. Significa que el baloncesto allí ha crecido mucho y como gallego que soy, es un orgullo”, declaró en la rueda de prensa el técnico del Manresa, que adelanta un duelo para hombres: “Es el equipo que reparte más asistencias en la Liga, por lo que tocará hacer una defensa muy dura e intentar colapsar todos los huecos posibles para que no se sientan cómodos”.
Ya lo saben Taylor, ex de Manresa la pasada campaña, y Álex Hernández, que jugó seis temporadas en el Nou Congost. “Son muy físicos y agresivos”, coinciden los bases del Leyma en una entrevista con DXT Campeón. La ilusión del novato reta el colmillo de un histórico matagigantes.