La deuda olímpica del Basquet Coruña
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La deuda olímpica del Basquet Coruña

La deuda olímpica del Basquet Coruña
Beqa Burjanadze, que ha disputado tres Eurobaskets, no estará con su país en el Preolímpico del próximo mes | Pedro Puig

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En sus casi 28 años de vida, el Basquet Coruña ha contando en sus filas con un buen número de jugadores internacionales de un buen puñado de países diferentes, pero sigue sin poder ‘debutar’ en unos Juegos Olímpicos. En París 2024 tampoco será.


En sus cuatro primeras temporadas en la segunda categoría nacional, lo más cercano a un internacional fueron Darío Quesada y José López Valera, que compartieron vestuario en la 2000/2001. El primero llegó a la selección española B; el segundo, a la junior. Fue campeón de Europa en Varna 1998 y una lesión le dejó fuera del Mundial disputado un año después en Lisboa, el punto de partida de la edad de oro del baloncesto español.


El primer internacional A que pasó por las filas del club herculino fue el uruguayo Camilo Riveiro, aunque no debutó como tal hasta 2005, tres años después de dejar A Coruña


El primero de verdad, Edu Hernández-Sonseca, llegó en la campaña 12/13. El talentoso pívot madrileño vistió en siete ocasiones la elástica nacional, aunque la última de ellas seis años antes de aterrizar en A Coruña. Concretamente, en la fase de preparación para el Mundial 2006 de Japón, donde España conquistaría el primero de sus títulos universales. El jugador al que sustituyó, el húngaro Gergely Somogyi, de 2.21 metros, no pasó de la selección sub-22 de su país. 


En la siguiente temporada, el Basquet Coruña fichó al alero finlandés Samuel Haanpaa, que disputó el Eurobasket de 2014, aunque su rendimiento con la camiseta naranja dejó mucho que desear. El finés compartió vestuario con Sean Ogirri, internacional con República Dominicana, aunque no llegó a ser olímpico.

 

El más internacional

En la 14/15 llegó al Leyma su internacional más internacional, Beqa Burjanadze. El ala-pívot ha disputado tres Eurobaskets (2013, 2015 y 2022). Su país aún no ha debutado en unos JJOO. Buscará el billete en el Preolímpico de Riga (2 al 7 de julio) contra la anfitriona Letonia, Filipinas, Brasil, Montenegro y Camerún, pero sin Beqa en la convocatoria. Otro húngaro fallido de 2.21 metros, Laszlo Dobos, jugó ese curso de naranja, pero no fue más allá de la sub-18. De su sustituto, el trinitense Kyle Rowley, no hay constancia de que haya jugado con la selección de su país.


Tampoco llegaron a debutar con la absoluta el checo Tomas Hampl y el ucraniano Volodymyr Orlov, que vistieron de naranja en la campaña 15/16, la misma en que aterrizó en A Coruña el dominicano Dago Peña. El escolta jugó un Mundial (2019), cuando militaba en el Breogán, pero no llegó a convertirse en olímpico


Dos temporadas después aterrizó en A Coruña Jonathan Gilling, internacional con Dinamarca, una selección que jamás ha disputado la fase final de un gran torneo. Su paisano Sebastian Aris fue uno de los miembros de la plantilla que logró, el 10 de mayo de 2024, el histórico ascenso a la ACB.

 

Cero de tres en la modalidad de media pista

En el 3x3, olímpico desde Tokio 2020, tampoco ha conseguido el Basquet Coruña representación en unos Juegos. Alex Llorca, naranja en la temporada 19/20; Javi Vega (2020-2023) y el coruñés Carlos Martínez (2018-2020) son los jugadores del club herculino internacionales en la modalidad de media pista.

 

Martínez disputó este año el Preolímpico de Riga (Letonia), en que se clasificó... la selección femenina. Javi Vega y sus compañeros no lograron en su momento el pasaporte para la capital japonesa, mientras que Llorca no tuvo oportunidad de ello al no ser olímpica esta disciplina en los años en que estuvo en el combinado nacional, con el que se colgó la medalla de plata en el Europeo de 2015. 


El bosnio Mirza Bulic, naranja en los cursos 18/19 y 19/20, también se quedó en la sub-20, al igual que el dominicano Jonathan Araújo, compañero suyo en la 18/19, campaña en la que vistieron de naranja cuatro internacionales A: el suizo Axel Louissant, el marfileño Adjehi Baru, el nigeriano Braxton Ogbueze y el caboverdiano Jeff Xavier. Este último se retiró menos de dos años antes de que el pequeño país africano lograse un histórico pasaporte a París 2024.


En la 19/20 jugó en el Leyma Mathieu Kamba, internacional con República Democrática del Congo, otro país fuera de la élite, al igual que Irlanda, selección de Taiwo Badmus, y la Islandia de  Arnar Björnsson, ambos del BC en la 20/21, así como Lottana Nwogbo –llegó en el tramo final del curso–, que sí ha jugado con la absoluta de Nigeria.


En la 21/22 el BC contó con dos internacionales ingleses, Mo Soluade y Ashley Hamilton; uno canadiense, Kadre Gray; uno sueco, Johan Löfberg; uno nigeriano, Zaid Hearst; uno neerlandés, Roeland Schaftenaar, y uno noruego, Chris Ebou Ndow. Ninguno de ellos ha sido olímpico.


Nwogbo volvió en la 22/23, cuando Diego Epifanio tuvo a sus órdenes a otros tres internacionales: el croata Goran Filipovic, el sueco Olle Lundqvist y el letón Ingus Jakovics.

 

Pionero herculino

Una deuda que París no saldará, pero que no tiene el baloncestista coruñés más ilustre, Fernando Romay, quien participó, y además con protagonismo, en la primera medalla olímpica del baloncesto español, la inolvidable plata de Los Ángeles 1984. No obstante, ‘o Fillo do Portaxeiro’ nunca jugó en un club de su ciudad (lo haría una temporada, la 93/94, en el OAR Ferrol), ya que llegó a la cantera del Real Madrid con tan sólo 14 años. 

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