Segunda revolución en la plantilla, con seis jugadores nuevos: Mario Bland, Juan Pedro Cazorla, Carlos Cherry, José López Valera, Xurxo Loureiro y Darío Quesada; más tres, Javan Goodman –jugó 21 partidos–, Alexander López –incorporado en el tramo final de la fase regular– y el retornado Lolo Castro, que estuvo en 11 encuentros después de un breve paso por la ACB (Fórum Valladolid) y un parón en su carrera para echar a andar un negocio de hostelería en Santiago de Compostela.
Y segundo playout. El cambio en la normativa ponía más complicada la tarea de salvar la categoría en las 30 jornadas de la regular: las series por evitar el descenso involucraban a los cuatro últimos, el doble que en el curso 98/99 (en el 99/00 no hubo).
Si un año antes el el Sondedos del Norte fallaba en casa –ante el Badajoz– en un partido para entrar por primera vez en los playoffs, en esta ocasión la historia se repitió, pero para evitar el playout. La derrota (74-84) contra el Cajasur Córdoba acabó con el equipo coruñés en la antepenúltima posición. De haber ganado, el averaje particular con el Melilla (69-73 en la ciudad autónoma y 78-68 en la Polideportiva de Riazor 2) lo hubiese ascendido hasta quinto por la cola.
El primer triunfo no llegó hasta la quinta jornada, en el entonces llamado Pabellón Ciudad de Melilla (actual Javier Imbroda) fue el primero de la temporada. No llegó hasta la quinta jornada. Y tuvo en Quesada –que venía de ganar con el Real Madrid, aunque teniendo un papel testimonial, la famosa liga del Palau, la del incidente de Nacho Rodríguez con Sasha Djordjevic– y Chus Poves –uno de los dos supervivientes de la plantilla (el otro era el capitan, Gus Díaz)– a sus dos principales artífices. El ala-pívot madrileño firmó 19 puntos y 5 rebotes; el escolta pacense, 15 y 4.
Cinco días después caería en la Poli (93-82) el CB Murcia, donde jugaban el recientemente retirado Pedro Llompart y el ‘junior de oro’ Souleymane Drame. Bland (25 tantos) y López Valera (22 y 8 capturas) encabezaron el festival anotador.
Después de perder en Huelva, los pupilos de Juan Díaz se darían sólo dos alegrías en las seis siguientes fechas. En sendos derbis: 84-80 contra el Rosalia, con Poves (29) y –el campeón de Europa junior en 1998; una lesión le dejó fuera del histórico Mundial de Lisboa 1999– López Valera (20) al frente, y 72-83 en Ferrol, con Cherry (23) encabezando un quinteto en dobles dígitos. Este último fue el inicio de una barrida completa (5-0) al entonces llamado Abeconsa.
Tras la visita vecinal, éxito en casa ante el Los Barrios, quedándose a un punto de anotar la primera centena de su historia, tres jornadas después de encajar la primera, 97-101 contra el Lleida. Cherry (20) comandó en esta ocasión un sexteto en dobles dígitos. Un 83-77 frente al Menorca acabó con una racha de tres partidos sin ganar. Destacó uno de los fichajes sobre la marcha, Goodman (19 puntos y 8 rebotes), mientras que Poves (18) y Bland (16) lo hicieron en el siguiente éxito, por 78-68 contra el Melilla.
Después, doble decepción en Santiago: derrota por 79-73, con lo que el equipo compostelano, uno de los rivales por evitar el playout, superaba el 84-80 de Riazor. Malik Evans, el mejor jugador del Sondeos en el curso precedente, lideró, con 19 tantos y 8 capturas, el triunfo del Rosalía.
En el cuarto derbi de la regular, en la antepenúltima jornada, un anticipo del playout: 95-69 al Abeconsa ferrolano, con Lolo Castro (22 puntos) y Bland (20) a la cabeza. El estadounidense dejó la imagen del choque, un matazo que adornó apoyando los dos pies en el tablero. Un gesto de superioridad total.
La misma que exhibirían los de Juan Díaz en la serie por la salvación, tras la lapidaria derrota ante el Cajasur Córdoba de la jornada 30. Poves (22 puntos) y Goodman (21 y 6 rebotes) marcaron la pauta en el primer envite (95-89) de la serie por la salvación. En el segundo, 89-79, Gus Díaz (21 tantos –4 de 7 en triples– y 5 rechaces) encabezó un quinteto local en dobles dígitos.
En el primero –y a la postre único– en A Malata (76-88), Poves y Bland se repartieron a partes iguales 40 puntos. El colectivo amarillo primaba por quinta vez sobre el local Howard Brown, máximo anotador del curso regular (23.9) y de los playouts (29.5).
Otro capítulo complicado y solventado con autoridad en la parte peligrosa de la postemporada. Una máxima en el primer periplo del basquet Coruña por la segunda categoría nacional. Aunque lo peor estaba por llegar.