Fue un punto muy trabajado. Sorprendió el Córdoba y la veracidad de las declaraciones prepartido de Iván Ania, al decir que quería sacarle al Dépor el balón. El encuentro fue una fiel muestra de que no mintió, el Córdoba al ser un equipo valiente y demostró por qué llevaba cinco partidos ganados seguidos a domicilio.
Se vio un equipo bien pulido, con una presión avanzada en el primer tiempo, que complicó la salida de balón del Dépor. Este no la pudo sacar ni tan siquiera con salida de tres, con José Ángel.
Le costó al Dépor, que no tiró a puerta hasta el minuto 41, con un disparo que se fue fuera y en el 43, con un remate de Soriano, que le dio al lateral de la red. Se llegó al descanso con un empate a cero pero con la sensación de que esos tiros fallados, que ni siquiera fueron a puerta y con un Córdoba que sí que tuvo ocasiones claras, además de otra gran intervención de Helton.
En el segundo tiempo algo tenía que cambiar y parecía salir el Dépor más presionante y ajustando las marcas para robar antes. El Córdoba, con su buen fútbol y el pie de alguno de sus jugadores, encontraba el gol, un golazo desde fuera del área y por toda la escuadra.
Y aunque ese tanto podía hacer que el Dépor se hundiese, pasó lo que ocurre cuando te dan una bofetada, que reaccionas y vinieron los mejores minutos de los blanquiazules. Se le vio al Dépor con ritmo e intención de buscar al rival arriba, de robar balones y una oleada tras otra, buscando el gol.
Y apareció en esa segunda parte Yeremay para marcar la diferencia. Se fue del equipo rival, generó la situación de gol y fueron los mejores minutos del Dépor. No obstante, el Córdoba no le perdió el ojo a la portería local y aún tuvo que hacer un par de paradas más Helton para evitar el 1-2.
El primer tiempo fue del Córdoba y el segundo del Dépor y puede que después del empate fuese merecedor de más premio, pero el Córdoba no dejó de mostrar las uñas. Salvó Helton, con un nivel al que nos tiene acostumbrados en los últimos partidos. Un punto que al Dépor le costó sudor.