No hay manera de que el Deportivo termine de despegar en Riazor esta temporada, donde se ha acostumbrado a ofrecer la cuarta parte de su rendimiento. Una sola victoria como local suma el equipo de Óscar Gilsanz en los cuatro duelos que ha protagonizado en su feudo en 2025. Es decir, el 25%. Cuatro triunfos exhiben los blanquiazules en quince duelos en su campo durante el campeonato 2024-25 (26,7%). Y calca la misma cifra en cuanto al número de encuentros en los que ha dejado su puerta a cero, también con cuatro clean sheets en tierras herculinas.
La victoria en Oviedo de la anterior jornada (1-2), con un gol de Ximo Navarro en el minuto 91, había reforzado la confianza de la escuadra deportivista, que recibía al Córdoba con la intención de superar el trauma que padece esta temporada en su estadio, donde el triunfo se ha convertido en el resultado menos repetido.
Seis empates, cinco derrotas y cuatro partidos ganados exhiben los blanquiazules en Riazor. Los triunfos resultan anecdóticos y se reparten a cuentagotas. El Dépor venció por primera vez como local en la presente campaña en la tercera jornada, frente al Racing de Ferrol (1-0). Tuvo que esperar cinco partidos más en Riazor para celebrar otro éxito, en la decimocuarta jornada ante el Eibar (1-0). La tercera victoria llegó en la vigésima semana de competición, contra el Castellón (5-1). Y la cuarta y última, el pasado 9 de febrero, frente al Almería (3-1).
Ese triunfo sobre el conjunto que dirige el técnico Rubi es el único que ha obtenido la escuadra blanquiazul en el presente año. El Dépor arrancó 2025 en su feudo con una derrota a manos del Levante, sumó esa victoria ante el Almería en su siguiente compromiso como local y ha encadenado sendos empates en sus dos últimas citas en Riazor, 0-0 frente al Huesca y el 1-1 de anoche con el Córdoba.
Una de las circunstancias que dificultan que lleguen esos partidos ganados en terreno coruñés es el hecho de que al equipo deportivista le cueste tanto mantener la solidez defensiva en su feudo. Apenas cuatro porterías a cero ha logrado el bloque herculino en los quince duelos como local: 1-0 frente al Racing de Ferrol, 0-0 en la visita del Málaga, 1-0 al Eibar y 0-0 con el Huesca.
“Siempre que no se gana, en los jugadores, el entrenador, el cuerpo técnico hay una cierta decepción porque los partidos se juegan para ganarlos, pero el rival también juega para ganar. Yo quería los tres puntos, pero tenemos uno y mañana en el entrenamiento pondremos en valor lo que hicimos bien y lo que no. Lo más importante es construir en base a lo que se hace, cómo atacamos, cómo defendemos, como atacamos a balón parado...”, manifestó Óscar Gilsanz en la rueda de prensa posterior al duelo con el Córdoba sobre el hecho de que la escuadra coruñesa solo haya ganado cuatro encuentros en su campo.
“El equipo hizo muy buen partido y no ganamos. ¿Que es casualidad? Supongo que no. Lo preparamos desde el rendimiento que queremos tener, pero luego pasan muchas cosas. Hay partidos que ganamos en los que hicimos menos méritos en ataque que hoy (por ayer)”, indicó el estratega deportivista al respecto.
Mi equipo estuvo a un nivel muy alto; Si me tengo que dejar puntos, que sea así
El preparador betanceiro señaló que se vio un duelo “extremadamente igualado, con alternativas, un Córdoba que en la primera parte, con la presión alta, nos hacía tener problemas. Nos obligaba a jugar con balones largos y la sensación era que ellos estaban más cerca de crear situaciones. Nosotros tuvimos alguna, pero estuvimos más precipitados. En la segunda mitad vino el gol y la reacción del equipo fue excelente. Me quedo satisfecho con ese esfuerzo de los jugadores ante un rival que con balón es muy bueno. Si alguna vez me dejo más puntos en el camino, que sea así. Somos dos equipos que buscamos la victoria, pero siempre que se empata, hay que valorar el punto, sabiendo que es el camino correcto”.
Gilsanz insistió en que “mi equipo estuvo a un nivel muy alto, incluso cuando se igualó el marcador se dio un paso adelante y la reacción de Riazor fue espectacular con el equipo, con la comunión que hubo con la grada. Creo que eso es para estar satisfechos, sobre todo, y si me tengo que dejar puntos, que sea así, buscando el empate primero y la victoria después”, insistió.
El entrenador blanquiazul reconoció que el partido que “propuso el Córdoba fue ir hacia delante en la presión para que no fuéramos capaces de construir y tuviéramos que recurrir a balones más largos, pero lógicamente eso tiene un riesgo. Casi no hicimos salida de tres porque el Córdoba no nos permitía”.
“Yo no valoro los puntos por las expectativas o no”, dijo ante la situación en la tabla en la que se queda el Dépor.
“En todos los partidos hay una extrema igualdad. Hay que valorar las rachas de los equipos grandes de la categoría y valorar los partidos según lo que pasa durante el desarrollo, más que en base a las expectativas”, sentenció.