El mercado de invierno ha dejado a lo largo de los años grandes incorporaciones (y otras algo menos grandes) a las filas del Deportivo. De lo que no se ha hablado tanto es de las salidas, que desde las palabras de Yeremay en La Rosaleda vuelven a estar al orden del día. Son unos cuantos los jugadores que dejaron el equipo entre diciembre y enero, la inmensa mayoría cedidos. Pero hubo unos cuantos importantes y que incluso lo hicieron dejando jugosos ingresos en la Plaza de Pontevedra.
10. Javi López. Fichado al Racing de Santander, donde la rompió, en el verano de 1998 a cambio de 350 millones de pesetas, solo seis meses y 11 minutos de blanquiazul en Zorrilla después puso rumbo al Tenerife en una operación que dejó un superávit de 125 ‘kilos’ en la Plaza de Pontevedra.
9. Luis Miguel Ramis. Una grave lesión ante el Mallorca, cuando estaba asentado en la titularidad en su segunda campaña como blanquiazul, la 1998-99, le mandó al ostracismo el siguiente curso, el del título de Liga. En la temporada 2000-01 tampoco dispuso de oportunidades y en enero de 2001 se fue al Racing de Santander en un negocio que dejó 40 millones de pesetas.
8. Voro. Uno de los sostenes del SuperDépor (133 partidos en tres temporadas y media) fue la primera salida en el primer mercado de invierno de la historia del fútbol español, el del curso 1996-97. El central valenciano, ya con 33 años, apenas contaba para John Toshack tras la llegada del marroquí Naybet y se marchó en diciembre al desaparecido CD Logroñés.
7. Dudu Aouate. Fichado al Racing de Santander en 2006, protagonizó una fantástica primera campaña a las órdenes de Caparrós. En la segunda quedó marcado por la pelea con su rival en la portería, el charrúa Gustavo Munúa. En su tercer curso en A Coruña, el Dépor fichó a Aranzubia. Después de no jugar un solo minuto el meta israelí fue traspasado al Mallorca en diciembre de 2008 a cambio de 800.000 euros y dos partidos amistosos.
6. Corentin Martins. El pequeño y genial mediapunta francés firmó una temporada 1996-97 memorable (13 goles en 33 partidos) al lado de Rivaldo. Unos recurrentes problemas de abductores le permitieron participar en solamente tres partidos en la primera mitad del curso siguiente. Allí apareció el Estrasburgo, que en enero de 1998 pagó 30 millones de francos franceses para llevárselo.
5. Nando+Alfredo+David. Durante el mismo mercado en que salió Martins, tres jugadores pusieron rumbo al Sevilla, entre ellos el autor del gol de la primera Copa del Rey. La entidad nervionense pagó en enero de 1998, 160 millones de pesetas por Nando y Alfredo y la cesión de la perla de la cantera coruñesa.
4. Carles Gil. Era uno de los pilares del Deportivo pergeñado por Natxo González hasta que el técnico vasco se olvidó del rombo en la medular y los blanquiazules entraron en barrena. En el mes de enero de 2019 llegó el New England Revolution con 2 millones de dólares (1,7 millones de euros) y se lo llevó a la MLS estadounidense, donde sigue jugando.
3. Juan Culio. El mediapunta argentino estaba siendo la figura del equipo en el arranque del curso 2013-14, uno de los más complicados de la historia del club económica y organizativamente hablando. Tras 18 partidos, 2 goles y 4 asistencias, los 300.000 euros que ofreció por su ficha el Al-Wasl de los Emiratos Árabes Unidos eran en aquel momento de vacas flacas demasiado dinero como para rechazarlo y Fernando Vázquez se quedó sin uno de sus pilares.
2. Álvaro Arbeloa. Indiscutible desde su llegada procedente del Real Madrid Castilla en el verano de 2006, sus fenomenales actuaciones no pasaron inadvertidas para algunos clubes grandes. El Liverpool de Rafa Benítez se llevó el gato al agua en enero de 2007 a cambio de algo menos de 4 millones de euros que sirvieron para poner al día los cobros del plantel. El lateral derecho había jugado 20 partidos, todos como titular.
1. Ryan Babel. Llegó de último y se fue de primero. Se incorporó en septiembre de 2016, ya fuera del mercado al ser agente libre y haber hueco en la plantilla, y se marchó en diciembre, después de rescindir contrato para fichar por el Besiktas turco. Entre medias dejó una huella imborrable, más allá de sus 4 goles en 11 partidos. La del último futbolista de altos vuelos que, a día de hoy, ha vestido de blanquiazul.