De un récord positivo a otro negativo en solo tres días
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17º-23º

De un récord positivo a otro negativo en solo tres días

La del Mirandés es la mayor goleada encajada en casa en Segunda junto a un 2-6 del Racing en 1957
De un récord positivo a otro negativo en solo tres días
Hadji y Naybet, rodeados por Lekumberri, Chiba y Bellido durante el 2-6 que el Compostela propinó al Deportivo en la campaña 1997-98 | ARCHIVO EL IDEAL GALLEGO/PEDRO PUIG

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Este Deportivo de extremos no concede un día de tranquilidad a su afición. Si el pasado jueves lograba un hito histórico al golear al Castellón con cinco tantos en solo 21 minutos, acariciando el récord histórico del club –17 minutos–, solo tres días después, el domingo, igualaba su derrota más abultada en casa en Segunda.

 

La victoria lograda por el Mirandés en Riazor (0-4) solo tiene un precedente. Hay que retroceder en el tiempo algo más de 67 años, hasta el 8 de diciembre de 1957, para encontrar una derrota deportivista en su campo por tanta diferencia en la categoría de plata nacional. Aquel día, el Racing de Santander vapulea al Dépor por la misma diferencia, aunque en un encuentro en el que hubo cuatro goles más (2-6).

 

El Deportivo, con el exatleta Roberto Rodríguez-Ozores al mando, forma con Otero; Tomás, Rodolfo, Irusquieta; Ruiz, Juananco; Polo, Vila, Mourelo, Amador y Tino. El conjunto cántabro, preparado por Enrique Orizola –que más tarde dirigiría al Deportivo en dos etapas distintas–, saltó a Riazor con Lobera; Santín, Santamaría, Trueba; Araújo, Pardo; López Rico, Vicedo, Lolo Gómez, Duró y Alsúa II.

 

Alsúa II (min. 10) pone en ventaja al equipo visitante, pero Tino (min. 20) empata pronto. Dos goles de Lolo Gómez (min. 39 y 51) disparan al Racing, que aún pone más distancia con tantos de Pardo (min. 67) y Duró (min. 74). Vila (min. 76) marca el segundo para los blanquiazules, que ven como Duró (min. 88) anota el segundo de su cuenta particular y el sexto de la formación cántabra.

 

Al final de aquella temporada, los blanquiazules mantienen su plaza en Segunda en una angustiosa promoción con el CD Ourense, gracias al fichaje de los hermanos Jorge y Fernando Mendonça. El equipo santanderino acaba en la tercera plaza con 40 puntos, pero lejos del ascenso a Primera que logra el Oviedo, campeón del grupo Norte de la categoría de plata, empatado a 50 puntos con el Sabadell.

 

En toda su historia, el Deportivo ha perdido solamente 18 partidos en casa por cuatro o más goles de diferencia. A los dos anteriormente mencionados en Segunda División hay que sumar uno en el Campeonato Astur-Galaico, dos en Champions League –ante el Milan y el Mónaco– y trece en Primera División.

 

El Barcelona es el equipo que más veces arrolló a los blanquiazules en A Coruña. Lo hizo en seis ocasiones, nada menos que el 33 por ciento de esos 18 encuentros. También repitieron Real Oviedo y Real Madrid, en dos ocasiones cada uno. Una vez lo hicieron Sabadell, Atlético de Madrid, Racing de Santander, Compostela, Milan, Valencia, Mónaco y, por último, Mirandés.

 

El 0-8 del Barça

En cuanto a las diferencias en el marcador, la más abultada la consiguió el Barcelona hace ocho años y medio, cuando se impuso al Dépor por 0-8 en el tramo final de la temporada 2015-16. Luis Suárez (4), Rakitic, Messi, Bartra y Neymar anotaron los tantos. La segunda mayor también corresponde al conjunto azulgrana, que en el campeonato liguero 1955-56 se impuso por 0-7, con tres dobletes de Manchón –el de la canción de Joan Manuel Serrat, que acabaría jugando una temporada en el Deportivo–, Sampedro y Ladislao Kubala y un tanto de Villaverde.

 

Seis goles de diferencia consiguió solamente en una ocasión el Real Madrid, cuando se impuso por 2-8 en los primeros compases de la Liga 2014-15. Cristiano Ronaldo (3), Gareth Bale y ‘Chicharito’ Hernández –dos cada uno– y James Rodríguez sentenciaron a los blanquiazules. El recientemente retirado Haris Medunjanin, de penalti por mano de Sergio Ramos en un cabezazo de Isaac Cuenca, y Toché salvaron el honor deportivista.

 

Cinco goles de diferencia se dieron en tres oportunidades: sendos 0-5, ante el Oviedo en el Campeonato Astur-Galaico 1935-36 y contra el Mónaco en la Champions League 2004-05, y un 1-6, con protagonismo, como no, del Barcelona, en partido de la Primera División de la temporada 1956-57.

 

Las otras doce goleadas encajadas por el Dépor en Riazor se decidieron por cuatro goles de diferencia: 0-4 (ocho encuentros), 2-6 (tres) y 1-5 (uno).

 

El hat-trick de Urko Izeta, unido al tanto de Joel Roca, ya forman parte de los libros de historia negativa del deportivismo.

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