El Dépor revive su peor cara en Riazor para cerrar el año (0-4)
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El Dépor revive su peor cara en Riazor para cerrar el año (0-4)

El Dépor revive su peor cara en Riazor para cerrar el año (0-4)
Lucas Pérez, que volvió al once tras sanción, presiona a Reina, del Mirandés | Foto: Quintana

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Riazor despidió el año con un gigante jarro de agua fría para el Deportivo, que fue completamente superado por un Mirandés que exhibió todas las virtudes que lo han llevado a ser la revelación de la temporada. El equipo de Alessio Lisci no solo defendió como un muro infranqueable, sino que sacó a relucir su mejor versión en ataque, liderado por Reina y un inspirado Izeta, autor de un hat-trick. El Dépor, que el pasado jueves había mostrado su mejor cara, dejó la sensación de que la goleada al Castellón fue un espejismo en una temporada de continuo sufrimiento en casa.

El 5-1 al Castellón puso en un aprieto a Óscar Gilsanz a la hora de confeccionar la alineación con el regreso de Lucas tras sanción, pero el betanceiro volvió a demostrar que sorpresas, las justas: Lucas a la mediapunta, Soriano de vuelta al doble pivote y Villares al banquillo. Mayor creatividad en el centro del campo contra un sólido Mirandés que a priori iba a plantear problemas diferentes a los presentados por el Castellón. Además, los integrantes de la zaga, que acabaron tocados el duelo del jueves, llegaron a tiempo, aunque Gilsanz dio la alternativa a Obrador por Escudero en el lateral zurdo.


El Mirandés de Alessio Lisci, que no pudo contar con su killer Joaquín Panichelli, no optó por un planteamiento conservador. Decidió plantar la defensa casi en el centro del campo, a pesar de la constatada amenaza de Mella al espacio, y se fue a presionar arriba en los reinicios del Dépor, al que de nuevo le costó adaptarse a esta propuesta.


El equipo menos goleado de Segunda no solo destacó por su voracidad en la presión tras pérdida, su repliegue y su solidaridad defensiva, también demostró criterio con balón y maldad en cada ataque, sobre todo por la derecha, donde se juntaban Hugo Rincón y Reina.


El Dépor desaprovechó varias opciones para progresar por su flanco derecho con pases imprecisos hacia Mella, mientras que el Mirandés comenzó a inquietar el área de Helton. Primero, el brasileño despejó con problemas un centro raso de Lachuer, y, acto seguido, el meta se complicó la vida en un córner al atajar el cuero en dos tiempos. 

 

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Barbero estuvo lejos del nivel mostrado el pasado jueves | Foto: Quintana


Al Dépor le costaba tener fluidez para superar la presión a través de la asociación en corto y la solución más rápida fue la mostrada el pasado jueves: juego directo hacia Barbero. El punta disputó un balón con Víctor Parada y le dio la opción a Yeremay de mandar el cuero fuera con un chut desde la frontal, mientras que Ximo desperdició un centro de Lucas con una volea a las nubes. 


El Mirandés respondió con un centro de Reina y un cabezazo de Joel Roca, tras pillar  a Ximo descolocado, que desvió Helton. A pesar de un centro forzado de Obrador, uno de los destacados del primer acto, y un tiro desde la frontal de Mella que fue despejado por Raúl Fernández, el cuadro herculino fue a menos. Por momentos apareció ese Dépor vertical que parece imparable cuando es capaz de mezclar velocidad y precisión, algo que no muchos equipos pueden hacer, pero fue un espejismo ante un Mirandés con una espectacular capacidad para recuperar su estructura en apenas segundos.

 

El 0-1, con polémica

Además, al Mirandés le sonrió la fortuna en una acción aislada. Tras una volea de Joel Roca, el balón contactó con el antebrazo de Soriano y Fuentes Molina no lo dudó: penalti. El quid de la cuestión es si el cuero rebotó antes en la cadera del madrileño, pero ninguna toma esclareció la acción. Por lo tanto, Urko Izeta lanzó la pena máxima y pudo celebrar el 0-1, a pesar de que Helton adivinó la trayectoria del tiro y el balón traspasó la línea de gol llorando tras la casi parada del brasileño.


Sin apenas tiempo para encajar el golpe, el Dépor recibió cuatro minutos después otro palo. Un centro de Rincón mal despejado por Pablo Vázquez acabó en la cabeza de Reina. El centrocampista puso el esférico de nuevo en el corazón del área, Izeta remató mal y apareció de nuevo Joel Roca para conectar otra volea letal para el Dépor. Esta vez no hizo falta ningún penalti. Fue un misil con la zurda que Helton ni vio.

 

Desaparición del Dépor del partido

El Dépor, grogui, desperdició la oportunidad de meterse en el partido antes del descanso con un cabezazo fuera de Lucas tras un magnífico centro de Obrador. Y el guion tampoco cambió en la reanudación. De hecho, el Mirandés, sin apenas pasar apuros atrás, amplió la renta en una jugada protagonizada por Reina. El centrocampista bailó con el balón en el centro del campo y se aprovechó de la ausencia de presión sobre él para divisar el terrible desajuste defensivo local para lanzar en velocidad a Izeta, como es más dañino. El delantero no falló ante Helton con un disparo cruzado.


Pero ahí no acabó el festival del Mirandés. Un tímido chut lejano de Yeremay precedió el hat-trick de Izeta. El punta exhibió de nuevo una de sus virtudes, la de aparecer desde atrás, y remató de escorzo un buen centro de Joel Roca en un gol en el que Pablo Vázquez volvió a salir en la foto.


El Mirandés, que en 2016 ya había barrido en Riazor al Deportivo en un partido de Copa, rememoró aquel meneo en un partido aciago para los locales también en lo disciplinario, ya que Diego Villares fue expulsado por roja directa por una entrada a Gorrotxategi. A instancias del VAR, Fuentes Molina mandó al de Vilalba a los vestuarios en el minuto 77 tras comprobar que los tacos de la bota del blanquiazul se deslizaron sobre el gemelo del centrocampista visitante.


El Dépor, que el pasado jueves exhibió su mejor cara, esta vez se mostró frustrado y sin recursos para cambiar el devenir del encuentro desde el banquillo, ni por parte de Gilsanz ni por parte de los futbolistas. Una especie de Dr. Jekyll y Mr. Hyde que hace recuperar los fantasmas recientes en los partidos en Riazor. El final del encuentro fue un mero trámite y de hecho el equipo coruñés todavía pudo encajar otro tanto en un carrerón de Hugo Rincón que logró desviar Helton con las yemas de los dedos.


El Deportivo se vio atrapado en la telaraña del Mirandés, incapaz de generar peligro ni encontrar soluciones ofensivas ante un rival ultraorganizado. La derrota revive el bloqueo en casa y mantiene al Dépor en una posición incómoda en la tabla, dejando para 2025, y quizá para el mercado de invierno, la necesidad de solucionar ciertas carencias mostradas de forma recurrente en lo que va de campeonato.

 

Deportivo 0 - 4 Mirandés

Deportivo: Helton; Ximo Navarro, Pablo Vázquez, Pablo Martínez, Obrador; Mfulu (Villares, min.57), Soriano (José Ángel, min.70); Mella, Lucas (Gauto, min.84), Yeremay (Jaime, min.84); y Barbero (Bouldini, min.57).

Mirandés: Raúl Fernández; Hugo Rincón, Juan Gutiérrez (Pablo Tomeo, min.60), Tachi, Víctor Parada, Julio Alonso; Reina (Álex Calvo, min.80), Gorrotxategi (Homenchenko, min.78), Lachuer; Joel Roca (Dadie, min.78) y Urko Izeta (Ander Martín, min.80).

Goles: 0-1, min.36: Urko Izeta. 0-2, min.40: Joel Roca. 0-3, min.56: Urko Izeta. 0-4, min.63: Urko Izeta.

Árbitro: Fuentes Molina (C. valenciano). Expulsó a Villares (min.77) por roja directa. Amonestó a Barbero (m.53), por el Dépor; y a Hugo Rincón (m.45+2), Juan Gutiérrez (m.54) y Álex Calvo (min.90+2), por el Mirandés.

Incidencias: Partido de la 21ª jornada de LaLiga Hypermotion disputado en Riazor ante 23.946 espectadores.

El Dépor revive su peor cara en Riazor para cerrar el año (0-4)

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