Pepe Mel, en el ojo del huracán
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Pepe Mel, en el ojo del huracán

Pepe Mel, en el ojo del huracán
Pepe Mel, entrenador del Tenerife y ex del Deportivo, realiza indicaciones durante un entrenamiento | Foto: CD Tenerife

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Las piedras en el camino están siendo la tónica general del todavía corto recorrido de Pepe Mel, ex del Deportivo, en el banquillo del Tenerife. Desde su llegada al club insular tras el despido del también exblanquiazul Óscar Cano, el experimentado técnico madrileño ha tenido que lidiar con un contexto complejo condicionado tanto por la inestabilidad institucional como por los resultados negativos. Ahora, con la soga al cuello, Pepe Mel se enfrenta al desafío de revertir la situación ante un rival especial: el Deportivo, que visitará el Heliodoro Rodríguez López mañana a las 21.00 horas.

 

Contexto turbulento

El mayor foco de inestabilidad en el Tenerife proviene de su dirección. José Miguel Garrido, máximo accionista del club y figura central de las críticas de la afición, ha accedido a vender su paquete mayoritario de acciones al empresario local Rayco García, lo que supondría un cambio de propiedad que podría oficializarse en la Junta de Accionistas del próximo martes 17 de diciembre.


La operación, valorada en unos 12 millones de euros según varios medios locales, todavía debe ser formalizada y cuenta con la aprobación de los socios sindicados del club, como el expresidente Miguel Concepción y los empresarios Amid Achi y Conrado González. 


Este contexto de incertidumbre ha intensificado las protestas de la afición, que acusa a Garrido de una gestión unilateral y errática. La contratación de Óscar Cano y su rápido despido tras cinco jornadas, o la elección de Pepe Mel como sustituto, renovado un curso incluso con el equipo hundido, son algunas de las decisiones cuestionadas.

 

Soga al cuello

Pepe Mel asumió el cargo con la esperanza de revitalizar al Tenerife, pero los resultados no han acompañado. El equipo canario, colista en la clasificación, está bloqueado en el plano futbolístico, con diez puntos sumados de los últimos 39 posibles desde la llegada de Pepe Mel (dos victorias, cuatro empates y seis derrotas en Liga). A pesar de esta situación crítica, Mel intenta mantenerse enfocado en su labor como entrenador aislándose de los problemas extradeportivos.

 

“De lo institucional me considero un analfabeto, solo sé que soy el entrenador del Tenerife"


En la rueda de prensa previa al duelo contra el Dépor, Mel reconoció la complejidad del momento: “De lo institucional me considero un analfabeto, no me preguntes por eso porque no tengo ni idea. Solo sé que soy el entrenador del Tenerife y de eso me ocupo. Mi labor es aislar al grupo”.


Sin embargo, la presión es innegable. El técnico no oculta que esta etapa está poniendo a prueba su trayectoria de 25 años en los banquillos: “Cuando firmas, sabes que falta un día menos para que te echen. Mi ánimo y convencimiento de que vamos a sacar la situación está al 100%. No es agradable ni fácil, pero aprieto los dientes y trabajo para sacar la situación adelante”.

 

"Los jugadores saben lo que nos jugamos , son personas que sienten y padecen"


Pepe Mel, que ya vivió una situación de inestabilidad similar en el Betis, apela a su experiencia para tratar de devolver la confianza a un vestuario golpeado: “Los jugadores saben lo que nos jugamos todos. Son personas que sienten y padecen. Entrenan toda la semana fuerte para que el domingo las cosas salgan bien y durante varios partidos seguidos, no salen. Tenemos que levantarnos y seguir intentándolo”.

 

Partido especial

El próximo partido ante el Deportivo se perfila como una auténtica final. Más allá de la importancia de los tres puntos, el duelo contra el Dépor tiene un componente simbólico, ya que la federación de peñas del Tenerife ha convocado una protesta para los primeros minutos del encuentro. El hartazgo por la gestión de Garrido y la deriva del equipo originan la iniciativa, que no será secundada por la totalidad de las peñas del club tinerfeño.


Para Pepe Mel, el partido también tiene una carga emocional adicional, ya que se enfrenta al club que dirigió entre 2017 y 2018. El técnico madrileño relevó a Gaizka Garitano en la segunda vuelta de la temporada 2016-17 y consiguió certificar la permanencia en Primera con el Deportivo. Sin embargo, el curso siguiente solo aguantó nueve jornadas antes de ser destituido y sustituido por Cristóbal Parralo.

 

Mel: "Le dije a Róber que contaba con él"
Pepe Mel, durante su etapa en el Deportivo | Foto: AEC


Desde su salida del Deportivo, Pepe Mel no ha conseguido tener continuidad en la élite y solo ha gozado de confianza en Segunda División en la UD Las Palmas, con 128 a sus espaldas en el club insular. Ahora, en otra isla, se enfrenta al Dépor y un mal resultado podría ser definitivo para su continuidad en el banquillo, especialmente si el cambio de propiedad trae consigo un nuevo rumbo en la dirección deportiva. 

 

Bajas de dos referentes: Lucas y Luismi

Pepe Mel, lamentó la ausencia de Lucas, a quien entrenó en el filial del Rayo Vallecano, y la baja de Luismi Cruz, su jugador más desequilibrante. “Me hubiera gustado que estuviera Lucas, al que conozco porque yo lo subí del Rayo B al primer equipo, de la misma forma que Luismi Cruz”, afirmó el míster.

 

“Me hubiera gustado que estuviera Lucas"


Un edema en el abductor apartará de los campos a Luismi Cruz hasta 2025. “No nos debe valer de excusa. “Tenemos bastantes variantes y posibilidades. Podemos jugar con dos extremos puros, tener un falso extremo para tener superioridad por dentro con Dylan, Dani... ”, esgrimió Mel.

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