Mella evoluciona por el interior
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Mella evoluciona por el interior

El técnico José Luis Lemos analiza la nueva ubicación del extremo, que se posiciona más por dentro y la diferente forma de jugar del Deportivo
Mella evoluciona por el interior
Mella, ante Jorge Pulido, durante el partido ante el Huesca de la pasada jornada en Riazor | javier alborés

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Los equipos son como seres vivos, crecen y evolucionan. El Deportivo es el ejemplo de escuadra que le está dando una vuelta a su esquema y modo de jugar desde la llegada de Óscar Gilsanz. Y uno de los cambios más significativos es el nuevo rol de David Mella, que ha pasado de correr por la banda a ocupar posiciones más interiores ¿El motivo? Todo se explica por la salida de balón del Dépor.


Es consecuencia de como inicia el equipo el juego, al ubicar a José Ángel entre los dos centrales. Cuando haces eso motivas muchas veces que estos se abran y entonces tus laterales no pintan nada a la misma altura. Tienen que avanzar, dar amplitud e irse mucho más arriba. Irán normalmente al espacio que ocupan los extremos ¿Y qué haces con los extremos? Pues estos, en el caso de Yeremay y Mella, van a jugar por dentro y Mario Soriano va a bajar un poco más a la altura del mediocentro que acompaña a José Ángel, que ante el Huesca fue Villares. La idea de meter a los dos extremos por dentro es dar a los laterales  profundidad”, explica el técnico José Luis Lemos.

 

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¿Es mejor o peor este dibujo? De entrada, le favorece más a Yeremay que a Mella, como admite el propio Lemos. “El sistema es bueno si los dos extremos saben jugar por dentro. Creo que se maneja mejor Yeremay que Mella. Yo le daría más amplitud a Mella y jugaría más por dentro con Yeremay, sería un poco más asimétrico”, declara el míster.


No obstante, mantener a Mella más abierto supondría renunciar a una de las mejores prestaciones de Rafa Obrador, su profundidad y capacidad para ganar línea de fondo. “Lo que haría sería bajar al lateral izquierdo, pero con las características que tiene Obrador es más complicado. Yo saldría con Obrador y los tres centrales, entonces Mella ya jugaría más alto y abierto y por el otro lado daría más profundidad a Ximo y jugaría más por dentro con Yeremay”, aclara.

 

Diferentes prestaciones


Para él, la nueva ubicación de Mella, por el momento, no está haciendo que brille su juego. “A Mella no le está beneficiando y pienso que no rinde igual que cuando juega abierto y tiene profundidad. Le cuesta asociarse por dentro, pero también está en ese proceso de mejoría del futbolista. Si lo consigue va a tener ambas cualidades, la de poder jugar por fuera y por dentro”, expone Lemos, satisfecho con que el de Espasande maneje varios registros.


Hay una serie de condicionantes en su juego que el míster considera que tendrá que tener en cuenta. “Un extremo que juega por dentro tiene que asociarse y dar una altura más a los mediocentros. Además, tiene que saber como perfilarse para ser capaz de orientarse y encarar, siendo consciente de que a veces va a recibir medio de espaldas…”, describe.


Igual que en su momento el hecho de que Imanol Idiakez lo ubicase en la derecha le acabó  dando valiosas herramientas a pierna cambiada, Lemos cree que ahora tendrá que adelantarse a la lección para interiorizar todo esto cuando antes.


“Todos esos mecanismos, si no los tiene de antes, tiene que mejorarlos ahora, la competición te obliga. Si vas a ir por dentro a estar incómodo, a perder el balón… Mella va a mejorar, porque es inteligente y lo hará, pero creo que le sale de una forma más natural a Yeremay”, aclara. El Dépor, que hasta hace poco basaba sobre todo su juego en lanzar pases al espacio para las carreras de Mella y Yeremay ahora construye más por dentro ¿Es más sencillo de contrarrestar? No necesariamente, según explica Lemos.


“Dentro tienes hasta cuatro futbolistas: el mediocentro que no se mete entre centrales (Villares), el mediapunta que baja un poco (Mario Soriano) y los dos de fuera (Mella y Yeremay). La mayoría de las estructuras son de tres por dentro (4-2-3-1 o un 5-3-2) y lo que haces es obligar a tu rival a que un extremo de fuera o un interior se meta por dentro a igualar a esos cuatro. Y es ahí donde generas un espacio para que tu lateral pueda jugarse un uno contra uno con el otro lateral”, expone Lemos. 


Como todos los esquemas tiene sus problemas: “Si el rival es capaz de defender tres contra cuatro por dentro es porque tú no tienes una buena velocidad, ni circulación de balón”. Siempre hay que tener en cuenta “la lectura táctica de lo que pasa en los partidos. Si a mí como rival del Dépor me están haciendo cuatro contra tres y lo defiendo bien, no cambio nada. Si el Dépor me hace daño por dentro voy a sacar un jugador de fuera para meterlo por dentro, igualar líneas y hacer cuatro contra cuatro”, matiza. Otra opción es “echar la línea defensiva para adelante, pero eso es un planteamiento más valiente y lo hacen menos equipos”. No hay dibujos infalibles, todo dependerá de si el Deportivo es capaz de sacar tajada: “El sistema te da ventajas, pero va a estar supeditado a la precisión que tengas, a la velocidad de balón por dentro, a si los jugadores reciben bien orientados... Una cosa es tener superioridad de número y otra cosa es hacerla efectiva. Muchas veces en el fútbol tres defienden a cuatro. Si eres capaz de moverla rápido, aprovechar las diferentes alturas y desorganizar al rival con esa velocidad de balón vas a poner a tus futbolistas en ventaja y de cara a la portería y vas a hacer sufrir al rival”, vaticina Lemos.


Para el entrenador, una de las ventajas de esta nueva forma de jugar es que el equipo ha ganado limpieza en la salida de balón y protección para, a partir de su área, comenzar a construir el juego. “El Dépor ha mejorado en la salida, tiene más seguridad al poner a José Ángel entre centrales, porque ni Pablo Vázquez ni Pablo Martínez tienen ese pie para salir. Generalmente los equipos te hacen tres contra uno o dos (dependiendo de si hay uno o dos delanteros)  pero ahora salimos mucho mejor. Si saco alguien del medio para atrás en la medular no me puedo quedar vacío (de ahí que Soriano baje). Cada movimiento de un jugador lleva al siguiente a ocupar otros espacios y el equipo se va moviendo de forma escalonada. Ahora hay que obtener ventajas, evolucionar e ir puliendo. Al final todo el mundo ve partidos, hay scouting del rival y algún valiente incluso te va a hacer tres contra tres arriba para irse contra tres centrales”, zanja Lemos. 

Mella evoluciona por el interior

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