No se indignen luego
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No se indignen luego

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Yeremay

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Buena parte del deportivismo celebraba ayer que Santi Denia se olvidara de Yeremay en la lista de la sub-21. A cortísimo plazo es sin duda una buena noticia para el Dépor, que podrá contar con su futbolista más determinante ante Castellón y Cartagena.


Pero a poco que uno eche la vista al frente, es inevitable pensar que todo lo que significa esta situación no le hace ningún bien al club. Primero por el indudable palo anímico al propio Yeremay, que hace unos meses acudía con la máxima ilusión a su primera (énfasis en primera) convocatoria internacional. El canario veía premiada su espectacular evolución con la posibilidad de asentarse en la élite de su generación y acudir a la Eurocopa de este verano sin la necesidad de buscar focos más brillantes que los de Riazor. Ahí radica uno de los problemas de su exclusión en esta convocatoria, el de llegar a pensar que el trampolín blanquiazul en Segunda no eleva el salto lo suficiente como para ser tenido en cuenta. Es probable que también lo piense Mella, que ve en esa relación de nombres a Jesús Rodríguez, su suplente en el torneo del pasado verano en el que la sub-19 se proclamó campeona de Europa.


Es obvio que la continuidad de estas perlas en el Dépor no depende de una llamada de la selección. Pero es probable que forme parte de esa lista de factores a los que el propio Yeremay se refería en enero cuando apuntaba que no se iría “por cualquier cosa”. Todo deportista busca siempre alcanzar su máximo techo allá donde pueda alcanzarlo. Así que no se indignen luego.

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