El Leyma Básquet Coruña espabiló demasiado tarde y encajó una dura derrota en el segundo derbi romano del curso. Dura porque limita un poco más sus opciones de salvación. Y dura porque, después de perder por un máximo de 27 puntos, mediado el tercer cuarto, se quedó a un suspiro de obrar un milagro histórico. 

Regresó Lima y volvieron a quedar fuera de la convocatoria, al igual que la pasada jornada en Manresa, Olle Lundqvist y Ángel Núñez, quien sigue inédito con la camiseta naranja. Un fichaje que se hizo tanto de rogar como su debut a las órdenes de Diego Epifanio. En las filas celestes, finalmente no se vistió Edin Atic, a quien Luis Casimiro había dado el viernes como casi seguro descartado por lesión.

Grant y Hilliard se adueñaron del primer cuarto. El base, atacando en penetración, aprovechando su superioridad física, a Taylor. El segundo, haciendo lo propio con Scrubb. Así tomó la iniciativa el cuadro celeste y así la mantuvo durante unos 10 minutos inaugurales donde los naranjas abusaron del triple: 12 intentos, de los que solo tres pasaron por el aro. 

El backourt visitante siguió a lo suyo: anotar. Un triple del base dobló en el marcador a los locales (7-14). Barrueta, también desde el arco, y un Heurtel que ingresó en pista en quinta marcha, aliviaron la presión (14-16). Hasta que a Grant y Hiliard se les unió Apic, autor de cinco puntos seguidos gracias a la laxitud defensiva del Leyma (16-26).

Heurtel, con un triple, y una autocanasta de Aranitovic acercaron de nuevo a los de Epi, pero un parcial final de 2-6 devolvió al cubo del Coliseum los dos dígitos de margen (23-33). Una proyección celeste por encima de los 120 puntos. Una barbaridad. Como el hecho de que entre Grant (11) y Hilliard (10) sumasen solo dos puntos menos que todo el Leyma.

Grant, que cerró el primer acto con una canasta de cinco metros, abrió el segundo con una desde el arco. Y Epi se vio obligado a parar el partido cuando solo habían transcurrido 100 segundos. A la salida del tiempo muerto, los suyos perdieron el balón y cometieron falta a media cancha sobre Mavra, a quien los árbitros regalaron tres libres, que el croata no desperdició.

Mavra tomó la batuta de manos de Grant y en los segundos 10 minutos ofreció un curso rápido de dirección. El base celeste movió a su equipo, que a su vez movió y descolocó (un poco más) la defensa naranja. Y en estas regresó al rectángulo Hilliard. Para liarla de nuevo. Tres triples seguidos para disparar la distancia hasta 26 puntos (27-53). 

El Básquet Coruña no solo se desangraba atrás, sino que también perdió la brújula ofensiva. Heurtel lo intentó en solitario. Pero hacía falta algo más. Mucho más. Thompkins se le unió en el tramo final, aunque el problemón seguía siendo otro. El problemón estaba en la defensa. Epi lo intentó todo, cambiando defensas y cambiando jugadores. En vano. Aunque un par de 2+1, de Thompkins y Taylor, cerraron parcialmente la herida (39-57), Kurucs la reabrió con un triple, el sexto de su equipo en este cuarto, para mandar el derbi al descanso con 41-62 en el marcador, un feo 5 de 19 en triples el Leyma y un estupendo 9 de 18 el Breo (5 de 6 de Hilliard). 

El escolta letón mejoró en la reanudación lo que había hecho Grant entre el final del primer cuarto y el inicio del segundo. Al triple previo al intermedio le añadió otro de salida, completamente solo en la esquina derecha. Si en el parón Epi le dijo algo a sus pupilos sobre mejorar atrás. O no lo escucharon, o no le hicieron caso. Porque unos segundos más tarde, fue Vila quien anotó, liberado, desde el rincón opuesto.

Epi pidió un nuevo tiempo muerto. Y, por primera vez esta temporada, la afición naranja mostró su disconformidad con el equipo, en forma de abucheos y silbidos. Eso sí, no demasiado intensos ni duraderos. Aun así, señal de peligro.

Tras el minuto de reflexión, el derbi entró en un intercambio de golpes. Algo más duros los propinados por el Breogán. Por su jugosa renta y porque siguió acertando desde el 6,75. También lo hizo Barrueta, que tras el 2 de 7 de la primera mitad encadenó tres dianas en este periodo. ¿Demasiado tarde?. Y demasiado poco argumento como para pensar en un milagrazo. Y menos con tantísimos puntos encajados en 25 minutos (58-81).

En medio del intercambio hubo tiempo para la inevitable polémica arbitral. Tras un triple de Nakic, por supuesto solo en una esquina, los del silbato no consideraron falta un codazo previo, fortuito, de Mavra al rostro de Taylor. Una semana antes, una acción similar de Heurtel sobre Obasohan, se castigó con antideportiva.

Sin embargo, la enésima injusticia del curso pareció espolear a los locales. Heurtel firmó seis puntos seguidos sin respuesta. Aunque Touré logró un 2+1, el base francés y Thompkins devolvieron la esperanza a su afición (75-89). La máxima renta celeste, 27 puntos (53-80), reducida a casi la mitad en menos de medio cuarto. Y con más de uno por delante.

Un robo culminado con bandeja de Heurtel abrió el cuarto final. A contiThompkins desperdició un triple liberado para poner el déficit por debajo de la decena. Del posible terremoto en el Coliseum, al silencio tras dos canasta seguidas visitantes, una suspensión de Aranitovic y un mate de Apic. 

Los triples que entraron en el tercer acto (5 de 6) se negaron a hacerlo en el inicio de cuarto. ünicamente Barrueta enroscó uno de los 11 primeros intentos naranjas. A cambio, los de Epi mordían en defensa. Por fin. ¿Demasiado tarde? 

Otro miniparcial, de 4-0, obligó a Luis Casimiro a reunir a los suyos en la banda, con 86-97 y todavía un mundo, 5:12, por delante. Y un mundo llevaba Grant sin anotar cuando clavó un triple dio oxígeno al Breo y asfixió un poco más al Leyma (86-100), que,  sin embargo, no bajó los brazos. Parcial de 6-0 para hacer soñar al Coliseum (92-100) con 2:34 por jugar.

Del tiempo muerto de Casimiro salaieron los suyos cualquier cosa menos mentalizados de lo que se les estaba viniendo encima. Encajaron dos triples seguidos, de Thompkins y Heurtel. Pero al Leyma le faltó alguno más antes. Dos libres de Mavra encarrilaron el décimo triunfo del Breogán (el doble que el BC), certificado con dos del MVP del encuentro, y casi de la jornada, Darrun Hilliard.

Un nuevo varapalo, este sí cabe más duro, por lo que pudo ser, que deja al Leyma Básquet Coruña al filo de lo imposible. La salvación, por démeritos propios y por méritos recientes de los rivales directos, está ya más cara que el diamante. Un drama aumentado por el triunfo del Força Lleida en Granada (82-85, tras prórroga), que coloca al conjunto naranja a tres del antepenúltimo clasificado.