El Deportivo es un caso único en Segunda División. Ningún otro equipo de la categoría tiene a sus tres máximos goleadores alejados de la posición de delantero centro. En el conjunto coruñés, los goles no llegan desde el área, sino desde la segunda línea. El tanto de Mario Soriano ante el Cádiz (1-0), que dio tres puntos vitales al Dépor, lo elevó al podio de artilleros blanquiazules con cinco dianas. Solo le superan los canteranos Yeremay Hernández (11) y David Mella (6), ambos extremos.
Un dato que refleja dos realidades. Por un lado, señala a los jugadores más determinantes en ataque: el tridente de mediapuntas. Por otro, evidencia la falta de un delantero centro capaz de asumir con autoridad el liderazgo goleador en el regreso del Dépor al fútbol profesional.
Entre Yeremay, Mella y Soriano acumulan 22 de los 44 goles marcados por los jugadores del Deportivo —el equipo suma 45, pero uno fue en propia puerta, obra de Kovacevic—. Es decir, la mitad de la producción ofensiva del equipo lleva la firma de los tres ‘bajitos’ que forman el frente de ataque.
El máximo realizador blanquiazul es un Yeremay que ha explotado este curso en su faceta goleadora. Es el primer canterano que alcanza la decena de goles en casi cuatro décadas. El último en lograrlo fue Vicente Celeiro, autor de 22 tantos en la temporada 1986-87 en Segunda División.
Lo llamativo es que Yeremay no es un killer. No vive para el gol, sino que lo encuentra casi como consecuencia natural de su desbordante influencia ofensiva. Su capacidad para generar ocasiones, tanto por inspiración individual como a través del juego colectivo, es descomunal. Es el tercer jugador de la Liga que más veces ha probado suerte (92 disparos), solo superado por Andrés Martín (94) y Luis Suárez (134). Un dato que resume su impacto: parte desde la banda izquierda, pero su peso en el ataque del Dépor es enorme.
Por el costado opuesto se mueve David Mella. El joven extremo de Teo es el segundo máximo anotador blanquiazul, con seis goles. En su primera temporada en el fútbol profesional, se propuso un objetivo ambicioso. “Me puse una meta un poco alta, quería llegar a los 13 goles. No sé si es muy realista, pero me gustaría alcanzarla”, confesó en enero.
Aunque ese listón parece lejano, el rendimiento de Mella frente al gol es una de las mejores noticias del Dépor en esta campaña. Su fútbol es distinto al de Yeremay, pero también trascendente. Su velocidad y capacidad de desborde lo convierten en un desahogo permanente para el equipo, a lo que está añadiendo una evolución notable en la lectura del juego y la toma de decisiones.
La tercera punta del tridente es Mario Soriano. Su gol contra el Cádiz le sirvió para alcanzar los cinco tantos, su mejor registro como profesional, y todavía tiene margen para acercarse a los ocho que firmó en Primera Federación en su primera etapa como deportivista en el curso 2022-23.
“Quiero ser más determinante en el área, ser más decisivo cuando tenga una o dos ocasiones. Creo que voy por buen camino”, reconoció el mediapunta en una entrevista reciente en DXT Campeón.
Además, durante buena parte de la primera vuelta su posición estuvo alejada del área. La presencia de Lucas Pérez como mediapunta titular lo llevó a actuar en muchos partidos como mediocentro, un rol más alejado del gol. Con la salida de Lucas en el mercado de invierno, Soriano se ha asentado definitivamente en la mediapunta y sus cifras empiezan a reflejar su mejoría de cara a puerta.
El singular reparto goleador del Dépor también deja al descubierto su mayor carencia: ninguno de sus delanteros ha logrado consolidarse como un referente ofensivo. Soriano, con cinco goles, supera a los tres jugadores que acumulan cuatro tantos. De ellos, solo uno es ‘9’: Iván Barbero. Los otros dos son el lateral Ximo Navarro y el mediapunta Lucas Pérez, que en partidos aislados sí actuó como delantero.
El resto de los puntas blanquiazules presentan cifras discretas. Moha Bouldini, fichado el pasado verano, solo ha visto puerta en una ocasión. Cristian Herrera, con pocos minutos como delantero, suma dos. Zakaria Eddahchouri, llegado en invierno, también ha marcado dos goles, aunque en un menor periodo de tiempo.
El Deportivo es el único equipo de Segunda División sin un delantero centro entre sus tres máximos goleadores. El ejemplo más próximo es el Castellón, cuyos mejores artilleros son Israel Suero (9), Raúl Sánchez (7) y Thomas van den Belt (5). Ninguno es un ‘9’ puro, pero tanto Suero como Sánchez han actuado en varias ocasiones como delanteros esta temporada. Suero, sobre todo, ha formado parte de la doble punta ‘orellut’ en múltiples ocasiones.
En el extremo opuesto al Dépor aparece el Mirandés, próximo rival de los coruñeses, que presume de ser el único equipo de la categoría con dos delanteros que han alcanzado o superado los diez goles: Joaquín Panichelli (16) y Urko Izeta (10). Este último, cedido por el Athletic Club, ya dejó su huella en Riazor con un triplete en el 0-4 de la primera vuelta. El tercer máximo goleador del cuadro de Anduva es el centrocampista Alberto Reina (5), interior o mediapunta habitual en el sistema de Alessio Lisci.
Mientras tanto, el Deportivo continúa navegando contracorriente en lo que a producción goleadora se refiere. Sus registros anotadores no responden a la lógica habitual del fútbol. El gol, en el equipo coruñés, se fabrica lejos del área y lleva la firma de los que menos se parecen a un delantero. Una bendición y una advertencia al mismo tiempo.