Un lunes más, y van ya unos cuantos, el Deportivo y el deportivismo amanecen con un cabreo e impotencia considerable después de otra decisión del VAR que sale cruz. En este caso, además, por partida doble. El equipo blanquiazul logró salvar un punto en Anduva sobre la bocina, en un partido en el que tuvo que contener al Mirandés y también las ganas de protagonismo de Ais Reig. El valenciano, viejo conocido, se apropió del foco para avisar a Muresan Muresan de los dos penaltis de Pablo Martínez.
Acostumbrados a ver cada día un criterio dependiendo del colegiado, sí llama la atención el intervencionismo de Ais Reig no solo para dar el paso de llamar a su colega, sino para valorar él mismo ya la jugada antes de que acudiera al monitor. En el primero, su intención inicial parece ser la de no condicionar. "Muresan, te recomiendo que vengas a ver un potencial penalti. Lo ves y luego tú decides". Pero no pudo resistirse. "Vas a ver cómo el defensor no toca balón y golpea al delantero". El desenlace ya lo conocemos. "Nunca juega el balón, golpea la pierna del delantero, vamos a señalar penalti sin tarjeta", apunta Muresan entre las quejas recogidas por Pablo Vázquez que revelan la frustración de los futbolistas del Dépor y del resto del fútbol español. "Hostia tío, cualquier contacto es penalti".
En el segundo, que supuso la remontada momentánea de los rojillos, Ais Reig redobla la apuesta metiéndose en la cabeza de Pablo Martínez para asumir, antes siquiera de que su compañero vea la jugada repetida, que el central francés golpea el balón con la mano a propósito: "Muresan, te recomiendo que vengas a ver un potencial penalti por mano. Juega el balón con el pie, pero hay un gesto deliberado hacia el balón. Y no hay fuera de juego previo". El colegiado principal, que no había señalado nada en directo, cambia su opinión tras la revisión. "No se trata de una jugada de play the ball. Juega el balón con el pie y después juega el balón voluntariamente con la mano. Vamos a señalar penalti".
La segunda pena máxima del encuentro deja un concepto más que añadir a las cada vez más complicadas reglas de interpretación que los árbitros utilizan para las manos. Siempre alejándose dela objetividad. Play the ball se aplica para referirse a esas jugadas en las que el futbolista juega la pelota de manera activa, ya sea con el pie o con la cabeza, y accidentalmente su remate o despeje golpea en el brazo o la mano. Independientemente de la posición del mismo, esa mano nunca será sancionable.
En este caso, Muresan Muresan entendió que Pablo Martínez, corriendo a máxima velocidad hacia su portería y haciendo un escorzo para despejar la pelota, decidió tocar el balón con la mano de forma deliberada, como apuntó Ais Reig, y no tratando de equilibrarse para no irse al suelo.