Carlos Ballesta, quien primero jugó bajo la batuta de Arsenio Iglesias y posteriormente ejerció como ayudante del Bruxo de Arteixo en el Superdepor, le califica como "una persona singular, diferencial, que reunía todas las cualidades".
"En el aspecto profesional, como jugador no viví su época, aunque estaba considerado como un jugador de prestigio, pero como entrenador fue un número uno, pero lo que yo más apreciaba fue su calidad humana porque era un hombre honesto, trabajador y amigo de sus amigos", resalta.
"Era un hombre de un grandísimo prestigio, que estuvo en grandes eventos y mesas redondas junto a Luis Aragonés, Johan Cruyff o Vicente del Bosque y cuando hablaba, era muy apreciado por ellos, pero a la vez era esa persona que si ibas a un pueblo, a un equipo de barrio o a un sitio más modesto, se comportaba como uno más. Era muy feliz cuando se rodeaba de la gente normal y del pueblo", comenta Ballesta.
"Es reconocido en el fútbol español de una forma increíble y una de las personas más reconocidas y queridas del deportivismo", indica.
Ballesta vivió tantos momentos junto a Arsenio, que no se decanta por ningún recuerdo en especial: "Fueron muchos años de conviviencia, primero como jugador, luego como ayudante, después en la vida privada... me vienen muchos recuerdos como para escribir muchos libros".