"Ha sido el gran referente como entrenador de la historia del Deportivo por lo que ha trascendido y la repercusión que ha tenido", afirma José Ramón, excapitán del Deportivo, sobre Arsenio Iglesias.
"Cuando llegó, hizo crecer al Deportivo hasta hacerlo grande. Es un referente para los socios, para el aficionado e incluso más allá de A Coruña. He coincidido con él fuera de Galicia y de España y la gente siempre le ha tenido mucho cariño, lo que dice mucho de la persona y del entrenador", subraya quien fue uno de los integrantes de aquel mítico Superdepor.
"Su éxito como entrenador y persona fue que llegaba a todo el mundo, no era distante, sino cercano, se veía con la gente en la calle, saludaba. Es más, le molestaba incluso la fama y la prensa, cuando había demasiado bullicio", destaca el mayor de los hermanos González Pérez.
"Hay muchas anécdotas, han sido muchos años conviviendo, entrenamientos, desplazamientos, hoteles, muchos paseos y siempre recuerdas lo mejor que te ha dado y me quedo con la cercanía que tenía con los jugadores y con cómo vivía el fútbol, en eso ha sido un entrenador especial", apunta.
Otro de los integrantes del Superdepor, Paco Liaño, destaca, sobre todo, "la persona, la humildad" de Arsenio.
"Para el deportivismo hoy en día, que estamos en esta época tan gris y triste, hablamos de una de las figuras que llevó a lo más alto a aquel Depor. A todos nos vienen los recuerdos de aquella Liga y aquella Copa. De su salida del estadio el día que ofrecimos la Copa y él se salió sin ningún protagonismo, en una época en la que los banquillos no estaban plagados de tantos integrantes en el cuerpo técnico", recuerda el exguardameta.
Cuando echa la vista atrás, el ganador del Premio Zamora recuerda, "sobre todo la persona, la humildad, el ser una persona muy discreta, que huía del protagonismo, el trato día a día, la pizarra con sus mensajes en los que ponía 'buena siesta, buen descanso'".
"Una vez que salió del Deportivo, tomó la posición más discreta y no ha intervenido. Era una persona humilde, discreta y mucho más sabia de lo que incluso en algunos momentos quería demostrar. El Zorro de Arteixo, como le llamaban, pero sobre todo por lo sabio que era", relata.