Irene Martínez, de San Pedro de Visma, y Víctor Castro, de Cuatro Caminos, afrontan su primera competición internacional en tiempos de pandemia, el Campeonato de Europa que se celebra en Moscú, donde compiten los mejores levantadores del Viejo Continente. Entre ellos, los dos representantes del CH Coruña intentarán superar sus mejores marcas y, ¿por qué no?, colgarse una medalla.
Irene, de 27 años y que lleva once en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) en Madrid, reaparece en la escena internacional tras una cirugía con una lenta recuperación en su muñeca derecha. No participa en un Europeo desde 2018, en Budapest, donde conquistó el bronce en arrancada. Entonces competía en 64 kilos de peso corporal, pero aprovechó el parón y la remodelación en las categorías para bajar hasta los 59.
La lesión le apartó de algunas pruebas obligatorias para el ránking olímpico y se quedó sin posibilidades de clasificación para Tokio. Víctor, de 29 años, se agarra a sus opciones matemáticas, aunque sean remotas. El coruñés, que también pasó por el CAR, está de vuelta en casa y se entrena con el húngaro Ferenc Szabo, responsable del ‘boom’ de la halterofilia en nuestra ciudad.
Discípulos de Ferenc Szabo
Poca gente les conoce como su maestro, el que les reclutó en unas jornadas de captación hace más de una década: “El punto fuerte de los dos está en la arrancada, una modalidad en la que se pueden codear con los mejores del mundo, pero como muchos otros atletas no destacan en dos tiempos. Igual la culpa es mía”, ríe Ferenc, que en sus tiempos de levantador era mejor en ‘snatch’ que en ‘clean and jerk’.
Szabo es realista y cree que “las medallas son casi imposibles”. Consultando la lista de participantes y sus marcas, el entrenador muestra su asombro: “Parece un Campeonato del Mundo. Hay un nivel jamás visto en la mayoría de categorías. Entre el primero y el décimo no hay más de cinco kilos, muy poca diferencia en la halterofilia. La gente está muy motivada de cara a los Juegos”, advierte.
El húngaro detalla cuáles son las metas de sus discípulos: “Sus objetivos son diferentes: el de Irene es volver dignamente a una competición internacional después de tres años y Víctor aún tiene opciones de clasificarse para Tokio. Lo tiene muy complicado, pero hay que luchar hasta la última bala. Con el lío de dopaje que hay en la Federación Internacional, si excluyen a más países, podría tener su sitio”.
Los coruñeses, en el grupo B
La tercera jornada del Campeonato de Europa arranca a las 9 horas con las levantadoras del grupo B en la categoría de 59 kilos. Allí estará Irene, que parte con la undécima mejor marca de total olímpico (200kg). En el grupo A, por la tarde, estarán las diez levantadoras que teóricamente lucharán por las medallas.
Al mediodía será el turno para Víctor, también en el grupo B hasta 67kg. El coruñés es el decimosegundo en la lista previa con 290kg en total olímpico, lejos de los tres mejores: el italiano Mirko Zanni (330kg), el turco Muhammed Özbek (321kg) y el ruso Zulfat Garaev (320kg), que competirán a partir de las 20h.
Irene Martínez: Hasta que suba a la tarima no me lo voy a creer
Irene Martínez regresa a una tarima internacional tres años después de su último Europeo, el de Budapest, donde se colgó la medalla de bronce. Serán sus sextos campeonatos continentales en categoría absoluta a los 27 años.
¿Sientes nervios por volver a una competición internacional después de tanto tiempo? Tengo unas ganas tremendas, pero hasta que esté encima de la tarima no me lo voy a creer.
Partes con la undécima mejor marca en la lista previa, ¿cuál es tu objetivo? Estas listas son un poco engañosas porque en algunos países se anotan con varios kilos de más en su total olímpico. Ese puesto no es real porque hay atletas que tengo por delante que no tienen esa marca. Aspiro a estar arriba y pelear por un buen puesto, pero lo malo es que no estoy en la tanda A, en la que se pelean las medallas.
¿Y una marca a la que te gustaría llegar? No me gusta hablar de números. Voy pensando en hacer seis intentos válidos, mejorar la marca que tengo y quizá hacer el récord de España (193kg en total olímpico).
En el deporte de alto nivel el dolor forma parte del día a día
Sin opciones para Tokio, ¿te preocupa que retiren la halterofilia del programa olímpico de París? Es un tema complicado, pero no sirve de nada darle vueltas porque no depende de mí.
¿Cómo te afecta entrenar con compañeros que se preparan para unos Juegos a los que no podrás ir? Es algo que ya he asumido desde hace tiempo y no me influye para nada. Sinceramente, paso tanto tiempo con ellos que la clasificación para Tokio es casi un objetivo compartido. Lo vivo con la misma ilusión.
Tras un año de parón por la pandemia y un final de temporada muy comprimido, has empezado la preparación casi sin descanso. Sólo pude descansar una semana en Navidades. Después ya empecé a entrenar poco a poco. La preparación para el Europeo era de doce semanas y desde que me clasifiqué entrenaba de lunes a sábado. Al principio con menos peso y más repeticiones. Y a medida que pasa el tiempo levanto más con menos repeticiones.
¿Cómo llegas físicamente después de una recuperación tan lenta en tu muñeca derecha? Físicamente llego muy bien. Creo que en el deporte de alto nivel el dolor forma parte del día a día. Entrenamos mucho y todos tenemos molestias. La muñeca depende del momento, pero ahora mismo puedo decir que sólo me duele un día a la semana. Nada exagerado.
Víctor Castro: Se que voy a competir contra deportistas dopados
Víctor Castro empezó en la halterofilia con 12 años: “Cuando lo conté en casa se rieron por todos lados, pero una semana después ya me clasifiqué para el Campeonato de España”, recuerda el coruñés, que a los 28 disputará su quinto Europeo absoluto.
¿Sientes nervios por volver a una competición internacional después de tanto tiempo? En un campeonato internacional siempre hay un poquillo de hormigueo. Más que nervios, incertidumbre por ver cómo se va a organizar todo.
¿Cuál es tu objetivo en Moscú? Me gustaría superar mi mejor posición en un Europeo (10º en Split 2017) y acercarme al ‘top 5’, pero va a haber mucho nivel. Además de ser el último campeonato antes de los Juegos, el año pasado no hubo competiciones internacionales y estamos todos deseosos de subirnos a una tarima.
¿Y una marca a la que te gustaría llegar? Me gustaría superar lo que hice en el 2018 (293kg en el total olímpico). Sería una buena marca para acabar quinto o sexto.
¿Qué opciones tienes de lograr el billete para Tokio? Llegar a los Juegos no es fácil porque los resultados del año pasado en Roma y Malta (podio en las dos pruebas) no contaron para el ránking, pero siempre que haya una opción tengo que lucharla hasta el final. En Río de Janeiro casi lo pude saborear, pero me quedé de reserva.
Durante esta preparación estoy pasando hambre
Estuviste tres años en el CAR de Madrid antes de volver a Coruña, ¿por qué? Como en casa no se está en ningún lado, aunque al principio me costó adaptarme porque cuando estaba concentrado el ritmo era muy distinto, sólo entrenaba. Aquí tengo que hacer la comida, limpiar la casa, desplazarme en coche al trabajo y a los entrenamientos... Ahora ya tengo una buena rutina.
Campeón de Europa y varias veces medallista en edad sub-23, ¿es tan difícil lograr un podio en categoría absoluta? Hay que ser conscientes de que a nivel mundial y europeo hay cuatro o cinco levantadores que son ‘top’. Y de ahí arriba no los mueve nadie. Hay que estar muy preparado, física, técnica y psicológicamente. La suerte no me acompañó. Siempre ha habido algo que me tiró para atrás: las lesiones, temas burocráticos, falta de presupuesto... cosas que me dejaron fuera de campeonatos importantes.
¿Te cuesta regular el peso antes de las competiciones? Al ser un deporte por categorías de peso siempre hay que estar alerta. Ahora mismo compito en 67 kilos y durante toda la preparación estuve alrededor de los 70. Y cuando levas muchos años cada vez cuesta más. Durante esta preparación estoy pasando hambre.
¿Cómo te afecta la relación de la halterofilia con el dopaje? El dopaje es una lacra que afecta a la halterofilia a nivel mundial, con casos encubiertos por la Federación. Yo sé que voy a competir contra deportistas dopados en el Europeo. Sé quienes son y de qué países vienen, pero no puedo hacer nada. No entiendo cómo sigue pasando con la cantidad de controles antidopaje que nos hacen. Yo estoy orgulloso de mi trabajo y de competir limpiamente.