Pablo Álvarez (Oviedo, Asturias, 1980) es uno de los jugadores que vistieron la camiseta del Sporting y del Deportivo. El actual segundo entrenador del Racing de Santander recaló en el filial gijonés a los 18 años y disputó 168 partidos con el primer equipo rojiblanco, con el que marcó 27 goles. Desde El Molinón, desembarcó directamente en A Coruña en la temporada 2006-07.
¿Cómo fue ese aterrizaje en Mareo para un jugador nacido en Oviedo?
Nací en Oviedo porque mis padres son asturianos y mi madre es de allí, aunque ya vivían en Lugo, pero cuando mis hermanos y yo íbamos a nacer, mis padres iban a Asturias para estar con su familia, pero de pequeño me gustaban el Oviedo y el Sporting. De hecho, cuando fiché por el Sporting, también me quería el Oviedo.
Con 21 años dio el salto al Sporting, con el que jugó seis temporadas en Segunda División, siempre con un papel bastante protagonista.
Sí, realmente fue el sitio donde más rendimiento di, donde mejor estuve y es uno de los equipos de mi vida, sin duda. Llegué con 18 y me fui con 26, que son años muy importantes en la vida de un futbolista, porque me fui siendo ya un adulto y disfruté mucho. La pena fue que me tuve que ir después de sufrir una lesión muy grave que me hizo no poder jugar desde abril.
Se lesionó cuando llevaba 8 goles en 27 partidos de Liga.
Sí, ya había firmado con el Dépor y me rompí la tibia y el peroné, que estuve nueve meses parado. Ese año el Sporting lo estaba haciendo muy bien, yo me encontraba muy bien y era importante dentro de la plantilla. Fue una pena porque aún quedaba mucha temporada y tenía muchas cosas que decir.
El Sporting realmente fue el sitio donde más rendimiento di
En el Sporting B y en el primer equipo coincidió con David Villa. ¿A los 20 años ya se intuía lo alto que podía llegar?
Se vio que tenía una capacidad de mejora muy importante. El primer día que entrenó con nosotros, que era Juvenil y vino un poco a probar porque al año siguiente ya lo iban a fichar, vi que tenía mucho potencial. Luego fuimos compañeros durante tres temporadas y cada año mejoraba. A medida que vas creciendo, llega un punto que a los jugadores les cuesta más mejorar, pero su determinación era grande y eso le hacía mejor que los demás.
¿Cómo vivió aquel cambio al Dépor en Primera?
Acababa contrato y tenía varias opciones para ir a Primera y sin duda, la que más me atraía y motivaba era la del Dépor por la magnitud del club, el interés que mostraron y por estar cerca de mi casa. Con lo difícil que es hacerse un hueco en Primera, estar nueve meses parado desde abril me complicó un poco todo. A la temporada siguiente, tuve la fortuna de ir cedido al Racing, que salió todo genial y fue un espaldarazo. Y después intenté ayudar siempre al bloque. Fui un jugador de equipo, creo que no llegué a dar mi máximo nivel con continuidad, pero también disfruté de tener buenos compañeros, buenas plantillas y tuve mucha competencia.
Acabó jugando 104 partidos de blanquiazul. ¿Cuáles recuerda con más cariño?
El primero que jugué con el Dépor fue muy importante tras tanto tiempo parado. Era un partido de la Copa contra el Valladolid, que ganamos 4-1 y metí el primer gol, así que fue un poco un premio, tras pasar una época muy difícil. Después, no sabría decirte porque disfruté muchísimo en el Dépor. Estoy orgulloso de haber jugado más de cien partidos allí porque es un club enorme y tuve muy buenos compañeros y partidos que a nivel individual fueron buenos. A nivel colectivo también tuvimos momentos difíciles porque sufrí un descenso a Segunda en 2011, aunque luego también vivimos el ascenso con récord de puntos, que fue bonito poder irme dejando al equipo donde lo habíamos encontrado.
Compartió vestuario con jugadores como Lopo, Capdevila, Andrade, Sergio, Riki, Arbeloa, Filipe Luís... Ya no era el Dépor de la Champions y los títulos, pero tenía mucha calidad y jugó la Copa de la UEFA.
Sí, pillamos al Dépor después de la época de Champions. El año que me fui al Racing, el Dépor se clasificó para la Intertoto, así que al año siguiente jugué la Intertoto y nos clasificamos para la UEFA, que para mí fue un sueño jugar una competición europea y fue muy bonito. Pero es que jugué con campeones del mundo, gente que ganó la Champions, personas de una calidad humana muy importante y que han tenido unas trayectorias importantes. Sin duda fue una gran decisión y ha sido un orgullo vestir la camiseta del Dépor.
Regresó a Riazor el 27 de octubre como segundo técnico del Racing. ¿Qué sintió?
Me encantó. Había ido una vez a Riazor como futbolista con el Lugo, pero no jugué porque estaba lesionado. Hacía tiempo que no iba y el ambiente, el estadio, cómo estaba el césped, el vestuario, y poder ver a gente que hacía mucho que no veía... Fue todo muy bonito porque estuve cinco años y medio en esa ciudad en los que fui muy feliz.
Fue un orgullo vestir la camiseta del Deportivo; fui muy feliz en esa ciudad
Como deportivista se midió al Sporting cinco veces, con tres derrotas y dos empates. Partidos con mucha intensidad por la pasión de ambas aficiones, que son muy fieles.
Son dos clubs históricos, muy importantes, que mueven mucha pasión porque las aficiones son maravillosas porque siempre arropan a su equipo, en las buenas y en las malas. Vivimos partidos muy intensos. Es verdad que tuvimos malos resultados, pero fueron partidos muy bonitos, con los estadios llenos, tanto en Riazor como en El Molinón.
Este curso no se vivirán esos desplazamientos de antaño de 8.000 sportinguistas a A Coruña porque el Dépor le ha dado 563 entradas al club asturiano, pero se espera que vengan más de 2.000.
No sé cuántas entradas puede dar cada club a la afición rival, pero creo que está bien que las aficiones viajen, que miles de aficionados puedan visitar otra ciudad, comer ahí y disfrutar de que el fútbol al final no son solo 90 minutos. El fútbol es un deporte y un negocio también y las problemáticas que puedan generar algunos sectores muy reducidos de las aficiones tienen que ir a menos.
Se trata de dos clubes históricos en Primera, pero el Dépor lleva siete temporadas fuera de la élite y el Sporting, ocho.
Porque es difícil y hay que hacer las cosas bien. El Dépor, el Sporting o el Racing, todos tenemos la meta de en un futuro próximo volver a Primera, pero hay que ir poco a poco. El Dépor dio un paso importante el año pasado, ahora tiene que consolidarse y estoy seguro de que el objetivo de todo el deportivismo es volver.
Dépor y Sporting son dos clubs históricos con aficiones maravillosas, que siempre arropan a su equipo, en las buenas y en las malas
¿Le gusta el cuadro gijonés?
El Sporting tiene un buen equipo, ha fichado bien, tiene gente de la casa, es un equipo muy competitivo y creo que va a hacer una buena temporada. El partido del fin de semana va a ser muy competido porque el Dépor también está bien, tiene una buena plantilla y ofensivamente genera mucho. Además, los dos equipos juegan bien y son ofensivos.
Es uno de los conjuntos más realizadores de la categoría.
Sí, muy compensado, equilibrado y ofensivamente es bueno. La gente de arriba son buenos y se mueven bien. Tiene un balance defensivo bueno, balón parado, es un equipo hecho, el entrenador conoce la categoría y es de esos rivales a los que es difícil meterles mano.
¿Le ve candidato al ascenso?
Sí, creo que estará arriba.
¿Qué le pareció el equipo coruñés en el duelo con el Racing de Santander en Riazor?
Hicimos un primer tiempo muy bueno y en el segundo, nos superó el Dépor, generó más, estuvieron más cómodos y sufrimos más. No tuvimos tanto el balón, sí generamos dos o tres ocasiones muy claras, pero el Dépor tuvo varias y nos hizo daño, pero esa inercia que tenemos nos ayuda. Fue un partido muy competido, muy bonito y en el que pudo pasar cualquier cosa.
El Sporting es un equipo muy compensado, equilibrado y ofensivamente es bueno
Empezó con dudas en la categoría. ¿Cómo valora al cuadro herculino hasta ahora?
Es que esta categoría es complicada. El Dépor tiene gente joven, que es su primer año en Segunda que está adaptándose bien y dando rendimiento. Es verdad que igual está dando más a nivel ofensivo y le está costando un poco más en defensa, pero el equipo lleva una dirección adecuada, me gusta lo que veo y creo que es de los equipos que tienen potencial. Puede que tenga menos puntos de los que se merece, porque genera muchas ocasiones. Le veo como un equipo en pleno crecimiento.
¿Cómo ven los rivales a Yeremay y Mella?
Hay que tener cuidado con ellos. Los conocemos bien y no nos sorprenden porque ya les vimos en Primera RFEF, pero ahora tienen una trayectoria en la categoría y son jugadores que generan y que los planes de partido de los rivales van un poco por intentar frenarles.
¿El Dépor sufrirá este curso?
Creo que vamos a sufrir todos. Nosotros ahora llevamos una racha muy buena, pero es muy complicado ganar cada partido. El Dépor está en crecimiento y creo que puede hacer una buena temporada.
Los números del Racing meten miedo. ¿Cuál es la clave?
Que los jugadores creen en una idea, son buenos, tienen hambre, se les exige mucho y son humildes. Y ahora estamos teniendo esa dosis de suerte también necesaria para obtener buenos resultados.
Lleva cinco años como ayudante de José Alberto, con el que empezó en el Mirandés, luego en el Málaga y cumplen su tercer curso en Santander.
Trabajamos a gusto y estamos disfrutando del camino. Ahora llevamos una época muy bonita y le estamos muy agradecidos al Racing porque nos dio una oportunidad que era difícil pero que nos gustaba mucho, la cogimos con mucha ilusión y está yendo bien la cosa.
¿Cómo se conocieron?
En Mareo, que yo entrenaba en categorías inferiores y él en el Sporting B.
José Alberto y yo trabajamos a gusto y estamos disfrutando del camino
¿Qué es lo mejor que tiene?
Que escucha, es buena persona, que eso es muy importante, y es normal. Y que estamos intentando mejorar, cada día en la oficina dándole vueltas a las cosas intentando pulir al equipo y a cada jugador.
¿Qué tal la experiencia en los banquillos?
Es bonita, aunque no tiene nada que ver con jugar. Ser futbolista es la profesión más bonita que hay, pero hay un final y esto es especial también porque eres parte de un equipo, ves que estás ayudando a chavales, situaciones que has vivido y es bonito tener objetivos y luchar por conseguirlos.
¿Ya le llamaba entrenar cuando era futbolista?
Lo que sí quería era seguir dedicándome al fútbol y sí estuve preparándome, pero no tenía claro dónde me quería ubicar. Estuve disfrutando la profesión todo lo que pude y cuando se acabó, la vida me ha ido llevando un poco por donde va. A veces no sabes si tienes claro lo que quieres o los caminos te van llevando.