Los sendos dobletes anotados este viernes por David Mella y Yeremay supusieron un hito en la historia del Deportivo. Hacía 42 años que dos canteranos no marcaban entre ambos cuatro goles en un duelo. La última vez que esto ocurrió había sido en la temporada 1982-83, en Segunda División, con José Manuel Traba y el tristemente fallecido José Luis Vara como protagonistas.
A las órdenes de Arsenio Iglesias, el 17 de octubre de 1982, en la séptima jornada liguera el Deportivo goleó en Riazor por 5-0 al Cartagena. Abrió el marcador Traba en el siete y Moreno hizo el segundo al cuarto de hora. Repitió Traba con diana en el 18. Vara inició su cuenta particular en el 22 y cerró la goleada en el 86. Esa campaña Traba firmaría 12 tantos, por 16 de José Luis Vara.
El delantero nacido en Fisterra fue uno de los máximo goleadores de la historia del club blanquiazul, con 108 dianas. Militó durante doce temporadas en el conjunto herculino, en las que disputó más de 250 partidos, compartiendo ataque sobre todo primero con Alfonso Castro y después con Vicente Celeiro.
Ariete con gran olfato, una de sus gestas más recordadas fueron sus cuatro goles en la victoria ante el Castilla (4-3) el 17 de febrero de 1985, en la campaña 1984-85.
En el caso de José Luis Vara, referente blanquiazul durante años, tuvo en su hoja de servicios el haber sido pichichi de Segunda División sin ser delantero, pues era centrocampista, precisamente el año de la manita al Cartagena. Una temporada de infausto recuerdo, puesto que los coruñeses se quedaron a un tanto de subir a Primera.
Yendo a los partidos coperos, también hubo grandes actuaciones de los canteranos coruñeses, pero hay que remontarse a la eliminatoria copera del Dépor en 1992 ante el conjunto murciano del Horadada, en el que los herculinos golearon 9-1 en Riazor, con el canterano Arturo Patiño firmando cuatro goles y Claudio Barragán haciendo un triplete. Un partido que no tuvo historia ante un rival muy débil. En aquel choque también firmaría dos tantos Musti Mujika.
Suerte bastante dispar tuvieron los dos protagonistas de ese encuentro en la entidad blanquiazul. Claudio Barragán siguió militando en el Deportivo y fue el fiel acompañante de Bebeto de en la delantera del conjunto coruñés. Por el contrario, apenas una semana después de su póker de dianas, Patiño abandonaba la disciplina deportivista para recalar como cedido en el Lugo.
El delantero coruñés justificaba la decisión como una búsqueda de los minutos que a su juicio no estaba disfrutando en el Dépor. Bien era cierto que desde ese verano del 92 el ataque blanquiazul tenía como referente a un Bebeto que acabaría convirtiéndose en una leyenda.
Patiño, que había comenzado su andadura en el Dépor en el filial blanquiazul en 1988, pasó por las escuadras de Las Palmas, Figueres, Endesa As Pontes, Granada, Ourense y Pontevedra.
La cantera del Dépor, como en épocas pasadas, vive un gran momento y el primer equipo está recogiendo los frutos del buen trabajo llevado a cabo desde hace muchos en Abegondo.
Una inversión en capital humano del que ya se aprovecha el Dépor y que quiere atar en el tiempo. En el caso de Yeremay firmó su renovación hasta 2030 el pasado mes de abril.
Diferente es el caso de David Mella, cuyo contrato es hasta 2026, aunque su actual cláusula es de 8 millones. Subirá hasta los 10 el verano de 2025 pero la idea del Dépor pasa por prolongar su idilio con el club hasta 2030.
Este viernes, Mella volvía a reafirmar su compromiso con el club. “Estoy muy feliz en el Dépor,a ver qué pasa, está encaminada (su renovación)”, decía en la entrevista postpartido en el Carlos Belmonte. l